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ABC MADRID 03-08-1983 página 19
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ABC MADRID 03-08-1983 página 19

  • EdiciónABC, MADRID
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MIÉRCOLES 3- 8.83- TRIBUNA ABIERTA ABC, pág. l9 Ya pasa por alto esta parte de mi argumentación y parece asignarme lo contrario Por Manuel JIMÉNEZ DE PARGA de lo que yo sostuve. Porque ese mínimo Walter Bagehot, reinar es aconsejar, animar de poder residual de la representación destacado de adverso, podría ser el contenido y advertir. No creo que sea inexacta lo que dice el que Dicey atribuye a los reyes de Inglaterra y profesor es bonito, pero es inexacto se me de otras naciones bien vertebradas Pero yo me esforcé en subrayar que acusa) esta descripción de la en otras latitudes y con otros función de reinar allí, en esas climas de convivencia, en nacionaciones europeas de larga tranes aún invertebradas y de culdición democrática. Reinar aquí, tura cívica mediana, la función en España, es algo distinto. Lo de reinar ha de englobar poderes expuse en aquella conferencia y facultades más amplios que los de Santander y lo tengo escrito; de la prerrogativa descrita por Reinar en España es tarea Dicey Invoqué, por eso, la ardua, difícil y compleja, envuelta preeminencia regia, un concepto en riesgos. No es simplemente elaborado por el belga L. Wodon Ahora es distinto, y yo estoy seguro de que estar presente en el espectáculo en unos momentos difíciles de este intercambio de opiniones, acerca de un de la política y presidirlo. Reinar su patria. asunto político importante, puede ser fructíes arbitrar y moderar el funciofero. Y tanto en esa conferencia de namiento regular de las instituagosto de 1982 como en mis ¿Qué es reinar? se pregunta mi amable ciones. libros sobre estas materias he Que el Rey sea un arbitro no contradictor al final de su artículo. Y resporfde procurado interpretar el estatuto con otra pregunta referida a algo que me atri- le convence a Emilio Romero, Manuel Jiménez del Rey con un criterio jurídicobuye- ¿Ver lo que pasa? para concluir: por la sencilla razón de que a él de Parga poíítico amplio y flexible. Y jamás le gustan más los que salen a No estoy de acuerdo. Catedrático he pensado que aquí, en Espitar en los campos de fútbol. Yo tampoco estoy de acuerdo en que ver Sin embargo hay otros arbitros muy respeta- paña, reinar sea contemplar el espectáculo desde el palco principal lo que pasa sea reinar. bles en la vida española, menos conocidos Pero siempre he situado al Rey por encima Emilio Romero ha debido leer por encima que los deportivos, pero que realizan misiode la política (escrita con minúscula) con el algunos párrafos de mi conferencia, lo cual nes importantes. Por ejemplo, los jueces, en augusto poderío de la realeza me parece muy natural y loable, porque ha cuanto usan del arbitrio que la ley les con- biera Benjamín Constant, arbitró que descriy moderaentresacado de ella una idea que yo expuse cede y aplican sus decisiones arbitrales. dor, nunca parte en los pleitos o jugador en de otra forma. Si no fuese porque la frase inEl artículo 56 de la Constitución, cuando uno de los bandos enfrentados. completa de mi texto le sirve para titular su establece que el Rey arbitra, se está refiHace más de diez años Prévost- Paradol trabajo y para montar sobre ella toda su argu- riendo a todos los posibles contenidos de la presentó en términos fácilmente inteligibles la mentación, no le rectificaría. Hay que ser tole- misión de arbitrar, según las circunstancias teoría del Rey- árbitro, colocado por encima rantes con los que a veces nos imputan afirconcretas de los diferentes momentos históri- de los partidos, no teniendo nada que esperar maciones que nunca hicimos, ni pensamos cos. Porque una Constitución debe redac- o temer de sus rivalidades o vicisitudes, su hacer. tarse con la pretensión de que rija durante único interés, como su primer deber, es obmuchos decenios, durante siglos. ¿Pudieron servar con vigilancia el juego de la máquina Literalmente yo he dicho: Los reyes europrever los constituyentes norteamericanos, peos ejercen ahora sus prerrogativas en pue- 1 por ejemplo, en la asamblea de Filadelfia, lo política con el fin de prevenir todo grave desorden. Este vigilante general del Estado blos de cultura política elevada, formados por que iba a ser el proceso histórico de engran- debe ser el arbitro ciudadanos habituados a la participación decimiento y transformación del modesto EsEl estatuto constitucional del Rey en Escompetitiva, con actitudes y comportamientos tado federal para el que legislaban en aquel pana no es tan insatisfactorio como asegura democráticos generalizados. Reinar allí es verano de 1787? La fortuna de un texto consEmilio Romero. Al leerlo en Ya dudé si escontemplar el espectáculo desde el palco titucional depende en buena parte de las po- taría describiendo las potestades de otros principal, recreándose en el juego de los au- sibilidades que ofrece para ser adaptado a si- Monarcas europeos. Pero conociéndole un tores, de los agentes y de los actores. A lo tuaciones nuevas. El arbitrio del Rey hoy será poco sé que siempre se dirige intencionadasumo, y como lo subrayara en el siglo XIX distinto del de mañana o del de pasado mamente a lo nuestro. Buen periodista, sin duda. ñana. Por eso hay que interpretar la regla, que debe permanecer invariable, según los momentos de normalidad o de anormalidad Chalets adosados que vayan presentándose. Romero dedica uno de sus comentarios en YA El palco principal (29- 83) a la conferencia que pronuncié el 20 de agosto de 1982 en la Universidad Menéndez Pelayo sobre El estatuto del Rey en España y en las Monarquías europeas Le agradezco sinceramente la atención que presta a mis cosas y su apertura a un diálogo de entendimiento. Como el suele decir, debemos consolidar el régimen de libertades públicas y de participación ciudadana con la colaboración de todos, olvidándonos de la época en que defendíamos tesis tan distintas, apoyadas en principios tan antagónicos, que no era posible alcanzar un mínimo de coincidencia. REINAR AQUÍ ES ARBITRAR Y MODERAR de lujo EN RÉGIMEN DE COMUNIDAD LOS JARDINES DE MIRASIERRA i PUER 1 A DE HIERRO Piscina, tenis, jardines individuales FACILIDADES HASTA 15 AÑOS Información: calle Doctor Fleming, 23, 1 dcha. Tels. 250 8319- 259 64 67 I MAJADAHONDA El Diccionario de la Real Academia nos ilustra con tres significados del verbo arbitrar: a) Arbitrar es proceder uno libremente, usando de su facultad y arbitrio; b) arbitrar es ingeniarse; c) arbitrar es dar o proponer arbitrios. Emilio Romero se lamenta del estatuto excesivamente limitado que se concedió al Rey en la Constitución. A esta queja le conduce su visión unilateral del arbitro sentando en el palco principal o pitando en el campo de fútbol. Pero, ¿no es también arbitrar proceder uno libremente, usando de su facultad y arbitrio? ¿No k) es ingeniarse? ¿No lo es dar o proponer arbitrios? Creo que empezaremos á aproximar nuestras posturas en este debate cuando nos olvidemos un poco de los arbitros deportivos y nos fijemos en el amplísimo campo del arbitrio judicial, por ejemplo, o del arbitrio político concedido a los jefes de Estado en muchas naciones. En mi conferencia distinguí la prerrogativa regia de la preeminencia regia. Mi crítico de El acQndidohadcwr de aire transportable. Instalación inmediata. í Frío- Calor sobre ruedas. BELAIR, S. A C Modesto Lafuenfe, 63 Tel. 253 62 66

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