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ABC MADRID 13-04-1985 página 68
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ABC MADRID 13-04-1985 página 68

  • EdiciónABC, MADRID
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A? C, póg. 68- SUCESOS -SÁBADO 13- 4- 85 Varios cadáveres, a la izquierda, se alinean en el patio del restaurante El Descanso, en espera de que el juez ordene su traslado a! Anatómico Forense. A la derecha, los bomberos retiran escombros en busca de nuevas víctimas. (Fotos: José García) El hijo del propietario del restaurante: Quien haya hecho esto no tiene derecho a la vida El jefe Superior de Policía: Es prema- Tras un fogonazo, las puertas de los serturo asegurar que ha sido un atentado vicios salieron volando por los aires A las cuatro de la mañana continuaban las labores de rescate de las víctimas Madrid. Ricardo Domínguez. Eran exactamente la una cincuenta y nueve minutos de la madrugada cuando un hombre que por su aspecto parecía joven, aunque era difícil averiguarlo por la escasa visibilidad, era sacado por los bomberos de debajo de toneladas de escombros a los que había quedado convertido el restaurante El Descanso. Una vez más, los fogonazos de los fláshs de los fotógrafos iluminaron la escena, y por un momento, la esperanza pareció brotar ya que se creía que aquella víctima se encontraba con vida. Sin embargo, esa esperanza se desvanecería casi al instante cuando los hombres de los equipos de socorro comprobaron que era ya cadáver. A esa hora, el balance de lo que parece ser una acción terrorista era de diez muertos. El jefe superior de Policía, Antonio Garrido, se encontraba conversando en aquellos momentos con dos guardias civiles de atta graduación. Y como el resto de las personas que allí se hallaban inquiría continuamente información. El señor Garrido, a nuestra pregunta de si a esa hora se tenía ya algún dato en torno a la posibilidad de un atentado terrorista, dijo textualmente: Por el momento, no sabemos nada. Se está trabajando y sea la causa que fuere, se sabrá. Ahora es prematuro y aventurado hacer cualquier tipo de declaración en ese sentido. Uno de los guardias civiles se manifestaría en el mismo sentido, apostillando: Mire usted cómo está todo aquí, ¿Cómo vamos a saberlo? Habrá de realizarse una amplia investigación, aunque cualquier hipótesis de momento no puede desecharse. Aproximadamente una hora antes de estas vagas manifestaciones de altos mandos de las Fuerzas de Seguridad, otras personas aseguraban que la violenta explosión, seguida del derrumbamiento, se debía a una bomba. Una mujer, presa de nervios, que se hallaba junto a la carretera, gritaba: ¡Dios esto no tiene derecho a vivir. Creo que no hay duda. ¡Ha sido un atentado! Un fogonazo La misma persona, un joven moreno, de cabello rizado, que manaba abundante sangre por una ceja abierta y con las ropas prácticamente deshechas y polvorientas, relató que estaba er los comedores, pues controla las comidas, cuando se produjo la explosión. Me encontraba en la barra cuando en un momento dado sentí como una pequeña vibración. No le di importancia, aunque inmediatamente después, fueron fracciones de segundo, hubo como un flash, un fogonazo. Aquello, lo que fuera, reventó y las puertas de ios servicios salieron volando por los aires, hacia mí, despedidas hacia la sala... No vi a nadie sospechoso, aunque no me dio tiempo, porque todo se vino abajo. Una lluvia de cascotes y vigas se desplomó desde el techo y tos muros hacia todos nosotros... Luego, unos clientes tuvieron que hacer un boquete en la pared, en medio de carreras, confusión y gritos de histeria. Y por aquel agujero me sacaron a rastras, a otra planta. Estaba semiinconsciente y creía que iba a morirme, aunque de cualquier forma yo rezaba el último padrenuestro -fe mío! pero que hijos de p... Quién habrá hecho esto. ¡Dios mío! El hijo de los propietarios del establecimiento, Juan José, de veintiocho años, casado y con dos hijus, afirmaría por su parte: Yo paso de política, pero el que haya hecho CÍ- Erm d 4 S. Ar 1o nto ncarral M A O R I Dt talltcotl, nilUlos B BoroJa. 7 i Ai Cascotes y excavadoras Los bomberos y otros miembros de los equipos de rescate trabajaban en la zona de lo que fue frontal del restaurante con potentes palas excavadoras para retirar los gran- La flecha indica Ja situación del restaurante El Descanso, en la carretera de Barcelona, donde ocurrió la explosión

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