ABC MADRID 15-11-1981 página 188

IMM M I I I I UUI I U L L 1 J L 1 JU FARÁNDULA Por Ignacio fluii Oulntano Brassens, la pipa, el gato y el guitarrón En habiendo fidelidacl, quería lo mismo a una mujer que a los amigos a loa gatos, baata que la mostrenca desd e n t a d a de la g- uadaña AX hombro, en lugar de largarse a qortaj el césped, pasó a buscarle y se lo llevó con ella a rastraa allá donde lo9 huesos crían laa malvan con que se curan el catarro los abejorroa i ue ahora en La hora de la sienta, p a s a r á n rezando los respoupoB de canónjpo que le hubiera cantado ViUón Cerrado porque se muriü Era el t 03 tldermÍHta de la ohanaon, que daeecó a los hombres y amó a los gatosTan de noche, tan deprisa y tan a rastras la desdentada se llcvú A BíAAfcns, qu hCÁ olvidó BU pipa, todavía con el tabaco a medias y BU gato, todavía con las légañas puestas, y au guitarra, todavía con la última hebra en su u ñ a de charcutero marsellés. que car r a s p e ó en Los e s c e n a r i o s hasta quedarse sin higados. Todo cuanto aquí nos dejó el poeta de loa vicios: la pipa encendida, el guitarrón destemplado y lui g ato enfermo al que enseñó a desperezarse, a beber la leche en un cuenco y a m rcarles los poemas de loe Ubros con el rabo. Y a cambio de eso y de una raspa, el gato le aifuantó loa prontos de los bigotes, los vahos de la pipa y La m u r g a sorda del guitarrón, t r i s t r a s tristráfl. t r i s t r á s entre taco de academia y taco de jamOQ. P a r a q u e l u e g o digan que los gatos si cazan ratones ee porque creen que hacen daño al dueño. N a d i e c o m o s u g a l o se quedó más solo y lo fiintió tanto, ni cuidaríi mejor ahora los rehcanos de aquel viejo libertario, que se piro de repente, como para no molestar. PníCiaamenie el, que oe fumó la vida ofendiendo en la jerga d e la c h u s m a l a b u e n a reputación. Un gato molo, oin ftmo. oin arenques y en París, con un guitarrón destemplado y u n a pjpa encendida, ea como el ültinto candil romántico de la bohemia que comía raices latinas y falleció en laa buhardillas de una Uteraria eobredosis de quif. Que riadie. voto al diablo, a mis galos se atreva a maltratar: a u n q u e no tengo m pizca, ni sombra de perversidad, SI taJ hiciera, mi fantasma le habría de perjudicar, jyitguel Doeé es su principe azüU y ella. Tesa la princesa negra de la movida neorromántica del rock madrileño. A medio camino entre los angeles de Machín y las flores baudelairianas que crecen en el prado del d e s e n c a n t o a donde todos los malditos de la ciudad sacan a pastar el Mal disfrazado de muflón. Tesa, la de los Zombies. que nació para enanioriEcar p i r a t a s en los mares del sur. ga ta mandíbula de hormiga, pero algo hay en ella de abeja reina, que ee a l e t a r g a d e s c o r a z o n a y pinta en invierno y que en primavera descorre el velo que Les da las alac para levantar el vuelo. Ahora, dice está en la séptima reencamación. Primero fui Cleopatra, luego galo y o t r a s cosas, Josefina Bonaparte y, en Tm. Tesa: me levanto por la tarde, saco a 2i pl- -un fox- terrier borde- -a pasear; luego me voy a ensayar a Chueca con el grupo y con Rosa M o r e n a p i n t o g e n t e muy guapa, y asi hasta ia primavera, que me entra la marcho. Ahora me he quedado de hija única, porque se caíJÓ mi hermana, y me ha vuelto muy fuerte el rollo de la infancia, estoy todo el tiempo con mi madre jugando a la canasta. Lo q u s mff gusía. ní tft tasarme con Miguel Bose: si lo viera le d i n a -M i g u e l te quiero dcsde hace bastante y como yo sé que tú quieres casarte, pues que lo hagas conmigo, que te dejare entera libertad. t i 6 i s una cosa? Soy profeta, pero hasta la prunavera no me llegan las revelaciones. Entonces sacaré un elepe yo sola que se llamara La c i u d a d a m c r L c a n a Me gusta Amenca, pero se va a hundir y me gusUi ta noche, porque tiene estreQas. y me Tesa Cleopatra, Tesa Bonaparte, Tesa sin los Zombies encantan los santos, porque todo el mundo es bueno, y también me gustan un poco las serpientes, porque tienen algo de maldición, pero, sobre todo, me gusta la mLstica, San Juan de la Crua, todo, Tesa. que se peina con loa dedos- -BC muerde las uñas- -B pemado de iguana negra o U de negro gíWo con ojos de ban a n a tropical, tiene a s u s veintiún añofl, la frustración del tiempo que le sobra y que le aburre, pasa de loe novios, no sabe silbar y ama a las lechuzas Amigc tiesos, y me tenéis hasta el fin del mundo Las estaciones le afectan tanto que el otoño le marchita las enormes pestañas que le dan sombra de rayas, como de cárcel, a los OJOS- Arréglale a ti mismo, arregla lo que tengas alrededor, arregla Hispana; del es