ABC MADRID 06-10-1976 página 19

ABC, MIÉRCOLES 6 DE O C T U B R E I E 1976 PAG. S. A BC DIRECTOR José Ijaia CEBRIÁN BONE SUBDIRECTORES: Migirel TORRES G l t fel SEAL Santiago A R B O S B Á L L E S T E R E D A C C I Ó N ADMINISTRACIÓN Y TALLERES: SERRANO 6 1 M A D R I D APARTADO 4 3 TELEFONOS Redacción y Tallera 2 2 5 1 7 1 y 2759403. Administración: 2255020 T l Editor: PRENSA ESPAÑOLA, S. A, RESPOISABILIDADES CÍVICAS Extraer consecuencias políticas de crímenes cometidos por radicalizados fanáticos políticos no es injusto; es obligado. Extraer consecuencias políticas de crímenes cometidos en ámbitos. territoriales intensamente politizados rio es injusto; es lógico. Extraer consecuencias políticas de crímenes en los cuales las víctimas son asesinadas por su condición o simbolismo políticos no es injusto; es, al contrario, absolutamente iusto y válido. Si nos negásemos a las obligadas y lógicas, justas y válidas, consecuencias políticas, como ninguna otra consecuencia conduce a más que a a condolencia, a la repulsa y a la iniciación de un proceso normal, estaríamos cerrando los ojos a la realidad de un mal gravísimo que destruye la pacífica convivencia ciudadana, que deteriora la legítima tranquilidad civil y que amenaza a la esencia misma de nuestro existir como comunidad social y nuestro progreso hacia formas más perfectas, de organización política nacional. Es inexcusable extraer consecuencias políticas de estos crímenes. No sólo por el pleno respeto que nos deben inspirar la preservación de los derechos humanos y del orden jurídico, sino también por un imperativo ético que demanda, en ciasos criminales de tal naturaleza, una reflexiva consideración de las obligaciones y responsabilidades cívicas y públicas. Las responsabilidades cívicas no incluye la averiguación ni la determinación de los medios o las fórmulas eficaces para combatir el terrorismo y erradicarlo. Es, evidentemente, responsabilidad de los poderes públicos. Pero las responsabilidades cívicas sí alcanzan a cualquier actitud de indiferencia, conformidad o respaldo, aunque sea indirecto, hacia las actuaciones criminales. Son ejemplares, en este sentido, las declaraciones condenatorias d e l múltiple asesinato en San Sebastián, emitidas por diversas personalidades políticas, entre las que no faltan nombres destacados de las filas de la oposición. Ejemplares y nobles manifestaciones; que deberán llevar aparejadas, pues de otro modo sólo serian condolencias retóricas, las lógicas conser cuencias políticas. Al menos, las personales. ¿Pero es bastante? La oposición política democrática- -tanto si se mueve en una democracia como cuando se mueve para establecerla- -está siempre preparada para actuar desde el Poder; es una permanente alternativa de Gobierno. Y a título de tal debe sentir en sí todas las exigencias y responsabilidades de la autoridad, del orden núblico, del respeto a la Ley, de la legítima condenación de la violencia. No les bastaban las noticias del Vaticano. ¡Ahora, corresponsal en Moscú! Pensamos, por ello, que en estos dramáticos momentos no hubiera sido nada inconveniente y sí muy ejemplarizador y constructivo para sus propios fines la pública y rotunda condenación del terror rismo firmada en nombre de los partí dos alineados en ella. ¿Por qué no pensar, mckiso, que hubiera merecido un rotundo aplauso nacional la presencia de líderes de la oposición junto a las representaciones del Gobierno en el entierro d las víctimas? Nadie habría equivocado ia significación de un gesto así en apoyo del orden público y de la pacífica convivencia social. Todo el país comprendería que la lícita dialéctica oposición- Gobierno continuaba en pie. Y, además, reforzada. Debemos reiterar, en todo caso, la nobleza plausible de las declaraciones condenatorias del crimen y de la violencia; insistiendo, eso sí, en que tales afirmaciones exigen conductas políticas consecuentes con ellas. publicado, que no ha vendido, y que constituyen varias toneladas de libros para los cuales no hay posibilidad de albergue y que en una ocasión se ha llegado hasta proponer un gigantesco auto de fe en vista de que no hay dónde meterlos? Me siento dolido por esta afirmación, pues es demasiado general. Tengo la, satisfacción de asegurar al profesor Botella que todos los libros editados por el Instituto Español de Entomología del C. S. de I. C. están agotados. Hace meses no pudimos proporcionar un título aue nos pidió la Academia de C i e n c i a s de la- TJ. R. S. S. También me agrada poner en su conocimiento que de las dos revistas editadas por este Instituto, Eos que admite originales en seis lenguas, y Graellsia que sólo lo hace en castellano, portugués y catalán, tenemos muchos números agotados. Si esto ocurre en un centro como el Instituto Español de Entomología, no favorecido especialmente dentro del Consejo, creo que algo parecido surtedeirá en otros muchos Institutos, dotados con bastante más personal y muy superiores presupuestos. Deso hacer esto público porque me entristece lo aue he transcrito del profesor Botella. Quizá en esta época triunfalista, y a causa de motivaícioneá políticas, no haya habido acierto en la selección de algunas publicaciones del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, lo que explicaría su poco éxito, pero no ha sido así en todos los casos y por ello me parece oport u n o puntualizarlo. -Profesor Ramón AGENJO OPINIONES AJENAS, POLÉMICAS, CARTAS, PIINTÜALIZACIONES, COMENTARIOS. Terciaren una polémica Señor director: En la réplica del eminente ginecólogo profesor Botella Lhislá, publicada en ABC él 28 de Septiembre, a la carta aparecida en ese periódico, tres días antes, del gran humánista profesor Fernández Galiano, que hizo unas breves apostillas al magnífico artículo de aquél, Inserto en la prestigíela tercera página del día 25, se contiene ¿1 siguiente párrafo: ¿Pero qué me dice el profesor Fernández Galiano, que lo sabe mejor que yo, de los doce mil títulos que el C, S. f. C na La situación de los kurdos Señor director: El suplemento dominical de ABC de 19 del pasado contiene un artículo sobre nuestro país titubado Con los kurdos, el pueblo más rebelde del mundo, ahora en paz El artículo adopta en su versión más ortodoxa la tesis del Gobierno iraquí sobre el problema Kurdo. La realidad, la dura realidad, aue la vivimos nosotros los kurdos, nos confiere ese inenvidiafole privilegio de poseer un conocimiento directo, y personal de la situación actual en nuestro país. Nos hallamos así en la necesidad de exponer unos datos que confiamos puedan hacer posible una visión objetiva del problema. El 6 de marzo del 75 él régimen de Bagidad y el Stiafa de Persla llegaban a resolver sus diferencias y decidían con-