ABC MADRID 12-06-1984 página 101
- EdiciónABC, MADRID
- Página101
- Fecha de publicación12/06/1984
- ID0001471288
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f s Shari Belafonte, la piel hurtada H AN sido dos semanas largas de malas digestiones, de nervios a la hora del café, de sobremesas febriles de cara a la pantalla. Al fin, todo ha sido en vano. Los productores de Hotel (una serie empeñada en demostrar que las camas de los hostales USA son la mar de confortables) utilizaron el señuelo de Shari Belafonte para añadirle un poco de pimienta a la habitual ramplonería del reparto. De ahí nuestra, emoción y nuestras defraudadas esperanzas. La muchacha aparecía fugazmente y sólo de cuando en cuando. Lo suficiente, no obstante, para que MARTES 12- 6- 84 su sonrisa- -urtiwrbotón de luz en el paisaje nocturno de su cara- -eclipsase al rebaño de rubias plexiglás que deambulaban por los salones de un hotel repleto de ancianitos gigolós y personajes de Corín Tellado. Shari, como hasta el zote del doctor Watson habría adivinado, es hija de Harry Belafonte, otrora rey del calypso y ahora productor de alguno de esos filmes en los que un puñado de jovenzuelos del suburbio se obstina en desgranar con la colodra el ritmo dé las calles. Sería necesario recurrir a las postales cuajadas de palmeras para encontrar un escenario en el que rime la tostada belleza de Shari. En ella se apretujan ámbitos antípodas: la serenidad del hielo en los estanques y la voraz violencia de la llama. Por más que, en la infumable serie televisiva antes citada, se obstinaran en calzarle un uniforme de misionera anapbatista en las contadas ocasiones que sus ojos redimían los pecados de la cámara. Hoyt cuando Hotel al fin, desaparece y nuestras digestiones tornan a ser sensatas, era obligado realizar un acto de justo desagravio. Especialmente dedicado a todos aquellos que- -como recomienda el cartelón de las interrupciones- -han permanecido atentos a la pantalla. Para los que han soportado sin pestañear jornadas sucesivas de héroes de latón y perfectas mandíbulas cuadradas, de poupés insulsamente desteñidas y ortopédicos líos de alcoba sin sustancia. Como recompensa, en fin, a los sufridos sufridores y regalo amistoso al público en general, les ofrecemos hoy la ir- -n venerada. La hurtada piel c nos alegró las tardes. AB