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ABC MADRID 06-07-1982 página 56
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ABC MADRID 06-07-1982 página 56

  • EdiciónABC, MADRID
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VI hA B C ESPANA 82 MARTES A- 7- 82 El segundo gol de Italia. Rossi, que estuvo inspiradísimo, largó un disparo durísimo que superó a Peres (Foto Efe) Sentenció Paoio Rossi en tres destellos de jugador genial ¿Ficha técnica BRASIL: Waldir Peres, Leandro, Osear, Luisinho, Júnior, Toninho Cerezo, Sócrates, Zico, Eder Serginho (Paulo Isidoro, minuto 69) y Falcao. ITALIA: Zoff, Gentile, Collovati (Bergomi, minuto 35) Scirea, Cabrini, Tardelli (Marini, minuto 75) Oriali, Antognoni, Conti, Grazziani y Paolo Rossi. Arbitro: Abrahám Klein, de Israel, auxiliado por Chan Tam Sun, de Hong- Kong, y Bogdan Dotschev, de Bulgaria. Tarjeta amarilla a Gentile (minuto 14) por juego peligroso, y a Oriali (minuto 78) por la misma razón. Goles: Para Italia, los tres Paolo Rossi en los minutos 5, 25 y 75. Para Brasil, Sócrates en el minuto 11 y Falcao en el 68. pecho para cumplir, la ordenanza a rajatabla. Si punto y aparte mereció Rossi, por astucias y calidades, no debe quedarse en zaga Diño Zoff. El viejo cuarentón dio un recital de colocación y experiencia, jugándose el tipo en más de una ocasión para detener lo que ya se imaginaba como irremediable. Ayudó, no poco, a mantener esa emoción del gol brasileño que podría llegar y no llegó. El paradón a cinco minutos del final, de antología cancerbera. Lo importante de Italia fue superar los dos empates que suponían su eliminación. Jugo a ganar. Tener tal ilusión frente a Brasil parecía utópico. Y llegó a tiempo, por tres veces, con tanta flexibilidad muscular, que el equipo entero dirfase que trabajó el sistema de acordeón para cantarle una potente napolitana a la niña negra danzarina de sambas. En fin, un partidazo. Hasta ahora, el mejor del Mundial. Era una final anticipada y, sin restarle méritos a la victoria italiana, la gran sorpresa saltó en Sarria. Brasil ha quedado atrás. ¡Viva, ahora, Italia! Fantástico triunfo italiano para eliminar a Brasil en ei mejor partido del Mundial BARCELONA (Ventura Güera, enviado especial) Verlo para no creerlo. El magnífico transatlántico brasileño, capaz de nevegar con dulzura por las zonas más turbulentas, hizo agua para hundirse cerca de puerto, tras un viaje feliz. Italia realizó el milagro de su mejor fútbol para imponerse sin complejos en unos ordenados contragolpes. Si frente a Argentina ya lució, con Antognoni en plan maestro, ahora consiguió lo que parecía imposible en tres toques mágicos de aquella estrella del anterior Mundial: Paolo Rossi. El encuentro fue de una gran belleza, con el aditivo emocional del marcador. Ambos equipos, por encima de todo, tomaron la precacución defensiva como base para estirarse hacia adelante en la posesión de la polota. Los dos hicieron el mismo planteamiento, defraudando a quienes esperaban la táctica italiana del mareaje férreo; sólo Gentile se montó como una lapa sobre Zico, quedando todos los demás en zona, esperando la llegada del rival. Es decir, que Italia jugó como lo venía naciendo Brasil hasta ahora. Y Brasil, al verse en el espejo, se vio sorprendido de tanta belleza. EL ASTRO ROSSI. Y en esto que el recién salido de la cárcel el genio Rossi, enganchó tres veces a la maquinaria amarilla para apagar con un trío de zarpazos, zas, zas y zas, a la impecable ilusión carioca. No se quedó ahí, sino que el gran Paolo mostró su garra en más momentos, arriba y abajo, para convertirse en amo y señor del campo, en la figura de este partido genial. Perder jugando mal es lógico. Salir derrotado haciéndolo bien, se sale de la norma. Brasil cayó con la enorme genialidad de su juego fácil, trenzado, seguro y ordenado. Tal vez, como único defecto a señalarle, su exceso de temor o respeto al contrario, dejando esta vez a Cerezo y Falcao en posiciones más retrasadas de lo habitual. Pero ha caído con honor, sí señor, jugando por las bandas, al estilo antiguo, multiplicándose todos en la labor de producción, con Zico en pases al hueco para lanzamiento de puntas, y Sócrates en exhibición de cualidades físicas y calidades futbolísticas. EL CONTRAGOLPE. El partido tenía un interrogante antes del comienzo. Si la desproporción de juego, al salirse los brasileños por encima de las tablas futbolísticas, podría compensarse con el durísimo esquerna defensivo italiano para sacrificar dos peones de medio campo en mareaje directo a las estrellas cariocas. Así lo intentó Bearzot, para aplicar- más tarde la táctica del contragolpe efectivo, igual que el día de Argentina. Y salió. Lo de Brasil se escapaba de todo cálculo. Cada jugador es una es trella, un equipo entero si hace falta. La clase es tan enorme que se limitan a jugar lo justo. Pero esta vez Italia fue superior. Lo curioso es que él fútbol brasileño no es de otra galaxia futurista, como se ha dicho, sino del mero primitivismo de hace décadas; todos para todos, al margen de lo que cada uno pueda aportar de genialidad individual, en un fútbol de asociación perfecta. Además, tienen esa chispa de la reacción potente, la del disparo a gol; cuantas veces tiren, siempre la bola llevará dirección al marco, que es lo que no hacen los demás pafses. medios conducen siempre al fin. Es una ley de producción. Como lo importante es el fin, hay que dar con la fórmula adecuada para alcanzarlo. Bearzot consiguió el objetivo con una orden militar: Corran más que nunca, persigan el balón, no cesen en su empeño. Y todos, absolutamente todos, se. lo tomaron a QUE PARTIDAZO. Los Duelo nacional en Brasil por la derrota ante Italia RIO DE JANEIRO (Efe) Estupor y frustración en todo Brasil ante la eliminación de su selección del Mundial 82. La victoria brasileña era un hecho tan seguro, tan palpable, que el pueblo aún no se lo cree. Las hordas humanas que se preparaban a salir a la calle con banderas para celebrar la victoria contra Italia, cómo en los otros partidos, han quedado paralizadas. En las calles de Río hay lágrimas en los ojos de muchos transeúntes, algunos sollozan, otros se indignan y culpan- a Tele Santana de la derrota. Pero la mayoría está silenciosa. Los cariocas no saben a dónde ir ni qué hacer, pues todas las oficinas, comercios, Bancos e industrias cerraron ayer sus puertas a las 11 de la mañana. Es una catástrofe nacional. Las banderas, globos, flecos y pintadas que engalanan todas las ciudades brasileñas, ya no tienen sentido y desentonan con la inmensa tristeza que súbitamente ha caído sobre Brasil.

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