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ABC MADRID 30-11-1980 página 39
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ABC MADRID 30-11-1980 página 39

  • EdiciónABC, MADRID
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DOMJNGO 30- H- 80 LOCAL A B C 23 Mi columna Tribunales El festín en palabras Horacio Sáenz Guerrero preludiaba lá Semana Gastronómica de la joven cocina catalana que del 1 al 6 se celebrará en Madrid. Cada día un prestigioso cocinero catalán ofrecerá sus creaciones. Horacio Sáenz Guerrero, además de eficaz director de La Vanguardia es un excelente gourmet Horacio es nombre con peso en la buena mesa. El Horacio de la antigüedad era experto en esos placeres, sobre todo en los vinos. Es ¡dea elogiable potenciar las cocinas regionales españolas, con sus ricas materias primas peculiares y un largo ejercicio popular en el fogón. Se tienen un poco de suidadas, incluso en los paradores de turismo, templos adecuados para popularizar estas cocinas. Muchos se deciden por la cocina internacional expresión que abre las carnes. Las del cliente, se entiende. Jean- Franc ois Revel nos decía que la cocina regional no puede viajar. En cierto modo así es, porque el plato pierde calidad al salir de la región. Nos sucede con el plato español que más viaja: la paella. ¡Ay, paella querida, cuántos crímenes se cometen en tu nombre! Aun en España es difícil comer una buena paella fuera de su perímetro levantino. No digamos en los restaurantes extranjeros, donde la paella suele ser una ración de escombros colorada por un supuesto arroz. No se les ocurra tomar una bouillabaisse en París. El plato pierde suculencia lejos de los pescados de roca del golfo de Lyón. Sin embargo, hoy con la rapidez de los transportes la materia prima regional puede llegar puntual a cualquier fogón. Los sabrosos embutidos catalanes llegan en su punto a nuestros restaurantes a poco que el avión colabore. Tras ¡a charla de Horacio Sáenz Guerrero se ofrecía un bufé de quesos y embutidos catalanes de elaboración totalmente artesanal. Los seleccionó el especialista Enríe Canut, que, miren por donde, es un nombre que ya nos pone en ambiente. Me parece muy bien que se consignen los nombres de estos especialistas en la ficha técnica del ágape. En la del convite para la presentación del libro de Revel, Un festín de palabras se registraba el de Sánchez Romero Carvajal, encargado de servir el jamón de Jábugo, gran invento de la cocina regional español. Los norteamericanos, siempre tan tontos en esto de comer, impiden que el jamón pase su aduana a cuenta de sus hipotéticos riesgos. La única contrariedad del jamón de Jabugo es no comerlo. Y la pobre Rita Hayworth tuvo que abandonar en el aeropuerto de Nueva York el jamón que con tanto mimo llevaba desde la cena en Madrid, donde se lo regalamos. Loor al cerdo que no tiene desperdicio. En la Florencia del Dante los florentinos criaban cerdos en sus casas. En la matanza no utilizaban el veneno, sino las especies. Es vieja, casi como el mundo, la preocupación del hombre por los refinamientos de la buena mesa. Todos los exquisitos manjares estaban presentes en sus mesas. Aristófanes tenía debilidad por la liebre; Petronio, por el jabalí; era famoso el atún de Bizancio. Se alaban las angulas de Atenas que entran en el fondo del golfo Falera. Aquellas gentes se sentían atraídas por el origen de los alimentos. Ateneo cuenta el viaje de un gourmet romano hasta Libia sólo para comprobar la calidad de sus gambas. Le defraudaron Pudo venir al viejo Madrid, donde a la plancha son una delicia. Revel, en su interesante libro, hace referencia a festines y aficiones. Puedo añadirle que las ostras ya eran servidas en la mesa de los faraones. Dicen que Séneca tomaba cien docenas de T stras por semana, delicado placer que hoy nos está prohibido no sólo por cuestión de saque, sino también de cartera. Al salir del cine me siento en la barra de una marisquería, tomo dos ostras, dos almejas y las rocío con una copa de vino blanco. La cuenta: setecientas pesetas. Ya me dirán cómo se puede llegar a las cien docenas. Sólo se lo permitirá el técnico en la pirámide, el jueguecito ese tan de moda. Tony Récoder me inicia en sus secretos. Corto: Esto es la caza de incautos. Cómo se ha puesto todo. En el artículo sobre la economía española que publica la revista de Jean- Frangois Revel leo que un jean fabricado en Francia cuesta más barato que el fabricado en España. Yo, la verdad, no he ido a los conciertos que ahora dan aquí esos barbianes de la música agitada que el británico Stiff empaqueta y envía al Continente. No me la la gana de ponerme jean zapatos de lona y muchas chapas en la solapa qué, según he observado en otros conciertos, parece la tenue obligada. Paco Pérez Bryan, un sesudo en la materia, me estimula: No te preocupes por eso. Ya se ve a mucha gente con corbata. Claro, es el precio del jean Sabía que rodar una película en Nueva York es más barato que rodarla en Madrid. Si estas cosas no se corrigen pienso que la economía española no tiene arreglo por mucho dinero que Hacienda nos saque a tos afortunados- desgraciados que todavía trabajamos. Premeditación y alevosía En torno a estas dos circunstancias- -la primera como determinante del asesinato y la segunda como agravante- -gira esta sentencia de la Sala Segunda del Tribunal Supremo que determina la falta de ambas en la conducta del procesado, según el principio general de que los requisitos de las circunstancias modificativas tienen que estar tan probados como el hecho mismo. En este caso, la parquedad del relato de los hechos en la sentencia impide ver los requisitos de la premeditación, y en cuanto a la alevosía, los datos concretos: en que se fundamenta no son válidos. LOS HECHOS. -Alfonso Blancat Cañero, vigilante jurado en una empresa de Gélida (Barcelona) recibió orden del encargado, Eliseo Dolcet Aresta, de que entregara las llaves que tenía y le cambió de destino, con advertencia de despido si no aceptaba las nuevas condiciones. Esto produjo en Alfonso una fuerte animosidad contra Elíseo, al qae dijo: Con esto nos vamos a perder usted y yo. Dolcet no dio importancia a estas palabras, y cuando Alfonso se incorporó al trabajo el día 9 de abril de 1979, enterado de que Dolcet había dado las llaves a otra persona, fue a su domicilio y cogió una pistola, regresó a la fábrica, esperó a que Doicet estuviera en su despacho acompañado solamente de dos empleados y entró esgrimiendo el arma en el recinto donde Dolcet estaba, tras su mesa de trabajo, lejos de cualquier salida de la habitación. Le dijo: Señor Dolcet, ya le ha llegado a usted el turno frase que repitió cuando el aludido le preguntó qué quería, y disparó sobre él. Elíseo se levantó, yendo hacia Alfonso, que siguió disparando, alcanzándole con cinco tiros a la altura del corazón, uno de los cuales atravesó éste, matándole en el acto. Hecho lo cual, Alfonso acudió al cuartel de la Guardia Civil de Gélida. SENTENCIA Y RECURSO. -La Audiencia de Barcelona calificó estos hechos como de lito de asesinato cualificado por la premeditación, y con la agravante de alevosía y atenuante de arrepentimiento espontáneo, e impuso a Alfonso Blancat Cañero la pena de veinte años y un día de reclusión mayor e indemnización de dos millones de pesetas a lá viuda del interfecto. Contra esta sentencia recurrió en casación el defensor del reo, el cual basó su recurso en que no existió premeditación- -lo cual implicaba que no hubo asesinato- -ni alevosía y, en cambio, sí concurrió la atenuante de arrebato u obcecación. SENTENCIA DEL SUPREMO. -La Sala Segunda del Tribunal Supremo, en su sentencia, rechaza la concurrencia de la premeditación, porque los escasos datos del relato de la sentencia de la Audiencia no permiten deducir que la frase del procesado Dolcel fuera otra cosa que una amenaza de un mal indeterminado que, pasado el tiempo, no se con- Dejemos a esa tropa con descuido en el vestir y despreocupada por la buena mesa. Volvamos al festín. Allí en Boccaccio estaba Xavier Domingo, director de la colección Los cinco sentidos que según profundiza en gastronomía tiene menos tripa, una prueba de que comer bien es algo distinto a lo pantagruélico. Que la dé un crítico gastronómico de sus categoría es un ejemplo estimulante. Se puede comer bien y tener cintura apta para el jean Y la butifarra catalana nos espera. -Alfonso SÁNCHEZ. IMAGEN DE EMPRESA PRESTIGIO paulino GRAN VIA. 12- VELAZQUEZ, 68- MADRID PLAZA MAYOR, 16- SALAMANCA VARIEDAD Y SELECCIÓN EN REGALOS

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