ABC MADRID 03-12-1983 página 52

VI ABC SÁBADO CULTURAL 3- diciembre- 1983 Israel: Una cultura i Hace treinta y cinco años un pastor árabe que conducía su rebaño a orillas del mar Muerto, bajo el escarpado macizo de roca que raja el desierto de Judea, echó a correr detrás de una cabra que trepaba por la pared. El animal, de pronto, se perdió en una de las muchas grutas que agujerean la cadena montañosa. Allí, cuando olisqueaba por todos los rincones, se tropezó con una bolsa de mimbre deshilachada y polvorienta. Cuando llegó, el pastor descubrió unos rollos de piel escritos que, según los investigadores, se conservaban desde hace diecinueve siglos. Pero él, sin duda, no sabía que aquellos manuscritos iban a revolucionar la historia del hombre. La arqueología, a partir de entonces, comenzó a escribirse desde el principio. No es una casualidad; por tanto, que Israel se ufane de tener más de cien museos, conserve sus monumentos con fervor, anime á la población a pasar por las aulas universitarias, reconstruya sus ciudades con una fidelidad asombrosa, facilite Ja labor de los estudiantes, profesores e investigadores, porque la cultura para los israelíes llega a convertirse en su gran obsesión. Cualquier ciudadano conoce con detalle la historia de su país, se siente orgulloso de su pasado- -pese a la pesadilla del holocausto- -y mira con ilusión y esperanza hacia el futuro. La religión y, sobre todo, el orgullo de sentirse judío son, probablemente, los puntos donde descansa la catapulta que ha lanzado a Israel hacia Occidente. La contundencia bélica, los éxitos en las batallas que mantienen con el pueblo árabe no se deben a su riqueza ni siquiera a los posibles apoyos financieros y diplomáticos llegados del exterior. Los zarpazos en territorio enemigó son un ejemplo de la perfección estratégica, de la disciplina de un ejército gracias a esa potencia que supone la fe. que especifica los detalles de un matrimonio que se divorcia. Los restos encontrados en las cuevas del Qumran pertenecían a- la biblioteca de unos ascetas que se refugiaron en aquellas grutas del acoso de los romanos. En su huida hacia el exilio, se llevaron los objetos más necesarios para su permanencia en el desierto. Curiosamente esos escritos les ayudaban a vivir. En las cavernas, prácticamente inaccesibles- -tos investigadores Catorce años antes un hombre llamado Adólf Hitler se encaramaba en la Cancillería de Alemania. Desde el primer momento dio rienda suelta a su gran obsesión: aniquilar al pueblo judío. Fue éste otro día que conmocionó al mundo y que haría tambalear a la Humanidad. Y hoy, cuando el Estado de Israel se desliza con suavidad por el tobogán de la cibernética, mientras camina sin contemplaciones hacia la prosperidad, éstas dos fechas siguen marcando la ruta del pequeño país que araña tres continentes al mismo tiempo: Europa, África y Asia. El amor a su tradición y el recuerdo permanente de ¡as persecuciones que han sufrido mantienen en vilo a u n pueblo que ha logrado en pocos años resucitar de sus cenizas. Y es precisamente Jerusalén la ciudad que resume lav esencia de este país. La ciudad santa, resguardada tras las monumentales murallas, ha sabido mezclar la belleza de su historia con las- necesidades del futuro. El casco viejo, las calles que serpentean en el interior de la antigua fortificación, conservan su aire milenario. La belleza de sus piedras, los arcos romanos, los templos cristianos, las iglesias ortodoxas o musulmanas, las sinagogas pesas barbas ocultándole la cara. Uno se encuentra. también con soldados que aprovechan su tiempo libre para hacer sus oraciones. El futuro sobre el pasado Y extramuros de la ciudad vieja se erige la nueva. Pese a que existe la obligación de construir todos los edificios con adoquines de piedra, se emplean para ello las técnicas arquitectónicas más vanguardistas. Las colinas que rodean la ciudad se van ocupando poco a poco por los nuevos barrios. Es el futuro que respeta el pasado. Los judíos ganan cada año terreno al desierto con bosques de pinos Mientras Tel- Aviv es una ciudad industrial, Jerusalén conserva su misticismo Más de cien museos se mantienen en el pequeño país necesitaron la ayuda de los Cuerpos especiales del Ejército para encaramarse a ellas 1- -se han encontrado también todo tipo de utensilios que revelan el sistema de vida de aquellos hombres: vestidos, vasijas, armas de aceró y madera, estatuillas... Unas reljquias que han desvelado algunos aspectos de los orígenes de la lengua, la religión, la vida, la historia del mundo. En la actualidad estos restos arqueológicos se exhiben, con todos los honores, en el Santuario del Libro, situado en el 1 gran Museo de Israel, en Jerusalén. Masada o la libertad La fortificación de Masada es otro de los recuerdos históricos que más conmueven a los israelíes. La historia y el nacionalismo sé dan la mano. Se construyó hace veinte siglos largos y ahora simboliza la libertad judía. Su historia, desde luego, es más que curiosa. El Rey Herodes, obsesionado por dejar el recuerdo arquitectónico de su existencia, ló mandó construir sobre la misma cordillera que bordea el mar Muerto, en el desierto de Judea. Mascar la Historia De una punta a otra del país, pues, puede uno palpar, mascar. la historia de la civilización, la cultura de la Humanidad. Las cuevas de Qumran, como decía, se han convertido en uno de los más grandes descubrimientos arqueológicos del mundo. Los llamados rollos del mar Muerto han demostrado que el hombre del siglo I no sólo sabía escribir con corrección y elegancia. Poseía, además, unos conocimientos científicos y jurídicos que hoy sorprenden a las expertos. Su inteligencia se demuestra, sin ir más lejos, en unos de los manuscritos hallados. Se trata de un documento El Rey Herodes, con todo, no se contentó con parapetarse en lo alto del macizo, de atrincherarse tras los judías coquetean juntas bajo el cielo fornidos muros de piedra. Instaló en azul de la ciudad. El muro occiden- su interior las comodidades del más tal, llamado de las Lamentaciones, exigente hedonista. Fue capaz de no es sólo un símbolo del judaismo, construir amplios baños romanos un lugar de encuentro de los hom- decorados con hermosas pinturas y bres que todavía esperan fa llegada mediante un sistema de canales del Mesías. Es una reliquia. No en logró llenar de agua unos depósitos vano se trata del único muró que se oradados en plena roca: toda una conserva del templo construido por proeza de la ingeniería, pues la Salomón. Allí se puede observar a montaña, además de gigantesca, es un chico de apenas veinte años en de roca. éxtasis, a un rabino aguantando imUnos años después, sin empasible los aguinazos del sol con su bargo, aquella construcción sobre la sombrero de fieltro negro, la levita cumbre de la montaña tuvo que ser negra hasta las rodillas y unas es- empleada como refugio. Las tropas