ABC MADRID 12-08-1979 página 121

awi H m- iiw Bautizo del Graf Zeppelin en su hangar de Friedrisctishafeh. Un mito de la aeronáutica acababa de nacer. 50 aniversario de un vuelo histórico VUELTA AL MUNDO DEL GRAF ZEPPELIN El 15 de agosto de 1929, ei dirigible Graf Zeppelin cumbre y orgullo de la aeronáutica alemana de la época, despegaba de su base en Friedrichshafen, a orillas del lago Constanza, para emprender un viaje histórico: la primera vuelta al mundo de la navegación aérea comercial. Veinte días después, el 4 de septiembre, después de recorrer más de 32.000 kilómetros, a lo largo de doscientas ochenta y siete horas de vuelo, el gigantesco cigarro volvía a tocar tierra en el punto de partida, concluyendo felizmente su aventura. Por Eduardo VICENTE APARICIO terraza del Hotel ten en la ciudad alemana LAFriedrichshafen, aKurtgarde orillas del lago Constanza, presentaba una animación extraordinaria en las primeras horas de la madrugada del 15 de agosto de 1929. Durante toda la noche se habian sucedido ininterrumpidamente tangos, valses y fox- trots. No sólo no decaía la fiesta tras la medianoche, sino que por el contrario crecía por momentos. Una cierta expectación sé hacía patente en torno a un determinado grupo de personas. Se trataba de los veinte pasajeros- -periodistas, militares, científicos y magnates procedentes de cuatro continentes- con algunos familiares y amigos llegados para despedirles, del dirigible Graf Zeppelin que en el próximo campo de aviación recibía los últimos preparativos para iniciar la primera vuelta comercial aérea al mundo. El documento suscrito para no reclamar a la empresa organizadora ninguna indemnización en caso de accidente, no parecía preocupar a nadie. A tas tres y media de la madrugada un autobús recoge a los pasajeros para conducirles al enorme hangar- catedral aeronáutica- fuertemente iluminado, donde les esperaba la impresionante aeronave de 236 metros de longitud. A bordo ya el pasaje con el equipaje- 20 kilos por persona- es cerrado el portalón de acceso. El dirigible es remolcado suavemente por cables a ras del suelo hasta el punto de despegue en campo abierto. Se transmiten por megáfono las órdenes desde el puente de mando. Soltadas las amarras, el coloso se eleva lentamente entre gritos de despedida, vítores y flamear de pañuelos. Los cinco motores Maybach de 500 HP. empiezan azumbar mientras la proa se orienta ha- II Ei conde Fernando von Zeppelin. 33