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ABC MADRID 28-01-1981 página 35
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  • EdiciónABC, MADRID
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MIÉRCOLES 28- 1- 81 CULTURA Y SOCIEDAD A B C 27 tima dentro del marco del proyectado ciclo a vida de un gran pecador que nunca llegó a realizarse. Durante estos años y hasta poco antes de su muerte, Dostoievski fue publicando mensualmente el original y personal IDiario de un escritor que acrecentó su influencia. Una influencia que pareció concentrar en tomo a su nombre el sentimiento y el pensamiento de Rusia, especialmente en ocasión del discurso que pronunció el 8 de juiio de 1880 en Moscú, con motivo de la inauguración del monumento a Pushkin. Poco antes de que le llegara la muerte, el 28 de enero de 1881, a las ocho y treinta y ocho minutos de la tarde, Dostoievski había terminado Los hermanos Karamazov y preparó el primer número de Diario de un escritor para 1881. El 31 de enero se celebró su sepelio en el camposanto del monasterio de Alexander Nevski. JUAN BENET: Demasiado Manto; mucha histeria Dostoievski nunca me ha dicho gran cosa, pero supongo que todavía hoy tendrá buen numero de lectores que disfruten mucho con élL Me parece que el tiempo ha sido mucho mas devastador para con él que para los otros grandes de la novela del siglo XIX, esto es Stendhal, Balzac, Dickens o Tolstoi. Yo, en particular, me quedo, de la- novela de este siíjlo, con Turguenev. Si en cien años ha quedado muy seriamente desmantelado es por su culpa, porque la pretendida complejidad díil alma de sus caracteres es un tanto histriánica; demasiada emoción elemental, demasiado llanto, mucha histeria y ninguna sutilicad. Dostoievski: Nada menos que todo un hombre La importancia de Fedor Dostoievski es rigurosamente personal, pero está arropada además por una inmarcesible galaxia. Por esa conjunción que pocas veces se da. Y es la confluencia de un puñado de genios como Pushkin, Gógol, Chejov, Tolstoi, Gorki o Maiakovski, que recabaron para Rusia el papel de la patria de la novela. Y no cabe duda de que fue Dostoievski, junto a Turgueniev y tolstoi, como escribe Luis Abollado, una de las columnas que sustentaron el templo de la narrativa rusa durante casi medio siglo. El más atractivo y el de más vigencia es, sin ningún género de dudas, Dostoievski. Los otros- -llámense Tolstoi o Turgueniev- -fueron novelistas de salón, de aventuras suntuosas y feudales. Dostoievski, por razones estrictamente personales y por su propia situación social, alcanza la cima del arte psicológico, sin parangón en la literatura del mundo. Dostoievski escribe de lo que vive y no hay maximalismo para- -salvando las distancias- -pensar en Solzhenytsin. El gran drama de su vida fue la detención junto con sus compañeros del círculo de Petrachevski. Su Siberia fue Omsk y Semiplatinsk. Una docena de años en los que fraguó el escrito con toda su carga humanista. Dostoievski en su primera novela se declara continuador de Gógo! en Pobres gentes Alcanzó un éxito considerable y era una contribución a la novela social. El pobre oficinista que ama a Varvara comprueba que se casa con un hombre rico. Fracasó en El doble y Noches blancas que no pasan de tentativas. El éxito sólo llegará tras la experiencia de la cárcel. De vuelta, escribe Humillados y ofendidos y Recuerdos de la casa muerta que suponen un progreso. Recuerdos de la casa muerta es, por motivos extraliterarios- -como ocurrirá con Un día de Ivan Denisovicht un triunfo. El pueblo ruso descubre el universo desconocido del presidio en el espejo del relato. Claro es que su primera gran novela es Crimen y castigo En el escritor ruso las aficiones del corazón están muy por encima del propio espíritu. A la teoría del egoísmo racional, Dostoievski opone la moral del amor, y la libertad, a toda suerte de cortapisas. Todas sus obras partirán de este punto. El sombrío escenario en el que Raskolnikov asesina a una vieja usurera trueca para muchas sensibilidades la ética tradicional, hasta el extremo de considerar legítimo lo que es una transgresión moral y legal. Dostoievski cedió al embate de la juventud, que entonces como hoy se produce con la furia de los jóvenes barbaros. No es difícil ver en las tesis dostoievskianas una profética visión de la sociedad. Hay ya gotas de Sartre y aun de Camus- -existencialistas todos- -en su creencia de que si el hombre deja de creer en Dios y en la inmortalidad del alma no hay moralidad posible. A partir de este momento todo está permitido. Es claro que el Dostoievski teórico no es el Dostoievski narrador. Su grandeza está en la novela. Bien en El idiota -en el príncipe Mishkin se plasma su contrafigura- -donde se desdobla magistralmente en su personalidad, o en Los demonios novela donde puso al desnudo las fallas de los jóvenes revolucionarios. Hasta llegar a su obra cumbre, Los hermanos Karamazov que es el testamento tanto literario como metafísico de su pensamiento. La vieja tesis de que todo está permitido vuelve a resurgir, aunque dentro de una complejidad extrema. No es sólo la historia de una familia, sino la elegía de una clase, el vacío moral de una sociedad. Los cuatro hermanos despliegan una gama de la máxima hondura psicológica. Es la gran novela del siglo XIX. Y es raro que en algún punto no nos reconozcamos en ella. -Florencio MARTÍNEZ RUIZ. B ALFONSO GROSSO: Hace poco he descubierto la fuerza de Raskolnikov Mis primeras lecturas de Dostoievski hay qi e situarlas entre mis dieciséis y mis veinte af os. Creo recordar que uno de sus traductores era Cansinos Assen; aunque yo sería posiblemente por entonces incapaz de matizar er el lenguaje, fue precisamente. su posible versión de El idiota la que más me intere 3 Ó. Luego, a lo largo del tiempo, ha vuelto a Dostoievski con poca fortuna en razón de encentrarme frente a traducciones chirriantes de Los demonios El adolescente y Los hermanos Karamazov Hace sólo apenas un par de años que he vuelto a descubrir la fusrza de Raskolnikov, el protagonista de Crimen y castigo gracias a una traducción bastante aceptable para mi sensibilidad estilística, la de Augusto Vidal, publicada en la serie de Clásicos rusos de la Editorial Prorsso, e ilustrada con bellos aguafuertes de lomienti Shamárinov. Ha sido seguramente esta versión la que me ha devuelto el entusiasmo por el maestro ruso, al que considero uro de los grandes creadores de la literatura ur ¡versal, que se encuentra, si no a la altura d Cervantes, sí muy por encima de Bourget, Fl. aubert, Balzac e incluso Tolstoi; novelista este último por el que siempre he sentido una gran admiración. JOSÉ LUIS L. ARANGUREN: Un escritor completamente actualizable Sí, Dostoievski sigue siendo un autor muy irr portante hoy. Su tratamiento literario, espl ndidamente literario, de la subliteratura cerno temática y reparto su interés novelístico por los personajes que viven experiencias psíquicas y situaciones existenciales extremas, su apertura a las grandes cuestiones metafísicas, morales y religiosas desde dentro de la novela y, si se prefiere, la invitación permanente que su obra nos hace a una lectura secularizada, laica, política en el más noble sentido de la política: todo esto hace de él un escritor en sí mismo actual y, para quienes lo lean hoy, completamente actualizable. ZAMORA VICENTE: Sigue siendo un gran novelista Sigue siendo un gran novelista, aunque quiza para la sensibiíídad moderna no es el más apropiado. Ahora no puede ser un autor de cabecera, pero sí un autor que sabe ver los problemas internos de la Humanidad; los mira con interés y cariño y hace con ellos lo que debe hacer un novelista unlversalizado. Fue un novelista de enorme producción, pero con una producción un poco desigual. En él hay novelas extraordinarias y otras que se caen de las manos. Esto, claró está, obedece a la forma de escribir novelas del siglo XIX, le pasó a Dostoievski y le pasa a muchos más escritores. ÁNGEL MARÍA DE LERA: La gran novela moderna arranca de Dostoievski Creo que la gran novela moderna arranca de Dostoievski y que los innovadores del arte de novelar que vinieron después encendieron sus antorchas en el espíritu en llamas del autor de Crimen y castigo Dostoievski es el novelista que por los caminos del dolor y del sufrimiento logró desvelar los grandes misterios del alma humana. A mi juicio, fue para la novela lo que Goya para la pintura y Beethoven para la música. Admiró ferviente- mente a Cervantes, tanto que su novela El idiota es la versión eslava de El Quijote En carta a un amigo, y refiriéndose a la obra de Cervantes, escribió: En al día del juicio final, cuando el Gran Juez nos pregunte ¿qué habéis hecho? levantaremos en una mano El Quijote y diremos: esto. FRANCISCO GARCÍA PAVÓN: Me impresionó el estudio psicológico A pesar de que yo no leí a Dostoievski hasta los años cuarenta, cuando vine a la Universidad, en seguida me llamaron la atención algunas cosas del inmenso mundo de su literatura. Por ejemplo: el estudio psicológico, tan de nuevo cuño, de sus personajes; sus preocupaciones sociales frente a la mayoría de las novelas que uno leía basadas sólo en problemas familiares y de grupo; el protagonismo del pueblo, aunque de un pueblo leído y no rural. No en balde, Dostoievski siempre se consideró un proletario intelectual la presentación que nace por primera vez de la población gris de las grandes ciuda- des modernas; su lucha permanente por ia solidaridad y libertad de la humanidad pobre, a pesar de su conservadurismo... Crimen y castigo me pareció la mejor novela policiaca que había leído en mi vida.

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