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ABC MADRID 28-04-1983 página 18
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ABC MADRID 28-04-1983 página 18

  • EdiciónABC, MADRID
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18 ABC OPINIÓN Planetario ZIGZAG Crédito gigante Crece el nerviosismo interior y exterior en torno al posible crédito gigante que el Estado español pudiera gestionar en el mercado internacional de capitales. Proponer un nuevo préstamo de dos mil millones situaría nuestra deuda exterior en 32.000 millones de dólares, lo que equivaldría a alcanzar un techo sudamericano o polaco de endeudamiento Unido a nuestro nivel de inflación, a nuestro desequilibrio comercial y a nuestro déficit público, el nuevo préstamo nos colocaría por muchos años entre las economías enfermas. Hay que aguantar la racha, trabajar más y apretarse el cinturón. JUEVES 28- 4- 83 Panorama CUETO, EN MONDOÑEDO ONDOÑEDO ya no existe. No resuenan ya entre los tellados de aceiro e prata quebrando un silencio de siglos, medieval y mágico, los latines litúrgicos que volaban al par de los murciélagos y todos los horarios están tergiversados Aunque pisa las calles empedradas del amanecer, el escritor joven que ha ¡do en autobús desde Lugo a Mondoñedo comprueba que Mondoñedo ya no existe. Para Juan Cueto, ese joven escritor, Mondoñedo ha dejado de existir, puesto que ya no vive, no habita la vieja urbe Alvaro Cunqueiro, en cuya prosa había nacido otra ciudad que no es esta que, en sentimental peregrinación en busca del escritor desaparecido, ahora visita. Sin duda, pienso yo, no es que Mondoñedo no exista, sino que existen muchas Mondoñedo. Mi viejo y nunca visto amigo Nietzsche lo explicaría diciendo que los ilimitados recursos del Universo deben producir tierras exactas a éstas. Como Dante, negado por Beatriz soñó a Beatriz, Juan Cueto ha soñado el Mondoñedo gregoriano y mágico de Cunqueiro. Uno de los infinitos Mondoñedos para el cual nunca existió el joven escritor, porque era una ciudad, espejismo literario la llama él, hecha de vapores, de mirajes- -palabra azoriniana- -nuncupatorios dejados en el aire por la magia de Merlín y sus compañeros. La herencia galaica de este asturiano que es Cueto consiste, pues, en una urbe que ya no existe y en un premio a cuya entrega asisto esta noche y que lleva el nombre de otro escritor: César González Ruano. Dejó escrito César que en el artículo o la crónica- -él era maestro- -nada hay más general que lo personal, ni nada más objetivo que lo subjetivo. París- -escribía César- -es para los extranjeros un acordeón que suena en la memoria. Mondoñedo es para Cueto, para cuantos nunca pisaron sus calles de piedra, pero deambularon por ellas al aire de la prosa de Cunqueiro, un vago trotar de caballos, un eco de litúrgicos latines, una atmósfera de ensalmos, el invisible remolino de la capa del mariscal Pardo de Cela. LA OPERA, PEKÍN Y MADRID NTRE un ¡Papá, sí se entiende todo! y un Donde esté el barbero de Sevilla... se podrían resumir las diversas actitudes de los miles de madrileños que han pasado durante estos días por el teatro Monumental para contemplar, muchos de ellos por vez primera, ese fastuoso espectáculo que conocemos en Occidente como Opera de Pekín. La primera de estas frases se la oí a un chaval de doce a trece años durante la representación de la obra Conmoción en el reino celestial La segunda fue pregonada en el patio de butacas por un conocido reportero poco después de concluir e) acto correspondiente a Los ocho inmortales atraviesan el mar con el que se cerró la antología representada el día del debut de la Compañía de la Opera de Pekín en Madrid. Ambas frases, seguramente sinceras, sintetizan dos posturas hasta cierto punto previsibles en un público no iniciado que ha acudido al teatro con más miedo que vergüenza por su desconocimiento de una de las formas escénicas más refinadas que goza del aplauso de millones de personas desde hace varios siglos. El recelo, cuando no la retranca, por lo que pudiera salir de detrás del telón, se reflejaba en la cara de más de uno de los espectadores. En parte la culpa es de quienes conociendo, aunque sólo sea someramente, de qué va el asunto, no hemos advertido de antemano que no se trata en absoluto de ópera ni nada que se le parezca. En un país donde la incultura musical roza cotas alarmantes, donde gran número de ciudadanos apenas conoce de los chinos más que su afición a comer arroz con palillos y que son quienes dieron su nombre a un juego que se practica con tres monedas escondidas en la mano que sirve para ganar carajillos de Magno a los amiguetes en el bar, es aún hoy muy arriesgado presentar de sopetón un espectáculo de dos horas que se llama Opera y se apellida de Pekín. Demasiado éxito ha tenido a juzgar por los números de taquilla. Lo primero que tenían- -teníamos- -que haber dicho es que cualquier parecido con Rigoleto o incluso con Madame Butterfly no era ni tan siquiera pura coincidencia. Que la música, aun siendo extraña a nuestros oídos, sólo sirve de acompañamiento a los actores. Que la palabra, aun estando en chino, no es exagerada en su duración y siempre da pasp al movimiento. Que el actor cómico Liu Zizhong es algo así como un Marcel Marceau de la pantomima china. Que la actriz Lin Yan despeja venablos como Arconada despeja balones. Que a Li Guang, en su magistral encarnación del rey de los monos, a caballo entre la comicidad hilarante y la reflexión filosófica, se le podría colgar la etiqueta de el Charlot amarillo Y tantos otros símiles facilones que hubiesen acercado la Opera de Pekín a los patrones visuales que conocemos y admiramos. Pero se empeñaron- -nos empeñarnos- -en presentar este acontecimiento escénico tal y como es, con sus auténticas definiciones alejadas del tópico inexacto y deformante. Unos, como el niño que se asombraba de comprenderlo todo a pesar de lo que le habían dicho los mayores, fueron capaces de dejar sus prejuicios- -si ¡os tenían- -en el guardarropas junto con el abrigo. Otros, sin embargo, trataban de comparar el tocino hispánico con la velocidad china. Algunos ni eso. Fernando PASTRANO M E Moran ausente Ayer se reunió en Estrasburgo el Comité de ministros del Consejo de Europa, con la sola ausencia del jefe de la diplomacia española, don Fernando Moran. La sesión, presidida por el ministro belga de Asuntos Exteriores, señor Leo Tindemans, no trató asuntos irrelevantes: la agenda estaba encabezada por las relaciones Este- Oeste y los resultados de la Conferencia de Madrid. Para hoy se anuncia la llegada a Estrasburgo del ministro de Justicia español. Pero el Consejo de Europa sigue sin noticias del señor Moran. Se extiende el rumor de que el ministro español presentaba ayer la reedición de su novela También se muere el mar libertad de expresión No sólo los dirigentes de los sindicatos policiales están en desacuerdo con el ministro Barrionuevo, sino que hay otras discrepancias que dejan perplejos a quienes las escuchan sin querer. Un secretario de Estado y un director general mantenían el siguiente diálogo a la salida de la cena de entrega del premio González- Ruano (hotel Ritz, primera hora de la madrugada de ayer, delante de una pequeña cola para la recogida de abrigos) Secretario de Estado: Este tío, Barrionuevo, es un fascista de mucho cuidado. Director general: Con lo bien que estaba de teniente de alcalde. Efemérides Celebración socialista en Bilbao del centenario del nacimiento de Indalecio Prieto, adalid del realismo del PSOE en los tiempos aciagos de la II República. La efemérides ha tenido menos focos que los fastos de la repatriación de los restos de Largo Caballero. Dos signos, dos rostros, dos almas. Una contradicción. Y un problema. -OVIDIO. Por la prosa de Juan Cueto entra en la nueva estirpe o legión de los premios González Ruano la generación de los nuevos periodistas y escritores que nacieron en los años del racionamiento, tanto de pan como de ciertas formas de la cultura. Como César, el escritor encuentra lo objetivo en lo subjetivo. Niega la realidad material. Le superpone otra, literaria. Todo lo que no es nostalgia es imitación escribió una vez González Ruano. Cueto escribe ese artículo prePresidente- Editor miado desde la nostalgia de lo no GUILLERMO LUCA DE TENA visto, o sea, en un círculo dantesco que prefiere lo imaginado a Director lo real. Un mundo en el que todo LUIS MARÍA ANSON es recurrente y puede repetirse Subdirectores siempre de otra manera gracias a Miguel Torres, Francisco Giménez- Alemán, Manuel Adrio, los ¡limitados recursos del UniDarío Valcárcel, Rafael de Góngora verso. Las apariencias de las cosas Director general son el pan, Salvador de MadaJUAN MANUEL GONZALEZ- UBEDA riaga lo entendía así, del perioProducción: Santiago Barreno. Comercial. José Aurelio Herreros de Tejada. dista. Bajo las apariencias, como Personal: César Conde Financiero: Ismael Laguna Proceso de Datos: bajo la corteza, está la miga, ha Vicente Peña. Publicidad: Luis Escolar. Circulación: Gonzalo Toraño de hacerse el pan verdadero de lo Teléfonos: Centralita (todos tos servicios) 435 84 45. 435 60- 25 y 435 3 1 00 que existe porque lo hacemos ABC existir nosotros. Publicidad: 435 18 90. Suscripciones: 435 02 25 Aportado 43 Lorenzo LÓPEZ SANCHO Prensa Española, S. A.

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