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ABC MADRID 30-11-1980 página 18
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ABC MADRID 30-11-1980 página 18

  • EdiciónABC, MADRID
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2! ABC OPINIÓN DOMINGO 30- U- 80 ABC DIRECTOR: Guillermo LUCA DE TENA DIRECTOR ADJUNTO: 0 í %0 ESTÁ Vi A Stf Sirio W A Miguel TORRES GIL DEL REAL SUBDIRECTORES: Santiago ARBOS BALLESTE Francisco GIMÉNEZ ALEMÁN TELEFONOS: Redacción y Talleres: 225 17 10 y 275 94 08 Publicidad: 225 19 63 Administración: 225 50 20 Suscripciones: 226 20 80 y 225 19 59 Apartado 43 Editor: Prensa Española, S. A. Una Asamblea sin noticias La Asamblea Episcopal que los obispos españoles celebran durante estos días discurre con tal serenidad y tan ajena a todo tipo de polémicas que la opinión pública ha venido a centrar su interés en un dato accidental y circunstancial: el hecho de que sea la última que preside el cardenal Tarancón y las cabalas sobre la dirección que podría tomar en febrero la elección de su sustituto. Y no. es que el tema central de la Asamblea (el diálogo entre obispos y religiosos para salvar la tradicional y dañina separación entre clero secular y regular) carezca de interés. Pero la opinión pública está acostumbrada a manjares más polémicos y picantes y el único que podía existir (una hipotética nueva toma de postura de los obispos ante el tema del divorcio) fue despejada hábil y prudentemente por el presidente de la Conferencia en su discurso dé apertura al recordar que ése era un tema sobre el que el Episcopado se pronunció colectivamente ya hace un año y al limitarse a puntualizar que- -tanto en aquella intervención como en otras posteriores de obispos que exponían sus privados puntos de vista- -no había ni ambiciones de poder, ni razones más o menos políticas Quedaba también en suspenso toda la serie de cabalas e hipótesis que han surgido en torno al nombramiento del nuevo nuncio de Su Santidad en España, hecho en el que algunos han querido ver extrañas maniobras o intenciones de desviar o influir en la línea de las decisiones de nuestro Episcopado, aun cuando todos los datos posteriores han venido a aclarar que tales rumores carecían de base y que Roma sigue respetando plenamente la libertad y decisiones de nuestros obispos. Quedaba, pues, sólo el tema de la sucesión en la presidencia. El cardenal Tarancón, dos veces reelegido, ha cubierto ya los tres trienios seguidos que son el máximo que los reglamentos aceptan en el mandato de un presidente. Ello obliga a loa obispos a enfrentarse con una no pequeña dificultad, porque todos ellos son conscientes de que una personalidad de ese calibre no es fácil de sustituir. Criticado a veces por determinados grupos, el cardenal Tarancón es reconocido por una amplia- mayoría del Episcopado español como, el presidente indiscutible y aceptado como moderador, incluso por aquellos obispos que pudieran situarse en otras corrientes ideológicas. Su dominio de la aguja de marear, su prodigiosa intuición de las situaciones, su indomable buen humor que le confiere una juventud inencontrable en hombres de su edad, han hecho del actual presidente el hombre de una época. Y muchos comienzan a preguntarse qué va a ocurrir en el postaranconismo. Quien conozca mínimamente la composición de la actual Conferencia Episcopal y el estilo de la Iglesia parece que puede excluir de partida dos hipótesis: la de un giro espectacular en la marcha de nuestro Episcopado y la de una supuesta presión romana para que ese giro se produzca. Con lo que el problema no es objetivamente de intrigas o de presiones, sino de búsqueda de la persona que pudiera encontrar entre Chaquetón Zorro 65.000 Chaquetón Marmota 95.000 Abrigo N u t r i a 69.000 ChaquetónMoutóh 29.500 Patas de Vison 95.000. FACILIDADES Guzmán el Bueno, 2 Duque de Sesto, 30 Filial. PELETERÍA EL LINCE. Preciados, 16 los obispos un igual o similar consenso al que el cardenal Tarancón (elegido en los tres casos por más de dos tercios de los votos de la Asamblea) obtuvo en anteriores ocasiones. O probablemente el problema sea hoy otro. Podría formularse así: dado que los obispos son conscientes de que no es fácil encontrar una personalidad del calibre de la que cesa, ¿no sería este el momento de pasar de una dirección más bien personalista a una forma más colegiada, acentuando los poderes del Ejecutivo y de la Permanente y eligiendo de manera más programática a los presidentes de las Comisiones que forman el esqueleto de la Conferencia? ¿No será, sobre todo, éste él momento de preocuparse más por el programa que el nuevo presidente habrá de realizar que por la persona del mismo presidente? En años pasados la desconexión de nuestro Episcopado fue tan intensa que tuvo que ser muchas veces suplida por el carisma intuitivo e improvisador del cardenal de Madrid. En el futuro- -acentuado por el hecho de que el huevo presidente no vivirá en Madrid, donde se cuecen las instancias más urgentes- -ese contacto más vivo tendrá que potenciarse. Por ahí es por donde parece que van las aguas. Y por eso los obispos parecen preocuparse mucho menos por las intrigas electorales que por la búsqueda de una dinámica que permita estudiar el tema en las asambleas regionales de obispos y traiga las soluciones elaboradas orgánicamente a la Asamblea de febrero. Y esto lo preparan tranquilamente. Sin miedos catastrofistas. Sin tipo alguno de polémicas. Esta es la razón por la que nos felicitamos de que esta Asamblea que ayer concluyó lo haga apenas sin noticias y ciertamente sin tensiones. Bueno es que decisiones que tanto pesarán en el futuro se elaboren en la paz y alejadas de todo tipo de presiones, tanto clericales como políticas. El buen pan se hace en hornos pacíficos.

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