ABC MADRID 05-05-1984 página 43
- EdiciónABC, MADRID
- Página43
- Fecha de publicación05/05/1984
- ID0001466480
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SÁBADO 5- 5- 84 ütELIGION- -El Papa en Extremo Oriente -ABCypág. 43 Juan Pablo II afirmó ante los leprosos el sentido redentor del dolor humano En Kwangju, el Pontífice exhortó a la reconciliación nacional Sorokdo, Joaquín Navarro- Valls, enviado especial Esta isla tiene sólo cuatro kilómetros cuadrados. Se llega con el modestísimo salto de un helicóptero. A pocos centenares de metros se ve la costa sur de la península coreana. Pero la distancia entre Sorokdo y la tierra firme es casi infinita. Porque aquí está el hospital nacional de los leprosos coreanos: un lugar sin retorno para 2.347 víctimas del bacilo de Hansen. Durante su visita a la leprosería de Sorokdo, alabó el diálogo entre budismo y cristianismo. tecimientos iniciaron una escalada imprevisible. Intervino el Ejército y al final de los disturbios nadie estaba en situación de decir con exactitud cuál había sido él balance de las víctimas. Casi setecientas familias lamentaron muertos, heridos o desaparecidos. El Ejército no dio cifras de sus propios muertos. La ciudad de Kwangju tiene también su memoria herida; el hecho de que una parte de aquellas De los 20.000 leprosos que hay en el país, profundamente el dolor. Cristo llamó bendimanifestaciones contara con e l apoyo y la los casos terminales, los rebelde a todo trata- ciones á lo que fa gente llama normalmente participación de estudiantes católicos commiento, sorv traídos a Sorokdo. Todos son dolores, y lo hizo así, porque al redimir plica aún más el juicio sobre aquellas fechas activos Nunca como en este hospital he nuestro dolor le dio un valor inmenso que y hacía ayer más difícil la visita del Papa a visto tantos amputados, tanta ausencia de sólo el corazón creyente puede conocer. esta ciudad. cuerpo en seres todavía vivos. Si las, palabras del Papa podían dar un Juan Pablo II bautizó y administró la confirEn la isla hoy sólo 365 católicos, pero mación en Kwangju, mientras en su homilía desde hace un año rezaban con ellos budis- consuelo a éstas gentes, su gesto entre ellos tas, protestantes y; confucianos para conse- era evidente qué lo estaba dando; se veía en tiabló de reconciliación y de esperanza para, los que sufren opresión Sus palabras han guir la visita del Papá. Hace unos meses es- aquellas sonrisas que a veces eran una sido un anticipo del encuentro que tendrá hoy cribieron al Vaticano. La respuesta la trajo mueca extraña en- un rostro desfigurado. con los estudiantes coreanos en la Universiayer el mismo Juan Pablo II con su venida a Esta segunda jornada del Papa en Corea dad de Seúl. Cada conmoción interna en Sorokdo paja estar cuarenta y cinco minutos Corea ha tenido por protagonistas a los estucon estos enfermos incurables. La ocasión había comenzado en Kwangju, la ciudad capidiantes del país. Fueron las revueltas estufue un nuevo diálogo entre budismo y cristia- tal de una de las regiones más pobres del diantiles las que iniciaron el proceso que nismo. La religión de Buda es un gran ejerci- país. La Iglesia llegó aquí hace sólo medio llevó, en 1960, a la caída de Sigman Rhee. cio para superar él dolor, un laborioso camino Siglo, pero las conversiones en los últimos de ocho sendas para dar sentido a un mundo años han crecido de un modo espectacular. Se repitieron en tiempos del presidente Park. que no es otra cosa sino un inmenso Hirna- Hoy la ciudad, de 800.000 habitantes, cuenta Y ahora hay algunos grupos que en Seúl y en laya de dolor. El Papa vino aquí para comple- con más de 100.000 católicos. otras ciudades organizan protestas que son tar esta intuición budista. El dolor existe, dijo, Pero Kwangju es, sobre todo, una de las reprimidas prontamente por la Policía. El pero ni la pasividad ni la desesperación son Papa no ignora estos hechos: hasta su resiheridas abiertas en Corea. En 1980, tras el los modos de afrontarlo. El dolor tiene más asesinato del presidente Park, los estudiantes dencia en la Nunciatura de Seúl llegó la otra de una cara positiva porque dice at ser hu- de las tres universidades locales se manifesnoche el humo de los lacrimógenos usados mano que será un día más de lo que ahora para terminar una manifestación én la Univertaron pidiendo reformas sociales y políticas. es. Quizá si todos vosotros budistas, católisidad de Sogang que Juan Pablo II visitará Et primer encontronazo con la Policía señaló cos y protestantes, vivís, juntos en verdadera precisamente hoy. el principio de una semana trágica: Los aconhermandad, es. porque habéis gustado tan Caray cruz Recompensa aquienes denuncien proyectos de atentados al Papa Seúl. Aíp La Policía surcpreana ha ofrecido una recompensa de 37.500 dólares a toda persona que facilite informaciones sobre posibles proyectos de atentados contra Juan Pablo II. En un comunicado, la Policía ha pedido a tos ciudadanos que denuncien lo más rápidamente posible a todo sospechoso en posesión de armas o explosivos durante la visita del Papa al país. Las medidas especiales de seguridad que ha adoptado la Policía alcanza también a los católicos que deseen asistir a algún encuentro con el Papa. Todos ellos han sido 1 fichados por ordenador. Un folleto publicado por las autoridades precisa, por otra parte, que los únicos objetos que los asistentes a los actos del Papa pueden llevar consigo son un chubasquero el carné de identidad Los libros de oraciones están prohibidos, así como (os paraguas, radios, cámaras fotográficas, bocadillos, etcétera. El temor ante un posible atentado norcoreano justifica estas medidas que a nadie agradan, ha declarado un portavoz de la Poficía. LA ZARZA INCOMBUSTIBLE Una vez más, durante un viaje papal, la hora de la más alta emoción ha surgido en un hospital. Y es que, desde su atentado, el corazón de Juan Pablo II late más deprisa cuando está cerca de los enfermos. ¿No se han fijado ustedes con cuánta frecuencia aparece ahora en sus discursos el tema del dolor al que recientemente dedicará una de sus más hermosas encíclicas? Ha habido, sin embargo, algo nuevo en esta visita a Sorokdo: el dolor como fuente de acercamiento entre los hombres y las religiones. ¿Qué es realmente lo que acerca, en este islote, a los leprosos católicos y a los leprosos budistas sino el haber sufrido juntos? Las separaciones, las divisiones, las guerras, son asunto de sanos. Cuando uno ha conocido esa tremenda fraternidad que soto enseña el dolor, ¿qué significan los tiquismiquis que habifualmente nos separan? Por eso sólo desde la cruz se puede hablar de ta dignidad del enfermo, y realmente sería difícil amar del todo a un Dios que de alguna manera no hubiera sufrido con nosotros, como nosotros. Juan Pablo II ha sabido intuir (como ya antes señaló el japonés Susako Endo en su estupenda biografía dé Jesús) que una de las mejores aportaciones qué el cristianismo pueden hacer a las filosofías orientales e, precisamente, esta iluminación x; del sentido del dolor. Recuerdo aún cuánto- me impresionó, siendo yo un muchacho, una exposición de pintura de Georges Rouault (su Miserere precisamente porque en ella descubrí que la verdadera fraternidad que une a los hombres con Dios es el dolor y que fue en una cruz donde los hombres y Dios estuvieron más cerca. Ahora seguimos estando cerca de El en los enfermos, en todos los que sufren. Deberíamos descalzarnos al entrar en los hospitales, que son hoy la zarza incombustible en que Dios se manifiesta. J. L. MARTIN DESCALZO