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ABC MADRID 04-06-1983 página 43
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ABC MADRID 04-06-1983 página 43

  • EdiciónABC, MADRID
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SÁBADO 4- 6- 83 UANDO el piloto sevillano Pedro de Ledesma se lanzó valientemente al agua para recorrer más de una milla cuajada de tibunes y barracudas, no pudo menos de considerar la temeraria imprudencia que el almirante don Cristóbal Colón acababa de cometer. Con la insensata intención de que poblasen en aquel maldito lugar había dejado a su hermano, el adelantado don Bartolomé, al mando de indios enemigos y feroces, en tanto él pensaba regresar a Castilla para informar a los Reyes de los nuevos descubrimiento en tierra firme que realizó en esta su cuarta travesía del océano. Cierto que les dejó un navio, pero en caso de peligro les sería harto difícil huir en él, porque la desembocadura del río se cerraba con frecuencia por la acumulación de arena, y sólo se hacía navegable cuando los temporales limpiaban la bocana. ¿Olvidó el almirante lo que aconteció con los hombres que dejó en el famono fuerte de Navidad construido con los despojos de la nao capitana Santa María durante su primer viaje? Cuando regresó a por ellos en su segundo peripto ni uno solo quedaba vivo. ¿Quería que ahora se repitiese la historia? Pero si grande era la temeridad de abandonar allí a aquel puñado de valientes, mayor fue la osadía de encomendar a la barca auxiliar de la carabela que remontase el río Belén, a remo, hasta que el agua salada de la desembocadura se trocase en dulce para llenar con ella las pipas antes de retornar a Castilla. CULTURA A B C 43 Cuando al cabo de doce meses y cinco días, deshechos ya los equívocos, le fueron enviadas dos embarcaciones para rescatarles, sus dos carabelas totalmente Torcuata LUCA DE TENA inservibles, quedaron (De la Real Academia Española) abandonadas. Estas embarcaciones. La primera, en este río fueron la tercera y cuarta naves perdidas por Belén, donde insensata e irreflexiblemente Colón en su último viaje. No tengo noticias de pensó fundar la primera población española que se haya intentado el rescate de las abande tierra firme. donadas en Belén y en Porto Bello, nombres Con sólo tres naos emprendió desde aque- geográficos que, en la actual república de Palla tierra, que los indios llamaban Veragua namá, aún conservan su antigua toponimia. (hoy Panamá) el frustrado retorno a España, No obstante, me consta que se está trabaen el que habría de ser el más desdichado de jando para rescatar lo que quede de las pertodos sus marítimos trayectos. ¡Mal había co- didas en Jamaica. Una de las expediciones menzado este doce meses atrás! Cuando re- investigadoras corre a cargo del Instituto of cién cruzado el océano quiso entrar para re- Náutica! Archaelogy, bajo la responsabilidad parar una carabela al puerto de Santo del joven y culto profesor Roger C. Smith, a Domingo, el comendador Ovando le prohibió guien tuve la satisfacción de conocer en la entrada. Ahora se dirigía de nuevo allí para Puerto Plata, la ciudad fundada por Nicolás refugiarse, pues en las tres carabela que lle- de Ovando en el primer lustro del siglo XVI. vaba, medio desmanteladas por el oleaje y Desde donde escribo estos comentarios. El comidas por la broma- -ese gusanillo de las profesor Smith me habló de un grupo de esaguas tropicales que se alimenta del madera- pañoles que también trabajan en Jamaica men de los buques- el agua entraba por para lo mismo. ¡Lástima no haber anotado todas partes. Tal cierto era esto que, al llegar sus nombres, pues el profesor se ha reintea la altura de Porto Bello, hubo que trasladar grado ya a la Universidad de Texas de donde a los hombres y los pertrechos (así como los es catedrático de arqueología náutica! La situación de los dos últimos navios que rescates de oro que hicieron en Honduras, Nicaragua y Panamá) a las dos naos en capitaneó Colón en vida está documentada. mejor estado y abandonar otra de ellas a su Escribe Fernández de Oviedo: En aquesta suerte: ésta fue la segunda nave perdida por manera de vida trabajosa estuvo un año el Colón, en el que habría de ser su último almirante e los cristianos que le quedaron, viaje. Navegando hacia el Noroeste y en las durmiendo e habitando en los navios que escercanía de dos islotes, entonces llamados taban al través, anegados hasta la cubierta dentro del agua de la mar, junto a tierra, e Diez días hacía ya que el batel, que era el De las Tortugas y hoy Pequeño y Gran dentro del puerto donde agora esta la ciudad único que quedaba a bordo, se adentró por Caimán al sur de Cuba y al oeste de Ja- de Sevilla que es la primera población de aquella corriente, aguas arriba, sin que hu- maica, los dos restantes veleros chocaron aquella isla. E, allí cerca, está el puerto que biese regresado. Entretanto, los otros tres uno con otro empujados por temibles tormen- se dice Sancta Gloria navios de la flotilla esperaban en alta mar sin tas, quedando tan descalabrados y fuera de Y, Bartolomé de las Casas- -quien toma otra protección que la de sus febles anclas uso que apenas pudieron alcanzar una ense- este relato de Fernando Colón que acompañó nada de Jamaica donde los encallaron volunpara resistir los embates de las corrientes. En a su padre en su cuarto viaje- -precisa: Patodo esto pensaba el corajudo andaluz mien- tariamente, aun a sabiendas de que en aque- sado el día de San Juan llegaron a otro tras se acercaba nadando a tierra para tener lla isla no había población alguna de puerto llamado Sancta Gloria con el mismo noticias de lo ocurrido, cuando, de súbito, vio cristianos y que aquellas aguas no correspon- peligro y trabajo, y en él entrados, no puacercarse, flotando y empujado por la co- dían a ruta alguna por donde surcaran navios diendo ya más contener los navios, encallárriente del río, unos bultos informes sobre los desde o hacia la isla Española. ronlos en tierra lo más que se pudo, que sera que volaban multitud de pájaros. Pedro de Ya escribí en un artículo anterior de esta un tiro de ballesta della, juntos el uno con el Ledesma quedó espantado al comprobar que misma serie que si el segundo viaje colom- otro, bordo con bordo; y con muchos puntales eran cadáveres humanos sobre los que se bino fue su Domingo de Ramos, éste de de una parte y de otra, los firmaron de tal cebaban las aves carroñeras. ¡No tardó en ahora fue su calvario. Enfermo y encamado a manera, que no se podía mover, los cuales reconocer por sus harapos a los remeros del causa de la gota; sublevada media tripulación se hinchieron de agua hasta casi la cubierta, batel! La nao- capitana había perdido su único contra su autoridad, varios de cuyos hombres sobre la cual, y por los castillos de popa y bote auxiliar y a toda su tripulación, que por dos veces quisieron asesinarlo; acabados proa, se hicieron estancias donde la gente se ahora flotaba en el ría, asaetados sus cuerlos bastimentos que traían a bordo; agotados aposentase. Y, más adelante, añade: pos de flechas y devorados por pájaros inlos objetos que llevaban para canjearlos con donde después, algunos años pasados, mundos y voraces. Espantado de cuanto los indígenas por alimentos; diezmados los cuando allí fueron a poblar españoles, hiciepocos leales por el hambre, las enfermeda- ron un pueblo que llamaron Sevilla La reveía; procuró caminar tierra adentro hasta divisar la carabela de don Bartolomé Colón fon- des (cuando no muertos a manos de los na- pública de Jamaica, a pesar de ser hoy anturales) Colón y los suyos permanecieron glófona, ha conservado los antiguos nombres deada en el río. Se acercó hasta el poblado, atrapados en aquel cepo desde el 23 de junio donde los 80 hombres- -desmoralizados por de 1503 hasta el 28 del mismo mes de 1504, geográficos. En el proyecto respecto a estos la matanza de los del batel- -se disponían a dos rescates, escrito porel profesor Smith, se trasladarse a la costa para huir de ahí, con el fecha en que fueron liberados, quedando habla de Sancta Gloria Bay y, en casteabandonadas por inservibles las dos carabeadelantado al frente. Como aquellos días la las que redondean el catálogo de las pérdi- llano, de Sevilla la Nueva bocana de aquel puerto fluvial estaba cegada Para no ahorrar a Colón un ápice del das por Colón en el último, penosísimo peripor los cascajos y la arena tuvieron que mucho dolor físico y moral que sufrió en esta plo de su vida de gran navegante. abandonar la embarcación. su cuarta aventura americana, al desembarAgrava tan penosa situación el hecho de car en España en los últimos meses del Cuando se escriba la historia de los naufragios españoles en el Nuevo Mundo (empresa, que el gobernador Ovando no quiso enviarle aciago año del Señor de 1504, el destino le. que estoy tentado de emprender y de la que socorro alguno, ni atender a los emisarios, a deparó otra hondísima pena: la Reina Católos que envío a remo, en piraguas de indios, lica- -que no debería denominarse Isabel de estos artículos no serían sino un pálido espor creer el gobernador de La Española que España, o de Castilla, sino Isabel de Amébozo) no hay que olvidar que Colón en su cuarto y último viaje perdió la totalidad de sus Colón permanecía allí no por imposibilidad de rica- acababa de fallecer. navegar, sino adrede, para entregar las tierras por él descubiertas a una potencia extranjera enemiga de Castilla. Más tarde, el almirante escribiría a la Reina: ¿Quién creerá que un pobre extranjero se hubiese de alzar en tal lugar contra Vuestas Altezas, sin causa REVISTA A DEL y sin brazo de otro Príncipe, y estando sólo RESIDENCIA CASA SOLAR entre sus vasallos y naturales, y teniendo SANTO DUQUE DE GANDÍA todos mis hijos en su Real Corte? A k que, V BUtE HUESTRO Individual con pensión: 2.480 pesetas diarias. Dos con gran acierto, comenta tray Bartolomé ae personas (familiares) 3.780 pesetas dianas PÍDALA ÍH SU KIOSCO HABíTUAt. Ttféitt 1 S 7- 2 WW tt tíMW) 2 7 S 2 16 JJ 7) las Casas: Estas son sus palabra y razones, o en Gran V h Carlos m 38. M las cuales, de cierto, no son frivolas. (Autobuse 41,46,75 Aúet MVÍMS. tti MrM 4 C La Historia sumergida EL ULTIMO VIAJE 3. a EDAD

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