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ABC MADRID 15-08-1982 página 3
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ABC MADRID 15-08-1982 página 3

  • EdiciónABC, MADRID
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EDITADO PRENSA SOCIEDAD M A D POR ESPAÑOLA, ANÓNIMA R I D FUNDADO EN 1906 POR DON TORCUATO UJCA DE TENA A B C es independiente en su línea de pensamiento y no acepta necesariamente como suyas las ideas vertidas en los artículos firmados ABC -insisto, por todas partes- -se ha insistido en negar toda novedad, aquello que va más allá de ese gastado y arcaico esquema, inaceptable hace medio siglo. La pérdida de la fe en sí mismo, el temor a la propia personalidad, el preferir ser reflejo pálido de otros más intensos- -aunque sean más torpes- la indecisión, la opacidad, la inercia, todo eso ha llevado a un aflojamiento de los resortes, finalmente a la disgregación. Añádanse las pequeñas ambiciones personales- -o las ambiciones de los pequeños- las rivalidades, todo eso, tan humano, que no importa cuando hay la pasión de una empresa creadora, cuando un viento de entusiasmo lo arrastra todo, pero en un ambiente de mediocridad y apatía rebrota con fuerza destructora. Añádase, sobre todo, un factor con el cual siempre hay que contar en esta época: el rencor contra la excelencia, que tantas cosas inexplicables explica. El frente más visible de la política española está dominado por la desunión; pero en los otros partidos apenas menos. Lo que pasa es que cuando los miembros de UCD se van, todo el mundo lleva la cuenta; cuando los de otros partidos hacen lo mismo- -o los echan- inmediatamente se olvida, o se lleva la cuenta de las incorporaciones a aquellos otros adonde han ido a parar. Y ¿no es desunión el hecho de que en el Partido Socialista su secretario general presente una figura y pronuncie unas palabras tan distintas del tono habitual en el partido? Si se hace el esfuerzo imaginativo de pensar, en el hipotético caso de un triunfo electoral, la lista de nombres de un Gobierno socialista, ¿cuál podría ser? Y ¿a qué se parecería, qué ofrecería como proyecto colectivo para los españoles, con qué grupos se apresuraría a unirse? Pensaría quizá el lector, al llegar aquí, que he encontrado una España dividida y en crisis, amenazada de discordia, verdaderamente inquietante. Sería una conclusión precipitada. La inquietud no me falta; REDACCIÓN, ADMINISTRACIÓN Y TALLERE S: SERRANO, 61- MADRID A GOSTO suele ser en Madrid un mes apacible, vacío, casi deshabitado, dominado por una calma que ronda con el tedio. No pasa nada, y por un momento se tiene la impresión de que no va a pasar ya nunca nada. Pero esta vez, al volver de dos meses en Washington, con una sabrosa- -y aleccionadora- -escala en Puerto Rico, todo es diferente. Se sienten por todas partes salpicaduras de oleaje, y quizá por eso la ciudad parece más fresca. El estado de ánimo de muchos periódicos y de algunas gentes particularmente interesadas por la política- -sin excluir a las de medios gubernamentales- -me ha traído a la memoria un viejísimo recuerdo de hace más de cuarenta años, cuando la guerra civil iba de vencida- -y nunca mejor dicho- Un recluta de la quinta del 39, recién movilizado y retenido en Madrid en vagos menesteres burocráticos decía: ¡Tengo unas ganas de que me lleven a Infantería! Un compañero, asombrado, le preguntó: ¿Por qué? La respuesta fue: Para no estar todo el tiempo temiendo que me lleven a Infantería. Así hablan muchos del supuesto triunfo socialista en las próximas- -más o menos próximas- -elecciones. Es un hecho notorio la aceleración del proceso de disolución de la Unión de Centro Democrático, ya iniciado hace más de año y medio. Parece un proceso de división celular; si se lo mira así, con ojos biológicos, no se entiende bien, a menos que se descubra un extraño impulso suicida; pero si se lo considera como debe ser, social, política, históricamente, es bastante comprensible: los hombres están juntos para hacer algo juntos; es una empresa lo que los une; si ésta se desvanece o deja de ser atractiva, se disgregan. Fue UCD una magnífica empresa, que realizó una transformación de España tan admirable- -con todos sus defectos- -que empieza a parecer increíble, que es incluso negada por aquellos cuyo principal enemigo ha sido siempre la verdad, los cuales vienen a decir que no pasó lo que pasó, que no hemos pasado de una dictadura a una democracia, de una autocracia fundada en la fuerza a una Monarquía fundada en la Ley, de la exclusión de innumerables españoles a la plenitud de derechos de todos, de una libertad política nula a una de las más plenas del reducido mundo en que existe, de la guerra civil como criterio de diferenciación a la aceptación del derecho a ser cada uno quien es. En un artículo del 12 de febrero de 1981 (entre la dimisión de Adolfo Suárez y el 23 de aquel mes, prólogo hoy a Cinco años de España) hablaba de la fatiga de la originalidad, de cómo muchos se estaban ya cansando de no ser gregariamente derechas o izquierdas de no volver a lo ya trillado, ensayado, fracasado. Por todas partes DOMINGO 15- 8- 82 ESTADO DE DESUNIÓN JOYERO Goya, 27- Madrid BRILLANTES- ESMERALDAS JOYAS ESPECIALES ALHAJAS OCASIÓN PLATA ANTIGUA Y MODERNA pero no es muy reciente. El artículo antes citado terminaba con estas palabras, escritas hace exactamente año y medio: Lo que importa es que no se inicie una siniestra marcha atrás hacia lo ya ensayado y fracasado por ambas partes; y que no se pierdan las posibilidades con que España cuenta, y que han permitido esa fantástica transformación creadora y su proyección esperanzada sobre los demás países de estirpe hispánica. La marcha atrás se inició ciertamente a los pocos días, pero fue cortada en seco por quien pudo y quiso, haciendo funcionar los resortes de la Monarquía democrática y la legalidad. En forma distinta, con dejadez, falta de imaginación, ideas que se llaman avanzadas porque lo eran a mediados del siglo pasado, se han dado desde entonces no pocos pasos regresivos. De ahí mi inquietud. Pero no llega al pesimismo. Porque todo eso es superficial- -por eso empleé al comienzo la imagen del oleaje- Lo que pase con los partidos tiene interés, pero muy limitado: son muy pequeños, con cifras reducidas de afiliados; tienen poco arraigo, una figura aún mal dibujada; no cuentan con fuerzas propias, sino que son receptores de la opinión pública, que se forma y se deshace, se ilusiona y siente decepción, aprueba y desaprueba, presta su confianza o la retira. No se sabe a qué partidos o a qué personas van a votar los españoles. Algunos creen saberlo, pero se trata simplemente de la esperanza o del temor. Las fuerzas políticas, en el futuro cercano, van a tener que ganarse el pan, es decir, la adhesión y los votos de cada día. Y como tengo, no ya confianza, sino entusiasmo por España, estoy lejos de todo pesimismo. Los españoles están ya muy lejos de su tiempo de demencia colectiva; saben lo que quieren ser; tienen instituciones que garantizan su independencia, que no los dejan expuestos a cualquier manipulación por sorpresa, movida por la violencia o la demagogia. Lejos de estar en discordia o declinación, España está viva y coherente: el hecho de que este agosto esté tan apacible y animado, tan poco crispado y, en el fondo, tan divertido, es buen síntoma. Creo que err unos cuantos meses se van a configurar formas de esperanza, proyectos atractivos, hacia una mayor justicia, una libertad aún más plena, una independencia que a veces ha faltado- -y podría menguar- -en la política exterior. A quien quiera volver a orientar España hacia lo nuevo, hacia un futuro intacto, posible por estar arraigado en la realidad presente, sin utopías, lo invitaría a hacer suya, con una sola palabra cambiada, la famosa frase de Don Quijote: Podrán los desencantadores quitarme la ventura, pero el esfuerzo y el ánimo será imposible. Julián MARÍAS ABC 3

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