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ABC MADRID 24-05-1977 página 83
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  • EdiciónABC, MADRID
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ABC. MARTES. 24 DE MAYO DE 19 7 7. PAG. 65 La Fiesta 1 Nacional DECIMA CORRIDA DE SAN ISIDRO LA FERIA M SAN ISIDRO, EN NÚMEROS MATADORES DE TOROS A. T. E. Or. V. J. M. Manzanares Andrés Vázquez Julio Robles Ángel Teruel Tinín Curro Romero Miguel Márquez El Puno Antonio Guerra Rafael de PBUÍB Av. 0 O PASIÓN CERRIL Y GESTO TARDÍO 4 6 3 4 2 2 2 2 2 2 2 3 3 1 1 1 0 0 3 3 o o o o 1 Calatraveño Curro Rivera Feo. Ruiz Miguel Dámaso González- Antonio J, Galán Raúl Aranda El Regio Lorenzo M. Villa Paco Camino El Viti Paco Alcalde Luis Feo. Espía 2 2 Z 2 2 2 3 4 4 4 o o o o o o o o o o o ó o o o o o o o o o o o o o o o o o o o o o ó a o o 1 o o ó o o REJONEADORES Alvaro D o m e c q 1 1 0. 0 O Joa Moura 1 1 0 0 1 A N ú m e r o d e actuaciones. T í E. Toro e s t o q u e a d o s Qr. i Orejas cortadas. V. Vuelta al ruedo. Av. A v i s o s Miguel Márquez fue cogido sin consecuencias y pisoteado por ol último de la tarde. (Foto Carohenijla. E N Jas tardes de pasión hago buena, más que nunca, la vieja frase de que el crítico no debe sor jamás uno más en el tendido, sino uno menos. 1 público iba hoy a la plaza con ei ardor de los viejos tiempos. Habían proyectado (a corrida como un combate, tomando de antemano partido por uno de los dos contendientes. No faltaba los que iban con el noble fin de presenciar eí triunfo de tos toreros frente a toros de renombre, mientras otros- -ios menos- -apostaban con Jafegria por el fracaso de los diestros. Bienvenido sea el entusiasmo. La fiesta siempre se ha nutrido de la pasión. Lo odioso es el apasionamiento cerril, ese querer imponer un criterio sin utilizar la persuasión. Me repugnan los despotismos, hijos de conductas imperativas, casi violentas, a las Que tan dados somos en este país. Así hemos pedido ver hoy cómo los dos primeros toros, cornalones sacudidos de carnes y flojísimos de remos, no eran protestados con la saña de otras tardes. Por el otro bando, por el torerista, bastaron unos lances de recibo al cuarto para que algunos espectadores se pusieran de pie como si hubieran resucitado a la vez Curro Puya, Fernando Domínguez y Enrique Torres, por citar tres nombres de capotisías históricos, que ya eruzaron la frontera de las pasiones. La gran verdad es que la corrida de Victorino no ha sido buena. Han peleado sin brillantez con los caballos, hasta ha habido toros que recibieron el castigo en chiqueros, aprovechando su natural querencia, que es donde se ha picado siempre a los toros mansos. Si blanda resultó la primera parte de Ja corrida justo es reconocer que se enmendó a partir del cuarto, desarrollando dureza, bronquedad, aspereza, no entregándose en ningún momento y llegando al último tercio engallados, con las aras muy altas, desarrollando sentido, muy poco aptos para un toreo de figura erguida y mano Baja. En mi opinión- -acepto todos los criterios como me agrada que se respeten los míos- la corrida de Victorino ha sido francamente m a 1 a. Admirable, empero, esas cabezas astifinas que- ¡ay! ya no estamos acostumbrados a ver por esas plazas, pero con un comportamiento a la hora de la lidia puramente defensivo. No olvidemos que el toro es un animal de ataque, de entrega sin reservas. Y conste que no me refiero a la borrega comercial, que ésa no nos gusta ni a usted, ni a usted, ni a usted ni a mí. Sólo a los toreros, por aquello de la comodidad. Casi se pueden juzgar al alimón a Paco Camino y a El Viti. Sus circunstancias son muy parecidas. Ambos están de vuelta. Los dos apalean millones. Xo tienen todo hecho. Y de ahí que sea plausible el gesto de dejarse anunciar con esta corrida, que tiene un sello- -y mucho me temo que más grande desde hoy- -de especial para toreros legionarios Aplaudo sin reservas el gesto de salir a an redondel de la categoría del de Madrid a vérselas con una corrida de hierro proscrito por las figuras- -El Viti era la segunda vez que lo hacía en el mismo ruedo- mas después de aceptar 1 reto hay que enfrentarse a los toros con otra presencia de ánimo. Ya he dicho más arriba que los toros no eran aptos para componer la figura y torear al ratentí. Mas era imprescindible emplearse con coraje Se echaba en falta una muleta qfle se moviera como un látigo, piernas vigorosas, mucho toreo de eficacia, de lidia inteligente y torera. A mí, personalmente, m bastaba con eso. Sabía cómo eran los toros. Y estaba consciente de que eran imposibles las fiorituras. Sin embargo, Jesuíta ba irritante, completamente inadmisible, presenciar cómo Camino y El Vltl dejaban sus toros en manos de los peones. Hubo infinidad de ocasiones en las que las gentes de plata se encargaban de poner y de sacar los toros del caballo ante la pasividad de sus jefes. No puede decir El Viti que la lidia n se aclama. t e remito ál caso concreto del quinto mulo. El toro salió suelto, echando las manos por delante y hasta pegando patadas. Cuando se decidió a recogerlo con el capote, a bajarle las manos, a man dar en él, a reducir defectos, él público le ovacionó sin reservas. Paco Camino y El Viti, cada eual a SO estilo, han sido dos grandes toreros de una época pequeña. Los dos pasarán a la historia- -y esto es lo triste y lo imperdo naide- -como dos matadores de indisco tibie relieve en un período taurino, euyo principal protagonista fue un payaso que les arrolló en popularidad y basta en honorarios por culpa de aceptar la sumisión claudicante de torear chivas desmochadas que el otro Imponía- y ellos disfrutaban sin ánimo de competencia, ayunos de pundonor y vergüenza torera. Esta tarde han hecho el esfuerzo de salir. Pero había que saber estar, aunque fuera mal. He dicho muchas veces que es mas difícil saber estar mal, cuando pintan bastos, que compuesto con él torete de carril. Sin embargo, ninguno de los dos ha afrontado la papeleta con responsabilidad. La mayoría d é l a gente les ha abroncado por ignorancia, por no saber ver que era imposible el natural y el derechazo. A mí 5 blSa decepcionado, sin embargo, por falta de decisión, por inhibición, por falta de profesionalidad, por dejar en apagado farol un gesto para el que desgraciadamente no están preparados. El malagueño Miguel Márquez, más sur tido en las tareas de dar la cara todas las tardes, se justificó dignamente con el sexto, que se dejaba torear por el derecho. Miguel le pudo cortar la oreja a su manera. El hombre- sufrid un trastazo y volvió a la cara del toro con agallas, como han hecho los toreros toda la vida, incluso cuando están heridos. Lo inadmisible hubiera sido dejarse llevar a la enfermería y prestarte el toro al prójimo. El caso es que Márquez dio la única vuelta al ruedo de la tarde y cumplió decorosamente. La. ¡masa galio indignada de la plaza. Se había pagado en la alie a n l duros la localidad de tendido alto de sombra. Ellos iban a ver naturales y derechazos. Decían que los toros habían ganado. No era cierto. Estuvieron muy mal, rematadamente mal los toros y dos de tos toreros. Kstaj es la verdadU- ZAÍBAIA,

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