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ABC MADRID 03-07-1980 página 11
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  • EdiciónABC, MADRID
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JUEVES 3- 7- 80 OPINIÓN ABC 3 De ayer a hoy A k caza del supes dotado En un mundo tíe dotados los superdotados no tienen nada que hacer. Quien haya visto la última clave de José Luis Balbin se habrá dado cuenta del peligro que se cierne sobre ¡as inteligencias singulares. Con un tono de suficiencia que resultaba irritante incluso para las inteligencias medianas, un grupo de dotados se dedicó durante varias horas a objetivar al superdotadc no desde la nostalgia o desde un sentimiento de emulación, que hubiera sido explicable, sino desde las posibilidades técnicas que existen para cazarlo. La tertulia p a r e c í a obsesionada por organizar un dominio. sobre e ¡destino de cierto género de criaturas humanas. Los contertulios, entre los que estaba un psicólogo de animaies, se ponían muy tristes ante la resistencia que por lo visto ofrece e! supertiotado a ser incluido en la reserva AI parecer, suelen fingir en los tests un nivel de inteligencia inferior a! suyo con ei fin de que no los atrapen. Sencillamente, huyen de los dotados y da sus escuelas especiales, de las instituciones protectoras, de la aumentación específica y de las manipulaciones psicométricas a qus los someten. Al oír hablar a los contertulios, uno sacaba la impresión de que el tratamiento de un superdotado venía a ser el mismo que el de un retrasado mental, siempre más feliz porque no se da cuenta de nada, según observamos a diario en la vida pública. La caza del superdotado debía estar prohibida, como lo e s t á ia del urogallo. Pero el diabólico plan que expusieron los contertulios, cuyos antecedentes están ya en Aldous Huxley, tenía por objeto detectar a los superdotados, siendo aún bebés. Daban a entender que ésa es la única manera de retenerlos, por ¡o menos hasta que empiezan a andar. En este punto, los contertulios volvían a ponerse tristes porque resulta que cuando los bebés superdotados empiezan a andar se escapan para que no los estudien. En el fondo, la razón está muy ciara. Se escapan, precisamente, porque son superdotados. Ninguno de los contertulios comprendía que al superdotado no hay que enfrentarle a grandes acontecimientos de un modo deliberado y expectante. Si a un superdotado le quitan lo que es pequeño, breve y efímero, lo que casi no tiene nombre, si le separan de la espontánea indiferencia de las cosas, le habrán quitado el fundamental sustento de su inteligencia, la posibilidad de redescubrir el mundo. Sí los dotados se empeñan en trazarle el camino al superdotado le dejarán sin su camino origina! que siempre es inédito. La relación de su intimidad con e! universo es incalculable y cualquier intromisión en ese proceso no dejará de ser u n a coacción. Esto explica, sin más, la hostilidad de los superdotados hacia los intermediarios. Por lo demás, quedó claro que en aquella tertulia el único superdotado era Balbin. -CANDIDO. Planetario La calidad de vida En circunstancias parecidas a las mías, Henry Meilhac, autor, entre otras obras de gran éxito, de aquella fabulosa farsa desmitificadora que en 1864 escandalizó bajo el título de La bella Helena dijo un día que le era imposible abandonar su sillón y que, por lo tanto, creía que jamás podría ir al cementerio. Como es bien sabido, acabó por ir. Como todos. Por eso no me hago ilusiones, aunque llevo ya casi un mes imposibilitado, como Meilhac, mucho antes de abandonar mi sillón. Los avances de la química aplicada a lesiones circunstanciales traen estas cosas. Ei caso es que mientras asisto al. gran teatro del mundo sentado en mi butaca y con la pierna estirada, ya que no quebrada, como dicen que debe estar en casa la mujer honrada, y yo me digo que por qué no el hombre honrado también, leo una magnífica página, como suya, de mi buena amiga y colega Pilar Narvión en ia que da amplia referencia del seminario sobre La calidad de vida, factor determinante de la nueva sociedad celebrado por FUNDES, ai que debería haber asistido y al que mi pierna indócil me ha privado de asistir. Ocuparse de la calidad de la vida en este momento en que en España no existe el respeto a la vida, salvo en la esfera de la Justicia y en la del Código Pena! viene a ser una suprema lección de serenidad. Decía nuestro gran Saavedra Fajardo que el no esperar remedio ni desesperar de él suele ser el remedio en los casos desesperados. Así estamos estas semanas los españoles: ni esperamos remedio ni desesperamos de él, pero bastan unas docenas de bellacos para tenernos desconcertados ante una situación desesperada, pero no grave. Y en este momento FUNDES reúne un valioso grupo de pensadores españoles y extranjeros para conversar durante un par de días sobre la calidad de la vida. Julián Marías advierte serenamente que la intensificación de la droga y del sexo en el mundo occidental hace probable el embotamiento de ese impulso del que ya el Arcipreste de Hita, citando a su vez a Aristóteles, aseguraba ser, con la mantenencia, la otra cosa por! a que el hombre t r a b a j a Chueca Goitia, que es uno de los urbanistas más agudos y bien informados no ya de este país, sino de Europa, denuncia la revolución urbanística originada por el invento del ascensor. Hace casi medio siglo, aquel genial anarquista, antisemita, revolucionario, semifascista que fue Louis- Ferdinand Celine descubría en su gran novela Voyage au bout de la nuit antecedente directísimo de la escandalosa manera literaria dé Henry Milier, a Nueva York como una ciudad de pie, absolutamente vertical. No pensaba, quizá, que la causa era doble: la escasez del suelo de Manhattan y la invención del ascensor. La calidad de la vida, depende, casi siempre, de cosas como ésas. Y a veces, sencillamente, de no poder levantarse de un sillón. -L o r e n z o LÓPEZ SANCHO. Cooperación Iberoamericana, por ejemplo, es, sobre el papal, instrumento idóneo para llevar a cabo un acercamiento tan realista como efectivo. Pero fuera del papel se encuentra desasistido, carece de Jos recursos indispensables para dar oirna a la tarea. Aún echamos en falta más cosas ai analizar el tema, sin olvidarnos, como escribía en este periódico José María Al faro, de que lo de Hispanoamérica es asunto muy serio porque irroga no sólo diplomacia sino amor Con el corazón en la mano queremos plantear el tema, pero sin que las razones del corazón turben el recto discernimiento. Oreemos sincera mente que la política iberoamericana de España necesita una inyección de pragmatismo, un atento seguimiíento, una más estrecha coordinación, y no sólo en la etapa f i n a l Y todo eílo tiene que pasar por un más completo conocimiento mutuo. Los esfuerzos para mostrar objetivamente ia realidad española en Hispanoamérica están cumpliendo su objetivo. Sin embargo, y a todos tos nivefes, es insuficiente te información de que aquí disponemos acerca de esa veintena de naciones entrañables. Algún lamentable episodio reciente habla por sí solo de esa carencia informativa. Un intento de aproximación a través de un programa de nuestra Televisión no puede calificarse sino de malhadado y fallido. A España le corresponde desempeñar hoy un papel privilegiado en la América de raíz hispánica, una función interloeutona entre países acogidos a diferentes sistemas de gobierno que permitiría crear una auténtica plataforma de unión y comprensión, de entendimiento común para afrontar salidariamente los problemas de la convivencia internacional en este penoso último tramo del siglo XX. Y para llegar a ello- -tenemos que repetirlo- es menester que aumente nuestro caudal de información sobre esas realidades lejanas en la geografía y tan próximas en el sentimiento; actuar con ellas y en ellas con seriedad; mentalizarnos del significado trascendente de esta relación biounívoca, y realizar, de tiempo en tiempo, con humildad, un sincero ejercicio de autocrítica que permita avanzar con paso firme, sin concesiones al error o a la improvisación. Esta filosofía es la que, según nuestro leal saber y entender, debe inspirar la política de España en Hispanoamérica. Bl realismo en el enfoque y. el pragmatismo en la acción coordinada y perseverante pueden rendir frutos óptimos. La mayor participación de Pemex, la primera empresa de México, en la española Petronor, con indudable beneficio para nuestra economía tan seriamente maltratada por la crisis energética, refleja una actitud, ia de México, que en modo alguno habría de considerarse como excepcional, aunque en cierta medida pueda calificarse de pionera en ¡os nuevos rumbos que haji de abrirse ai entendimiento cabal y actualizado entre la pequeña España y el gigantesco subcorrtínente transatlántico. Plaminox de MENESES Acero inoxjtlable. Especias lavavajülas 114 PIEZAS RUIOROSO- Grai. U 209.4579456

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