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ABC MADRID 28-06-1983 página 3
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ABC MADRID 28-06-1983 página 3

  • EdiciónABC, MADRID
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EDITADO POR PRENSA ESPAÑOLA SOCIEDAD ANÓNIMA 28 JUNI O 1983 FUNDADO EN 1905 POR DON TORCUATO LUCA DE TENA N buena parte del m u n d o muy especialmente en la América hispánica, hay movimientos subversivos extremadamente violentos: guerrillas que pueden ser ejércitos, guerrillas urbanas equipos encargados de atentados aislados contra personas, establecimientos o instituciones, secuestros de aviones (o de personas) etcétera. La gravedad de estos hechos es notoria. La ilimitada atención que les dedican los medios de comunicación la multiplica por un factor variable, según los lugares, pero que, sin duda, la acentúa. Hay una idea muy difundida- -y favorecida por la mayor parte de los comentarios- según la cual la subversión nace por las condiciones de pobreza de algunos países y por la existencia de dictaduras opresoras en ellos. La guerrilla sería- -se dice- -la única salida allí donde no hay vida política, ni elecciones, ni libertad de reunión o de expresión. Es indudable que allí donde esto ocurre quedan pocos medios de actuación, y tal situación es un estímulo para la violencia. Pero si se examina con un poco de rigor el panorama, esta explicación resulta, por lo menos, insuficiente. Hay muchos países, en casi todos los continentes, y no hay que excluir Europa, en que esas condiciones de opresión y falta de libertad política son evidentes, y, sin embargo, no hay en ellos guerrillas subversivas. ¿Por qué? Porque esas dictaduras son de tal modo férreas que aplastan el menor intento de oponerse a ellas y eliminan hasta la posibilidad de que se organice un movimiento de ese tipo. La resistencia es, a lo sumo, pasiva, por ejemplo, mediante la salida del país, si es posible. Es curioso que cuando se habla- -y se habla mucho- -de los exiliados políticos de los países americanos se olvide a Cuba, país que en 1959 tenía menos de siete millones de habitantes y que, a pesar de su condición insular, ha tenido una emigración política incomparablemente mayor que la de los restantes países americanos juntos. Y todo ello dura ya veinticuatro años sin esperanza de elecciones ni otra clase alguna de libertades. ABC era el Gobierno peruano y no la Junta militar a pesar de que, entre otras cosas, confiscó los periódicos y los entregó a organizaciones afines) Desde hace tres años, el Perú ha vuelto a ser una democracia, regida por el mismo presidente Belaúnde, elegido por el voto popular por segunda vez, tan pronto como en el Perú se han celebrado elecciones. Y en el Perú hay partidos políticos, libertad de expresión, discusión de los asuntos en el Congreso, todos los atributos de la democracia. Pero ya tiene su guerrilla organizada, y bien violenta. ¿Para reclamar la democracia y la libertad? No, para acabar con ellas. El ejemplo es de claridad deslumbradora, pero no hay peor ciego que el que no quiere ver. Se dirá- -retirándose a otra trinchera- -que en el Perú hay libertad democrática, pero hay pobreza. Mucha, sin duda. Pero no se lucha contra la pobreza destruyendo la riqueza, impidiendo que se cree; y, lo que es más grave, buscando los modelos políticos que sirven en todo el mundo para perpetuar y agravar la pobreza, mientras que todos los países que gozan de prosperidad, que han eliminado la miseria y han reducido la pobreza a un resto superable son los que han conseguido eficazmente un sistema de libertades. La pobreza, que ha sido durante milenios simplemente la condición del hombre, se ha ido superando mediante la combinación de la técnica occidental y la libertad democrática, también occidental. Y el mundo, después de unos años de prosperidad sin precedentes, originada en Norteamérica, extendida muy pronto a Europa, al Japón, a Australia- -países occidentales socialmente, estén donde estén- y que se estaba difundiendo por otros continentes, ha iniciado en el último decenio una recaída amenazadora. ¿Por qué? No voy a intentar una explicación económica del fenómeno, porque no soy economista, pero creo que los que son sólo economistas no la encuentran fácilmente, porque la economía es una disci- REDACCIÓN ADMINISTRACIÓN Y TALLERES SERRANO, 61- MADRID- 6 E EL ORIGEN DE LA SUBVERSIÓN En el otro extremo tenemos el Perú, una de las pocas democracias de Hispanoamérica. Es una nación que ha pasado por situaciones dictatoriales, la mayoría de las cuales con una apariencia de libertad y promesa de pronta democracia que, en general, no ha tardado demasiado en cumplirse. El actual presidente, Fernando Belaúnde, fue elegido democráticamente en 1963, hace ahora veinte años; antes de que terminara su mandato fue depuesto por la fuerza por un grupo militar de tendencia izquierdista y hostil a los Estados Unidos (lo que le valió la benevolencia de muchos medios de comunicación, para los cuales CERÁMICAS DE ALTA CALIDAD paz y clan pavimentos y revestimientos cerámicos Exposiciones: Alcalde Sainzde Baranda, 61 Rodríguez San Pedro. 5 Ora. de Valencia. Km. 25.500 Arganda del Rey (Madrid) plina histórico- social, cuyos problemas no se esclarecen con una visión intraeconómica. Creo que debería examinarse la desconfianza que, por motivos políticos, se ha logrado inducir en los propios economistas, que parecían haber entrado en lo que Kant llamaba el seguro camino de la ciencia y están más o menos dispuestos a abandonarlo; a lo cual hay que añadir la perturbación- -de motivos políticos también, y no económicos- -que se dirige contra la economía mundial, especialmente en lo que afecta a la energía. Hay que buscar mejor los orígenes de la subversión. Hay que preguntarse qué se propone, qué busca, a quién le conviene (la vieja pregunta decisiva: cui prodest? Una vez que se haya determinado su fuente será posible preguntarse qué se puede hacer, cómo superarla. Lo más grave es que los que se ocupan de estos asuntos- -y muy especialmente de los internacionales- -parecen tener ojos de mosca, compuestos de innumerables pequeños ocelos o facetas. Es sorprendente la tendencia a ver cada cosa aislada, sin establecer conexiones, sin ver las coincidencias, la unidad de propósito, las relaciones entre los protagonistas de acciones aparentemente dispares. Y esto hay que aplicarlo a las subversiones grandes y pequeñas, a las que alcanzan volumen de guerras y a las que permanecen- -de momento- -reducidas a una escala menor; a las que tienen pretextos distintos y que pueden parecer divergentes. Durante un cuarto de siglo (desde el final de la guerra mundial hasta hace cosa de veinte años) el mundo había mejorado de manera prodigiosa. El incremento de la riqueza, la justicia y la libertad, las posibilidades técnicas, la difusión de la cultura habían avanzado a un ritmo nunca antes conocido. Era más de lo que podían soportar los que no quieren que el hombre sea libre y con algunas posibilidades de ser feliz, si la suerte lo acompaña. Siempre ocurre así. Los extremistas- -de todo color- -son el freno de la Historia. Siempre que se está haciendo algo interesante, sobrevienen y se apresuran a destruirlo y dar marcha atrás. Esta vez las cosas habían ido muy lejos. Se podía ver en el horizonte la eliminación total de la miseria; se había despertado un fuerte sentimiento de solidaridad y deseo de justicia; preocupaban los males ajenos; los occidentales y los que seguían sus principios se estaban acostumbrando a usar con naturalidad la libertad. Creo que la fuerza de todo esto es inmensa; pero con una condición: que los autores de todo ello no lo olviden, no se dejen tentar, no le vuelvan la espalda. Y, por supuesto, que no estén dispuestos a entregarse. Julián MARÍAS de la Real Academia Española

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