ABC MADRID 21-12-1984 página 109

AB Ricardo Toja Galería Alencon Wllanueva, 21 L que podríamos llamar puntillismo español contemporáneo adquiere unas características muy diferentes: dúctil en Piris, rígido en Milá (por ejemplo) y discreto en Ricardo Toja (Vizcaya, 1932) pintor que se presentó hace seis años en la desaparecida galería de Felipe Santullano. Ricardo Toja estudia cuidadosamente sus gamas e incluso en la temática forzosamente colorista que cultiva (el mundo florea! y vegetal) consigue una pintura en voz baja en la que los verdes, los malvas y los sienas coexisten en paz. Paisajes, jardines, naturalezas muertas, en un total de quince obras de tamaño grande, constituyen la exposición de Toja: cuadros abiertos a la mirada, acoged o r e s a la s e n s i b i l i d a d sin disonancias, armónicamente compuestos, que son como ampliaciones de fragmentos seleccionados de unos ambientes próximos y familiares. Podría objetársele al pintor su facilidad (que nada tiene que ver con la dificultad de ejecución) pero es que Ricardo Toja no trata de inventar el paisaje, sino de interpretarlo a su manera, con su visión propia, con su sensiHasta el 4 de enero De 11 a 14 y de 17 a 21 Galería Egam Wllanueva, 29 Mitsuo Mura de las a Hasta el 5 de enero De 11 a 14 y de 17 a 21 E Pintura de Ricardo Toja bilidad personal. Y si ésta rehuye el brochazo o el grito de color para servirnos unos cuadros amables, no es por ingenuidad o desconocimiento del oficio. No, no son fáciles (aunque sí accesibles) estas pinturas. La entonación, la luz (que todo lo baña) nacen del mismo pigmento, del toque menudo y sabiamente puesto. Lo que sorprende es el gigantismo de unas composiciones que, por su realización y sus gamas, parecen exigir un formato pequeño y confidencial. S ésta la novena individual de Mitsou Miura (Iwate, Japón, 1946) en Madrid, ciudad a la que llega a los veintitrés años y donde se dio a conocer de inmediato. Por ello resulta tan singular esta muestra, que abre una nueva etapa en su pintura y que, pese al ascético rectángulo que informa cada uno de los cuadros, tiene, por su color y delicadeza, un marcado matiz oriental. Trabaja ahora Miura por series, bajo el signo del azul, y entre las obras expuestas podemos resaltar su serie de tres cuadros con cuadrado azul central y fondo en malvas y azules; la de dos con rayas finas azules sobre fondo gris claro; la de cinco, con rayas horizontales y fondo claro; la de tres, con cuadrados y fondos ricos de colores, y seis series más, combinando siempre el azul con un magma de tonos refinados como soporte. No hay nada caligráfico aquí, y el pretexto simple de la más elemental forma geométrica le permite todo un juego de suaves contrastes sobre una idéntica composición. Todo ello, realizado con la pulcritud de ejecución que caracteriza a Miura, ya desde sus comienzos informa- E Pintura de Mitsou Miura listas, y que le valió un puesto excepcional en el abstracto español: el puesto de un asceta, de un buscador de la pintura pura que utilizara el cerebro para lograr los más sensibles acordes cromáticos. Por supuesto, no se trata de arte óptico ni de suprematismo: es pintura esencial. Una pintura que, si no es una invención (nada hay nuevo) sí es una creación sobre posibilidades ya exploradas, aunque no con tanto acierto y buen gusto. Galería Balboa 13 Núñez de Balboa, 13 El boceto en el arte hasta el S de enero De 18 a 21 Adolfo Myer Galería Noyart Montesquinza, 46 E advierte, en el movimiento de las figuras esquemáticas (signos) de Adolfo Myer (Asturias, 1953) una labor tangencial a la pintura, como ha sido su participación en montajes, escenografías y creación de espacios escénicos. Más que pintura, es indagación de modos expresivos diferentes, lo que hace Myer; modos esbozados mediante puntos y rayas de alfabeto Morse, que, al ordenarse por medio de misteriosas afinidades, llegan a insinuar figuras en movimiento, pasos de ballet poses cinematográficas, escenas deportivas, motocicletas y automóviles en marcha, multitudes... Acrílicos sobre tela y papel, serigrafías y dibujos, al servicio de una visión ilustrativa y utilitaria del arte: arte aplicado, en suma. Así lo entendió Adolfo Myer, al abandonar pronto la Escuela de Bellas Artes para dedicarse al espctáculo, aunque sin alejarse totalmente de su ambiente, lo cuai le lleva a participar en muestras colectivas y a exponer en solitario. Insistamos en esa voluntad de comunicación directa, que nada tiene que ver con la abstracción, pese a que, en apariencia, sus colecciones hasta el 28 de diciembre De 11 a 14 y de 17 a 21 S Desnudo boceto de Vargas Ruiz L finalizar el año, como es ya tradición, la Galería Salboa 13 presenta su colección de bocetos y pequeños formatos que, como cada mes de diciembre, reúne a los nombres habituales en la sala. La simple enumeración de los artistas es suficiente para imaginar la validez del conjunto: Abuja, Juan Alcalde, Luz de Alvear, Vicente Arnás, Barajas, Barreto, Pedro Bueno, Carralero, A Casarrubio, Adolfo Estrada, FeVIERNES 21- 12- 84 rreiro, Pedro Guillen, Gutiérrez Montiel, Hernández Cop, Hidalgo de Caviedes, Jaime de Jaraíz, Lapayese del Río, Francisco Lozano, Marcoida, Ángel Medina, Daniel Merino, Santiago Morato, Novillo, Redondela, Ruth, Salazar, Santos Díaz, Milagros Serna Lazcano, Serny, Solano, Lorenzo Tardón, Tosar Granados, Rafael Ubeda, Vargas Ruiz, Vega Ossorio, Zarco y Zuco. Y los escultores Barón, Barona, Campillo, Fernández, Herrero, Medina y Pares. Dibujo de Adolfo Myer de signos pudieran hacernos pensar en un lenguaje críptico. No: estas rayas y estos puntos son rostros y personajes, y el contemplador puede hallarlos fácilmente, buscando en el cuadro como en un pasatiempo infantil. Pero nos queda la duda (porque esta pintura no es sólo un juego) de que el pintor manifieste así su idea del mundo cotidiano: como una serie de señales legibles, pero fragmentadas, de la realidad, como una realidad caótica en busca de orden, como una infrarrealidad que intenta alcanzar categoría, como un esqueleto caricutarizado, en fin, de la realidad oficial de la pintura y sus alfabetos secretos. J. R. ABC 109