Archivo ABC
ArchivoHemeroteca
ABC MADRID 14-11-1984 página 76
ABC MADRID 14-11-1984 página 76
Ir a detalle de periódico

ABC MADRID 14-11-1984 página 76

  • EdiciónABC, MADRID
  • Página76
Más información

Descripción

76 I A B C ESPECTÁCULOS MIÉRCOLES 14- 1 í- 84 Música Crítica de cine Jazz Cantar y tañer inaugura su curso Causan muy triste impresión las noticias que, en la propia sesión inaugural del curso 84- 85, llegan sobre la posibilidad de que éste sea el último de un ejemplar y larga serie de ellos, gala todos, durante muchos años, de la precaria vida musical madrileña de cámara. Hablo de las convocatorias, tradicionales ya en la sala Fénix del paseo de la Castellana, de la veterana sociedad Cantar y tañer. Las cuales, por razones de no poderse acopiar por vía de los abonos las cantidades mínimas necesarias para subsistir, pueden incluso llegar a tenerse que suspender tras la primera parte del curso que ahora ha arrancado. Para evitarlo, ¿no cabría que se ofreciera por alguna entidad, pública o privada, alguna subvención que, al paso que para premiar tantos servicios prestados a la vida de conciertos madrileña, sirviera para evitar que desapareciera de ella Cantar y tañer? Para iniciar, en cualquier caso, el curso actual, ha presentado una estupenda agrupación de cámara argentina, con cerca ya de veinte años de éxitos internacionales a sus espaldas: la Camerata Bariloche A través de la primera parte escuchada- con sendos conciertos de Vivaldi, Marcello y Telemann, respectivamente, para dos violines y violonchelo, oboe y violín, más bajo continuo y orquesta de cuerda en los tres casos- fue posible advertir con claridad sus características de grupo. A saber: natural, espontáneo modo de producirse en la doble dirección de lo ejecutor y del concepto. Línea viva, alejada de la asepsia, y rica variedad en la obtención de dinámicas, añaden lo que falta para que sus versiones se revelen jugosas, frescas, muy auténticas y nada relamidas. Que los buenos solistas de cuerda- Elias Khayat, concertino del conjunto, David Goldzycher y Juárez Johnson- se quedaran en sus misiones un punto por debajo de la excelente prestación de Andrés Spiller en el hermosísimo concertó marcelliano para oboe o que el empastado y redondo sonido colectivo que casi Siempre obtiene e grupo se vea agriado en alguna pasajera circunstancia, de ninguna forma disminuye los estupendos logros generales. Por otro lado, la confección de la segunda parte del programa- c o n Arizaga (1926) Larsson (1908) y Skalkottas (1904- 1949) evidenciaba una virtud más de la agrupación argentina: la de no anclarse en repertorios convencionales y manidos. Leopoldo HONTAÑON Josefina y Agustina Palaviccini. El dúo pianístico integrado por estas dos hermanas de tan brillante ejecutoria acaba de obtener un éxito resonante con su recital a cuatro manos en la Biblioteca Española de París, donde brindaron obras de Mozart, Schubert, Brahms, Ravel, Poulenc, Albéniz y Falla. El jardín secreto de Carlos Suárez Producción: Alfredo Matas para Jet- lncine (1984) Director: Carlos Suárez. Guión: Carlos Suárez y Salvador Maldonado. Fotografía: Javier Aguirresarobe. Color. Duración: noventa minutos. Principales intérpretes: Assumpta Serna, Xabier Elorriaga, Taida Urruzola, Cecilia Roth, Fernando Baeza, Luis Ciges, Chus Lampreave, Manuel Zarzo y Emma Suárez. Salas de estreno: Capitol, Candilejas, Carlton, Europa, Luchana y La Vaguada. Billy Taylor, didáctico y emotivo, en la Semana de Nueva York Con motivo de la celebración de la Semana de Nueva York en Madrid se inauguró el pasado lunes en el Centro Cultural Conde Duque, con la presencia de los alcaldes de ambas ciudades, la exposición fotográfica Manhattan que estará abierta al público durante la presente semana. A continuación, y presentado por el ilustre huésped, el honorable Edward G. Koch, se ofreció una breve actuación jazzística a cargo del pianista Billy Taylor, en su primera visita a España. Billy Taylor nació en Greenvilte en 1921, y con poco más de veinte años acompañaba a Ben Bebster en el mítico Tree deuces Fue pianista fijo del Birdland en los años cincuenta, donde actuó junto a los más grandes del bop y del cool En los sesenta sentó cátedra en el Hickory House neoyorquino. En cuanto a su estilo pianístico, es el de un suave bop modificado, reflejo de su propia personalidad cortés, expresada de un piano caliente, grácil, fino y urbano, ligero al oído, pero profundo en el sentimiento, de nítido fraseo y con enorme técnica y capacidad para la cita barroca, pero oportuna. Todo esto fue ejemplificado en el breve concierto, en que estuvo acompañado por el adaptable contrabajista Victor Gaskin, cuyo sonido era a veces secuestrado por la mano izquierda del pianista y por la caja del batería Keith Coppeland, cuya batería no parecía dar el sonido que el trío precisaba. Con la elegancia propia de los negroamericanos, Billy Taylor, con su voz clara, pero pastosa; profunda, pero rápida- ahí comprendimos aquello de que el piano era una prolongación de su personalidad- fue presentado los temas en una declaración de principios estéticos y formales, habiéndonos de las distintas músicas que laten en los diversos new yorks pues no todo es Manhattan y Gershwin decía. Billy Taylor abrió una mágica media hora con el ligero y alegre But not for me Predispuesto el auditorio, continuó con La petite Mambo lo que nos recordó su colaboración junto a Machito Después de estos dos temas, y con el auditorio, frío auditorio en principio, totalmente a él entregado, acometió el archipopular Body and Soul cuyo mejor elogio es el de que no pareció ni vulgar ni mil veces escuchado. En este punto, cuando todos estábamos ya boquiabiertos, sabiamente izó un estandarte con su composición Me gustaría saber cómo se encuentra uno al ser libre Libertad que el ejecutante, tras decirnos de la influencia de la música clásica en el jazz conjugó con una barroca introducción a la que se adivinaba sería exultante y personal versión del All the things yoy are Con elegante sonrisa, y natural, pero no disimulado vistazo al reloj, recordándonos que el miércoles- hoy y a- volvería con nosotros, se dedicó a charlar y firmar autógrafos con quienes querían prolongar y disfrutar el equilibrio y sabiduría que de su personalidad emanaba. Ángel L. INURRIA Intriga erótica, con acotaciones sadomasoquistas e inspiración pseudofreudiana, que arropa sus imágenes con recursos de serie negra. Es El jardín secreto la primera película, como realizador, del veterano director de fotografía Carlos Suárez, responsable de la calidad técnica de medio centenar de filmes anteriores. En ellai Carlos Suárez, aunque haya encomendado la responsabilidad de la cámara a otro, realiza una película donde prima la calidad estética, donde se busca el efecto de iluminación, y en la que todo- i n terpretación, diálogos, intriga- aparece supeditado al aspecto puramente plástico. Manda, en definitiva, la calidad del envoltorio, del vehículo, sobre su contenido. Y el resultado, en conjunto, no alcanza más que un aprobado discreto. La historia de El jardín secreto es la de Lucía, una guapa mujer que se acerca a los treinta años que vive sola en un apartamento del viejo Madrid y que trabaja en una empresa dedicada a las labores informáticas. Lucía traba conocimiento con un ingeniero naval vasco, Arturo, para el que la empresa ha de procesar un programa. Y a partir de ese conocimiento surge el pasado inmediato de la mujer. Lucía afirma haber vivido un gran amor, un amor hecho de secretos procelosos, de humillaciones sexuales. Su enamorado- sigue afirmando- murió en un accidente de aviación, pero su recuerdo la sigue inquietando, porque recibe unas cartas anónimas, con detalles que sólo él conocía, instándola a repetir experiencias, a revivir la aventura enloquecedora, con mezcla de lesbia n i s m o, e x h i b i c i o n i s m o y s a d p masoquismo. No cabe hablar de grandes sorpresas. No las hay en El jardín secreto Tampoco Carlos Suárez logra algo más que una atmósfera absolutamente superficial de intriga y misterio. Assumpta Serna presta, sobre todo, su bien proporcionada anatomía, tan sólo con algunos destellos dramáticos encarnando a Lucía. Menores oportunidades de lucimiento tiene Xabier Elorriaga, que incorpora al ingeniero vasco. Taida Urruzola luce, sin más, sus atributos físicos. Y Cecilia Roth, como una de las parejas impuestas postalmente a la protagonista, apunta tímidamente sus buenos modos, hasta ahora tan poco aprovechados en el cine español. Pedro CRESPO DECORACIÓN R E FO RIVIAS Calle Alcalá, núm. 386. Tel. 408 06 61

Te puede interesar

Copyright (c) DIARIO ABC S.L, Madrid, 2009. Queda prohibida la reproducción, distribución, puesta a disposición, comunicación pública y utilización, total o parcial, de los contenidos de esta web, en cualquier forma o modalidad, sin previa, expresa y escrita autorización, incluyendo, en particular, su mera reproducción y/o puesta a disposición como resúmenes, reseñas o revistas de prensa con fines comerciales o directa o indirectamente lucrativos, a la que se manifiesta oposición expresa, a salvo del uso de los productos que se contrate de acuerdo con las condiciones existentes.