ABC MADRID 25-06-1985 página 43

MARTES 25- 6- 85 MADRID A B C 43 Vecinos de Embajadores expulsan a unos delincuentes de un refugio ruinoso La Policía había desoído las continuas denuncias presentadas Madrid. Esther Sánchez El barrio de Embajadores, concretamente las dos manzanas del mercado de San Fernando, Tribútete y Sombrerete, llevan varios meses soportando las consecuencias de una actuación insuficiente y poco efectiva de lasdistintas autoridades municipales, que se han mostrado incapaces de acabar con un importante foco de delincuencia común y droga que está creciendo en las ruinas de un antiguo convento religioso. Este convento, situado en un callejón de la calle de Tribulete, a espaldas del mercado, recibe una atención especial por parte del Ayuntamiento de Madrid, que según, los vecinos debe considerarlo una joya arquitectónica, digna de conservación En estas ruinas han encontrado refugio todo tipo de vagabundos y delincuentes, que entre tabiques semiderruidos y al abrigo del agua y del sol han instalado colchones y mantas para protegerse incluso de las miradas indiscretas Semejantes inquilinos tienen atemorizado al barrio: amenazas, robos, navajazos... están a la orden del día. Recientemente, Ramiro Fernández, propietario del bar Menoyo, en la calle de Sombrerete, recibió tres cuchilladas al negarse a servir vino a unos individuos que entraron en el local de malas maneras. Este acontecimiento hizo reaccionar a los vecinos, que decidieron pedir la intervención de la Policía. Tras una reunión celebrada en la misma calle de Tribulete se recogieron las firmas, que fueron presentadas en la Comisaría de Arganzuela. Posteriormente, ocurrieron los acontecimientos que nos relata un industrial de la zona: Fue a la vuelta de la Comisaría cuando nos enteramos de que estaban robando en una panadería. Llamamos a la Policía y tras media hora, ellos fueron quienes sacaron al ladrón, que había saltado a un piso. Se ha dicho que nosotros quisimos linchar a este individuo, pero nunca hemos utilizado la violencia. Queremos que esto quede claro. vento, que según nuestro alcalde son un tesoro y, por eso, no se tiran. Ayer pusieron unas vallas, pero no sabemos si servirá para algo. En el mercado entran con navajas, y hace unos días atracaron a una señora de setenta y cinco años para robarle mil quinientas pesetas. Es horroroso, una vergüenza. Hemos tenido una reunión todos los vecinos, pero cuando hemos acudido a la Alcaldía nos En la barriada se han dejado de producir los continuos atracos a punta de navaja que se padecían han dicho que estas cosas llevan muchos trámites. Existe claramente un estado de alarma. Al mismo tiempo que estábamos haciendo este trabajo empezaron a oírse voces en el callejón. Desde las ventanas y desdé la misma calle los vecinos amenazaban a una joven que sospechosamente se paseaba por las ruinas. Todos están alertados, el barrio entero lucha para evitar que el convento vuelva a ser el refugio de los maleantes y drogadictos que están alterando su seguridad. Incluso las pintadas amenazan Golfos, avisamos: si los jueces os sueltan, nosotros os linchamos limpieza a fondo Esa misma noche, y como consecuencia de todo lo que había venido ocurriendo durante la tarde, un grupo de vecinos se dirigieron de forma pacífica a las ruinas y quemaron todas las mantas, colchones, jeringuillas... Desde ese día, y para evitar que vuelvan a instalarse, cada noche los mismos vecinos hacen la ronda vigilando los airedores del mercado. La Policía se mantiene ai margen. Nadie quiere significarse; se consideran un grupo de amigos que se hacen fuertes agrupándose contra estos intrusos que amenazan la seguridad del barrio: Hemos hecho lo que tenía que haber hecho la Policía. Ellos no han podido y lo hemos hecho nosotros, pero aquello no fue un acto violento: sólo quemamos basura. Queremos que las mujeres puedan ir a comprar, que no les roben la mitad de lo que llevan a sus casas en las cestas, a punta de navaja. Dentro del mercado también existen temores. El presidente de la Asociación de Comerciantes refleja el sentimiento de todos ellos: Entran constantemente a robar; cuando echamos los cierres se quedan dentro y los guardas no pueden hacer nada contra ellos. Todo esto tiene su foco en las ruinas del con- En Madrid, ahora, el doble de VALENÜ Hace ya 26 años, en Velázquez, 81, se abrió el primer establecimiento de VALENTI en Madrid. Ahora, en la misma calle y a una manzana de distancia, VALENTI instala un nuevo local. Es, naturalmente, una magnífica exposición donde el estilo VALENTI puede ser perfectamente apreciado. Bajo la dirección de D. Fernando Valentí, que se ocupa personalmenté del diseño de los proyectos de decoración, presenta con el impecable gusto característico de la firma todo el amplio catálogo de muebles, objetos para regalo y detalles para decoración cuya calidad ha dado fama internacional a VALENTI. Al poner a su disposición esta nueva tienda, en Velázquez, 102, nuestro propósito es hacerle el doble de fácil apreciar y escoger todo lo que de nosotros necesite. Velázquez. 81 Velázquez. 102 Teléfono 276 89 58 28006 MADRID