ABC MADRID 05-06-1977 página 129

La facilidad con que los niños aceptan como un hecho natural la presencia de las máquinas y utilizan los ordenadores como si fueran juguetes, nos permite adivinar que muy pronto el cerebro electrónico será tan común en los hogares como la batidora o el tocadiscos. Durante el curso del día- sea lo que éste fuere- usaréis el computador familiar para llamar a vuestros amigos y ocuparos de los negocios, tal como usáis ahora el teléfono, pero con esta diferencia: podréis intercambiar cualquier cantidad de información tabular, visual o gráfica. Asi, si sois scritores, podréis agitar la horrible tipografía de la primera página de un libro frente al delincuente de vuestro editor, donde quiera que éste viva. Una de las grandes ventajas del invento del señor Bell es que podéis conversar con personas que no pueden veros, ni saber dónde estáis, ni quién os acompaña. Contando con un circuito visual, muchos negocios nunca se consumarían; ni siquiera se intentarían. Los intentos hechos de agregar la visión- -como el teléfono visor de Bell- -no han tenido mucho éxito. Pero estoy seguro de que se debe al costo, al tamaño reducido de la imagen y a los escasos servicios disponibles. Nadie hubiera predicho un gran futuro para los primeros televisores con sus imágenes vaci- lantes del tamaño de un sello postal. Estas limitaciones técnicas suelen ser superadas rápidamente, y ya es inevitable el teléfono- visor, con pantalla grande. Las posibilidades del computador como medio de entretenimiento e información son virtualmente ilimitadas; algunas de ellas, por supuesto, ya están a nuestro alcance, en relación con los servicios de suscripción a la TV. En cualquier momento podremos solicitar los titulares de las noti- v cias en la pantalla, y ampliar los que nos interesen para obtener un relato completo con diferentes niveles de profundidad. Por primera vez, será posible lograr un servicio informativo inmediato, selectivo y profundo. MANIACOS DE LA INFORMACIÓN El periódico electrónico, además de sus otros méritos, tendrá dos ventajas ecológicas. Guardará bosques enteros para la posteridad; y reducirá a la mitad el costo de la recogida de desperdicios. Esto sólo bastaría para justificarlo... y para pagarlo. Pueden preverse la aparición de formas virulentas de adícción a las noticias, que dará lugar al nacimiento de un tipo de personas incapaces de perderse nada. de lo que esté pasando en alguna parte y que pasarán todas sus horas de vigila adheridas al computador. He acuñado un nombre para ellos: informaníacos. Más de una vez he pensado que sería excelente tener acceso, en la propia casa, a todos los libros e Impresos, a las grabaciones y películas, a todas las artes visuales de la humanidad. ¿Qué impresión produciría el tener la Biblioteca del Congreso- todas las grandes bibliotecas del mundo- en la punta de los dedos? Con las últimas técnicas, sería posible poner la totalidad del saber humano en una caja de zapatos. El problema, por supuesto, consiste en sacarlo de ahí; cualquier desorden representaría una pérdida irreparable. Otro problema es decidir si producimos masivamente las cajas de zapatos, de modo que cada familia tenga una, o si instalamos una caja de zapatos central, enlazada con los distintos hogares. Probablemente hagamos ambas cosas. Generalmente se supone que el computador tendrá una pantalla plana similar a la de la televisión, que parece bastar para la mayoría de las comunicaciones. Pero la última palabra en la confrontación electrónica cara a cara se diría cuando fuera imposible determinar, sin tocarla, si la otra persona está o no físicamente presente, puesto que aparecería como una proyección tridimensional perfecta. Lo cual no nos parece ya fantástico, después de haber visto dispositivos holográficos casi imposibles de distinguir de la realidad. Lo que podría hacerse, incluso con las técnicas corrientes, es proporcionar imágenes tridimensionales- -al menos o en pantalla panorámica como la del Cinerama- para una sola persona por vez. Sólo se necesitaría una peq eña cabina visora y una óptica inteligente; y así tendríamos la base de un instrumento de educación y entretenimiento, como lo ha