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ABC MADRID 24-08-1984 página 3
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ABC MADRID 24-08-1984 página 3

  • EdiciónABC, MADRID
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EDITADO POR PRENSA ESPAÑOLA SOCIEDAD ANÓNIMA 24 DE AGOSTO 1984 ABC NORTE Y SUR REDACCIÓN ADMINISTRACIÓN TALLERES- SERRANO, 61 28006- M ADRID FUNDADO EN 1905 POR DON TORCUATO LUCA DE TENA N T R E los muchos e m b e lecos que s e inventan para deformar la realidad, para sustituirla por esLa mayor prueba de ello es que, cuando quemas interesados, útiles para diversos se habla del Norte, nunca se cuenta con la Unión Soviética, que es el Norte por excefines, uno detosmás recientes es la conlencia en el hemisferio oriental, como el traposición y supuesta rivalidad entre Norte Canadá lo es en el occidental. El Norte de y Sur. Ha venido, no a reemplazar, sino a completar la vieja oposición entre el Este y Europa es, aparte de los pequeños países escandinavos y Finlandia, Rusia; el Norte el Oeste, cuyo sentido geográfico es relade Asia, la inmensa Siberia. Pero como se tivo, y que histórica o socialmente no fundesliza una imagen culpable del Norte, ciona a menos que se haga un esfuerzo de se prescinde de su parte mayor para declaridad. Si se piensa en Occidente como aquella porción del mundo cuya vida se jarla fuera de la condenación universal. funda en ciertos principios cuya primera A mí me parece explicable que esto se realización fue Europa, estén donde estén haga como recurso político, como parte de una campaña de propaganda en una época los países, tiene un sentido coherente; pero de tensiones. Lo que encuentro menos exsi se busca su contraposición en Oriente, plicable es que esto se admita como si resulta claro que hay varios, dispares e infuera verdad o al menos pudiera serlo, que dependientes entre sí. El mundo árabe, la se lo repita una vez y otra, en todas partes, India, el Sudeste asiático, la China, el Jay circule por los medios de comunicación. pón son otras tantas formas orientales Ese e s q u e m a se c o n v i e r t e en una cuya única conexión es ser vistas así supuesta realidad a la que se recurre para desde Europa. explicar las cosas, para entender el mundo, para manejarlo. Hay una notoria polaridad entre Norte y Sur, sorprendente, nunca muy claramente La cosa, si se mira bien, no es nueva. explicada, que se da dentro de cada país, Durante siglos la Humanidad se ha servido sea cualquiera la latitud real; quiero decir de recursos de interpretación muy pareque Francia, por ejemplo, está toda al norte cidos. Imagínese cuántas cosas se han exde España, y, sin embargo, el Midi francés plicado por la brujería, o por el mal de ojo (y no sé por qué hablo en pretérito si corresponde al Sur español, aunque sea pienso en el mundo en su conjunto) A esto más septentrional que jestro Norte. Y se llama supersticiones, una vez que han esto ocurre en los países europeos, pero pasado, cuando se las ve como algo que igualmente en la India o en los Estados ha spbrevido a su tiempo; pero cuando teUnidos. El Norte es más activo, eficaz, utilinían vigencia eran potencias terriblemente tario; el Sur, más animado, locuaz, improvisado, desordenado. Pero si se piensa en el actuantes. Y había especialistas, expertos técnicos que escribían magníficos hemisferio austral, las cosas se invierten, y tratados, desde el Malleus maleficarum en es el Sur (por ejemplo, Sao Paulo) el que adelante, hasta aquel P. Torrejoncillo de corresponde a nuestro Norte, mientras que quien con tanto humor hablaba Leandro el Norte (Pemambuco, Bahía) representa Fernández de Moratín. Y tal interpretación en el Brasil lo que nos parece meridiocostó cientos de miles de vidas de pobres nal mujeres (y algunos hombres) ahorcados o quemados en virtud de ese método de exLa contraposición actual no tiene nada plicación, hasta muy a fines del siglo XVIII; que ver con esto. Se entiende que el Norte y habría que agregar el coste incalculable se identifica con la riqueza; el Sur, con Ja de lo que no se arregló porque se explipobreza; se da por supuesto que la riqueza caba así, de los desastres evitables que no septentrional se consigue a costa de la pose evitaron porque se los atribuía a la brubreza austral; y, por supuesto, la considejería o el mal de ojo. ración se extiende ai mundo entero, muy especialmente a los dos hemisferios, y cuando se habla del Sur se piensa, ante todo, en África, Suramérica y el Asia meridional. E Esto tiene ahora un s e n t i d o l i t e r a l El mundo tiene gravísimos problemas, algunos de ellos insolubles; pero muchos, superables; más aún, superados en grandes partes de él, mediante la aplicación de métodos políticos, sociales, económicos, técnicos adecuados. Parecería normal estudiar tos factores que han permitido que la vida sea menos penosa, incluso bastante satisfactoria, en buena parte del mundo; y tratar de aplicarlos a aquellas porciones en que las cosas marchan peor o resueltamente mal. Se hace todo lo contrario: se olvidan o se condenan los métodos eficaces; los países de organización reciente les vuelven la espalda e imponen los que ya han fracasado en otros lugares, los que aseguran la perpetuación de la pobreza, la opresión y la injusticia. El mapa de África, al cabo de un cuarto de siglo, es profundamente deprimente, con muy reducidas excepciones. Se exagera terriblemente el crecimiento de la población (el mundo en su conjunto está bastante despoblado) lo que sí se consigue es que los países más avanzados en todos los órdenes disminuyan su población de manera aterradora- p r o n t o serán países de viejos, con inmensas masas de clases pasivas sostenidas por una minoría de trabajadores activos- mientras siguen creciendo los países que no tienen recursos para sostener a sus habitantes, y se tiene buen cuidado de que no adquieran las técnicas, ante todo políticas y sociales, que lo harían posible. Hoy encontramos absurdo que ante una peste o una epidemia que destruía el ganado, o una sequía, en lugar de investigar médicamente las causas, o hacer embalses, se acabara con unas cuantas personas que habían hecho mal de ojo o practicaban la magia negra. No sólo era una atroz injusticia hacerlas perecer, sino que se dejaba morir de enfermedad o de hambre a millares, a veces cientos de millares de personas, víctimas literalmente de la superstición. Ahora las supersticiones vigentes son políticas, pero no menos reales, ni menos peligrosas. Y disponen de abrumadores medios de difusión, lo que asegura su extensión y establecimiento, su arraigo, quién sabe por cuánto tiempo, ante la pasividad de los que no se atreven a discrepar, por temor a ser acusados de brujería. Se comprende cómo siento que se me saca de mi tiempo y se me relega a épocas que parecían hace siglos superadas cuando se explica el mundo mediante la teoría de los dos bloques o el Tercer Mundo, o la lucha entre el Norte y el Sur. Julián MARÍAS de la Real Academia Española Nunca se piensa qué hacen con sus recursos los diversos países, cuál es la cantidad y calidad de su esfuerzo. Tampoco se piensa en cómo se gobiernan, en qué tipo de regímenes tienen, cuál es la ordenación de su economía. La prosperidad de Australia, Nueva Zelanda o África del Sur nunca se tiene en cuenta; la fabulosa riqueza de algunos países árabes, tampoco. La muy real, a pesar de la actual crisis, de la Argentina se pasa por año. Lo que menos interesa es la realidad. EDICIÓN INTEKNACIOKAL Para hacer llegar sus mensajes comerciales a todo el mundo.

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