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ABC MADRID 02-10-1983 página 81
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  • EdiciónABC, MADRID
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DOMINGO 2- 10- 83- ESPECTACULOS Crítica de cine -ABC. pág. 81 Zelig de Woody Alien Prod. Rollins- Joffe para Warner- Columbia (USA) 1983. Director y guionista: Woody Alien. Fotografía: Gordon Willis. Blanco y negro y color. Música: Dick Hyman. Montaje: Susan E. Morse. Duración: 75 minutos. Principales intérpretes: Woody Alien, Mia Farrow, John Buckwalter, Sol Lomita y Mary Louise Wilson, con la participación de Saúl Bellow, Bruno Bettelheim y Susan Sontag. Versión original inglesa con subtítulos en español y narración doblada igualmente al español. Sala de estreno: Callao. mezclan, formando un conglomerado desde el que se despierta la carcajada, se fustiga el mimetismo, i- -en especial de los judíos como grupo social- se arremete contra el mercantilismo, contra las dictaduras pontificantes, Asegura la sabiduría popular que todos los científicas! o morales, y hasta contra el Kugrandes escritores escriben siempre el mismo Klux- Klan, al que la noble condición de judío libro, como los grandes pintores pintan el de nacimiento y de negro por simpatía de mismo cuadro y los músicos componen la Zelig, no resulta especialmente simpática. misma partitura. Woody Alien, el más grande Woody Alien, más fiel a sí mismo, a lo que de los humoristas norteamericanos del celu- su pensamiento y su cine significan, ha consloide, lleva años y películas rodando la misma truido una especie de quintaesencia de sus cinta, con él de principal y casi exclusivo pro- frustraciones, obsesiones, preocupaciones y tagonista, exponiendo en directo las conse- logros como hombre de cine. Leonard Zelig cuencias de su narcisismo, de su egolatría, es el antecedente histórico, inventado, del de su obsesión por las mujeres, de su preo- propio Alien y la figura central de un mosaico cupación por la influencia familiar judía y de social trufado de sutiles observaciones, de un su inclinación a mirar el mundo desde el crishumor locamente genial, desde cuya base, el tal de sus propias gafas. Alien bromeó con sú pequeño judío neoyorquino pone en ridículo, aspiración a ser Bogart, con el tono intelectual del cine de Bergman y con la traducción no sin una cierta dosis de ternura, a su país, existencial del cine de Fellini, en una serie de a su raza, a su religión, a nuestra civilización películas que asentaron su fama. Y, después y a nuestras costumbres, egoístas y violende Comedia sexual de una noche de ve- tas, comenzando por mirarse en el espejo rano en que jugaba a interpretar a Sha- con la comprensión y la sorna suficientes kespeare, riza e rizo, ejecuta el triple salto para despertar la carcajada ajena. mortal, alcanza el más difícil todavía y No hay, realmente, interpretación. Los acpiensa y realiza Zelig Que no es tores- -comenzando por el propio Alien, que- -además de ser una obra singularmente ori- incorpora la figura de Leonard Zelig- -no ginal, inmersa en ese concepto vago pero aparecen como tales, recogida su imagen, y real de la obra maestra -sino una sutil ex- -sólo en ocasiones- -sus palabras, por el plicación de fondo de su personalidad artís- documental de época, ante cuya cámara tica e intelectual, envuelta en una forma des- se está y no se es y no se actúa Por concertante y divertida. ello, vale su acomodación a las exigencias Porque Zelig construida como una históricas al testimonio de archivo susuerte de documental sobre un personaje plido lo demás- -Alien y Mia Farrow tienen, inexistente, a modo de biografía de una cele- con todo, algunos momentos de auténtica acbridad de tiempos pasados, a quien una serie tuación- -por las voces de los narradores del de personajes- -reales unos, como el nove- supuesto documental. Junto ai cegadoralista y premio Nobel Saúl Bellow, e inventa- mente lúcido talento de Woody Alien, inventor dos los otros- -juzga desde la actualidad, in- de la forma y del fondo de esta inusual pelítercala opiniones de hoy con trozos de cula, hay que señalar la labor del director de noticiarios de ayer, convenientemente falsea- fotografía, Gordon Willis, sacrificando cindos y montados, fabricando, con los rasgos cuenta años de adelantos tecnológicos para de la personalidad de ficción del protagonista, retrotraerse en el tiempo y conseguir imágeuna especie de historia revisada del final de nes como las del ayer remoto y la de la los locos años veinte y de la década si- montadora, Susan Morse, que ha sabido no guiente, en la que brilla la ironía del cineasta- perderse en el bosque de ayeres, reales e inguionista- intérprete, la mirada crítica sobre la ventados, que constituyen el entramado de sociedad, de entonces y de ahora, y su Zelig humor directo, asentado sobre el absurdo coCabría extenderse aún más especulando tidiano, mediante una alteración inteligente de sobre las distintas facetas de esta prehistolos factores que constituyen la ecuación habi- ria inventada de Woody Alien acerca de la tual del comportamiento humano y de la filo- intencionalidad de su autor. Sirva como colosofía cotidiana de miHones de personas, tanto fón señalar que, además, es una película suen Norteamérica como en Europa. mamente divertida, aunque no por ello deje Se suceden los documentales, los movie- de desconcertar a una parte del público. tones ensamblados con filmaciones que pa- Alien, auténtico innovador, maestro del cine, recen de época, con las sesiones psiquiátri- tiene un imprevisible futuro del que cabe cas rodadas como testimonio, con trozos de aguardar, siempre, la sorpresa. la película que Hollywood hizo finalmente, años después. Realidad y ficción se entrePedro CRESPO Falso y genial documental sobre las andanzas de un personaje Imaginario, que sirve de crisol de reflexión sobre el papel del pueblo judio en los Estados Unidos y de diversión Inteligente y disparatada. La guerra del hierro de Umberto Lenzi Producción: Medisa Distrlbuzlone. Director: Umberto Lenzi. Guión: Cario Maleta. Música: Guido y Maurlzlo de Angells. Principales Intérpretes: Sam Pasco, Elvire Audray, George Eastman, Pamela Field. Duración: Noventa y cinco minutos. Salas de estreno: Cid Campeador, California, Novedades, Infante Escasamente estimulantes aventuras prehistóricas en torno al descubrimiento y dominio del metal que da título ai filme. Decididamente, los italianos parecen haberse lanzado a saco a la fabricación de secuelas de películas de bárbaros siguiendo la huella de Conan o prehistóricas siguiendo la de En busca del fuego La ahora estrenada pertenece al segundo apartado. Y no puede decirse que supere, ni siquiera se aproxime en interés, al original. Todo en el filme es formulario, y el primitivismo impuesto de los prehistóricos personajes casa mal con los profundos discursos filosófico- morales que se hace pronunciar a los sabios de las diferentes tribus en acción. De hecho, es la acción en su sentido más elemental, lo único que parece preocupar al realizador. Y ésta se presenta de un modo puramente mecánico. Los personajes son elementales y elemental es la encarnación que de los mismos hacen los forzudos de tumo o, en su caso, las bellas de ocasión. No puede hablarse, en rigor, de interpretación en sentido creativo. Como no puede hablarse, en puridad, de una puesta en escena que sea algo más que la ilustración pura y bastante simple de un guión sin garra. C. S. F. Solana deberá aclarar en el Congreso subvenciones a Miguel Ríos Madrid. Ep El ministro de Cultura, Javier Solana, deberá responder el próximo miércoles, en el Pleno del Congreso de los Diputados, a una pregunta del Grupo Popular sobre las subvenciones otorgadas por ese departamento a los recitales que el pasado verano realizó el cantante Miguel Ríos en distintas ciudades españolas. La pregunta ha sido formulada por el diputado del Grupo Popular José Joaquín Peñarrubia Agius y está planteada en los siguientes términos: ¿Qué criterio ha seguido el Ministerio de Cultura para subvencionar y patrocinar, en colaboración con una marca de refrescos, las actuaciones públicas de un determinado cantante durante este verano? Como se recordará, los conciertos denominados genéricamente El rock de una noche de verano ofrecidos por Miguel Ríos en los meses estivales, fueron apoyados, al menos en lo que a publicidad respecta, por una marca de bebidas refrescantes con sede central en Vitoria y por el Ministerio aludido.

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