ABC MADRID 23-02-1984 página 97

El príncipe y la ínodéfó y 1 0 hay amores tan ricos como los de un príncipe. Sobre todo en el í j l mundo mágico del teatro, del cine, de la presentación de modelos de alta costura, es decir, de la moda cara. Katie Rabett conoció al príncipe Andrés, hijo de la Reina Isabel II, el mes de octubre pasado. La amistad puede conducir al amor, pero éste no lleva nunca a la simple amistad. Puede- decir o mismo Katie Rabett, asediada ahora por un ejército de agencias para presentar las grandes creaciones de la aguja y el dedal, de firmas dedicadas a la fotografía artística, de empresarios teatrales. Fue suficiente que saltara como un bailarín del Cáucaso la gran noticia: el príncipe Andrés acudió a la fiesta de cumpleaños de Katie, en la casa de ésta, en el barrio londinense de Ealing. Un guateque para celebrar los veinticua- tro años del nacimiento de esa joven atractiva y elegante, con un sentido del humor que hace piruetas en sus ojos. Katie es hija de un ginecólogo, director de los servicios de Sanidad en los barrios de Hammersmith y Fulham de la capital. Un trasfondo de clase media admitido, en su día, para entrar en el palacio de Buckingham. Katie conoció al príncipe Andrés en una exposición de fotografías de la galería Hamilton, efe Mayfair, cogollo aristocrático del urbanismo londinense. Allí había fotos bonitas de Katie y de Koo Star, ex novia del piloto real con veinticuatro años. Pero la atención del aviador se centró en las fotos de Katie. Pobre Koo Star, tan dispuesta a practicar el fuera- ropa semiartístico: el amor hace pasar el tiempo y el tiempo hace pasar el amor. Katie ha bailado con el conjunto Second Generatton. Bailó también en un club nocturno de El Cairo. Tuvo un papel en el filme Real Life que irá a Cannes, y predicó las glorias de la margarina a los adictos a la televisión. Pero, a diferencia de Koo Star, Katie siempre se presentó en público con ropa de abrigo. Cuando se está enamorado no hay calma y, como decía Napoleón, la única victoria en el amor es ponerse las calzas de Villadiego. Lá afición del príncipe a las mujeres bonitas es bien conocida, pero hasta ahora ha sido un fugitivo en el sentido napoleónico. Piensa, sin duda, que el amor es como algunos palacios, en los que la única comodidad está en el vestíbulo. Andrés, el aviador de veinticuatro años, sabe revolotear por los vestíbulos. Alfonso BARRA Jack Nicholson El actor más neurótico de cuantos andan sueltos estos días por la Berlinale tiene más que enfadados a los periodistas, puesto que, lejos de mostrarse condescendiente y efusivo, cual es su fama, ha decidido pasar de todo y conceder tan sólo un par de entrevistas y una rueda de Prensa. Jack, protagonista de Terms of enderments ha ido a Berlín a ver cine y a participar en cuantos saraos oficiales y no oficiales se celebran en el Festival Zanna Hace cosa de un par de años tocaba el piano y otras teclas en el grupo que acompañaba al primer maldito (al menos por orden alfabético) de la música pop de los últimos tiempos: Kevin Ayers. Ahora, Zanna, una sueca que se quedó enganchada de la marcha de España, se lo ha montado por su cuenta y debuta en solitario con la canción estrella de Sal gorda la película del inefable dúo del cine madrileño: Osear Ladoire y Fernando Trueba JUEVES 23- 2- 84 A B C 97