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ABC MADRID 08-07-1976 página 3
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ABC MADRID 08-07-1976 página 3

  • EdiciónABC, MADRID
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E D I T ADi 0 POR PRENSA ESPAÑOLA, SOCIEDAD M A D ANÓNIMA R I D FUNDADO EM 1906 POR DON TORCUATO LUCA SE TEMA ABC REDACCIÓN, ADMINISTRACIÓN, Y TALLERES: SERRANO, 6 1- MADRID D OS meses y medio ha permanecido don Claudio SánchezAlbornoz entre nosotros. Su presencia, multiplicada en entrevistas, en actos oficiales, en homenajes, ha sido el mejor regalo que esta primavera española -verdadera primavera política- -podía traernos, colándose por puertas y ventanas súbitamente abiertas, al cabo de una larga y hosca clausura. Cuando te ¡lamo por teléfono, para concertar una última visita de despedida- -hasta pronto: don Claudio se propone retornar en el otoño- empiezo preguntándole: ¿Qué tal, don Claudio? ¿Cómo se encuentra usted? Y su vocecitá sutil me responde al otro lado del hilo: Muy viejo... ¡Estoy muy viejo! Esta alusión a su vejez es casi una coquetería en don Claudio; porque cuando le saludo personalmente en el señorial y acogedor hotel Wellington, se me aparece mucho más entonado que el dia inolvidable de su llegada al aeropuerto de Barajas: lleno de empaque, saludable, la tez sonrosada, sosegado y justo de palabra. Las piernas, ¡ay! un poco flojas, es cierto. Pero no he olvidado el acto de su homenaje en el Paraninfo de Filosofía y Letras, en la Ciudad Universitaria: aquella admirable oración dicha en tono coloquial y sencillo, sin cuartillas a la mano, de pie y cara al público, con el único apoyo de su clásico bastón. Verdadero símbolo de serenidad y de eterna juventud ilusionada. La presencia de don Claudio- -más aún que la de Madariaga, escasamente asequible- las palabras y los gestos de don Claudio han sido, para, nosotros, oportunísimo ejemplo de una virtud poco menos que desconocida en esta tierra de extremismos. Don Claudio, estilizado por la edad y por tas nostalgias, es ya casi puro espíritu. Yo diría, para que nadie se confundiese, que es- puro espíritu liberal Desde un tiempo a esta parte, todo el mundo se llena la boca con la palabra democracia Los que más la repiten suelen ser los verdaderamente menesterosos de hacerse perdonar sus antiguos talantes antidemocráticos. Pero nadie menciona la palabra liberalismo liberalidad es cosa muy distinta, como nos enseña el Diccionario En cualquier caso, el tono obsesivo de la apelación democrática envuelve una simple técnica; encierra una clara vocación de poder. Y de aquí que, por lo general, esa palabra, democracia se nos sirva habitualmente acompañada de un adjetivo que acaba por quitarle toda su virginidad. Durante muchos años se nos habló de la democracia orgánica Ahora se acaba de acuñar la expresión democracia nacional- sindicalista Uno de mis jóvenes- -y radicales- -alumnos universitarios se expresaba ante mi en estos términos: La democracia, para serlo, ha de ser una democracia popular En cualquier caso, se trata de diversas maneras de desvirtuar la democracia auténtica ta democracia a secas. Porque lo primero que a uno se le ocurre preguntar a los abanderados de la democracia popular -no hablemos de los otros- -es esto: ¿Dónde están los límites de lo popular? El pueblo. ¡GRACIAS, DON CLAUDIO Y HASTA PRONTO! bres palabras de hoy, y de mañana, serán siempre las mismas... Torcuato Luca de Tena, con tacto y finura extraordinaen su sentido exacto, abarca todos rios, había querido borrar en aquel acto los sectores sociales. Si los más son un rifirrafe intelectual, en que se motambién ¡os- aplastados -o los me- vió mucho la Prensa española hará unos nos favorecidos- la democracia es el tres años; y el abrazo que fundió al ancamino para una justa corrección de ciano líder de Acción Republicana con estructuras partiendo de una impeca- el vigoroso vastago de una de las famible vía política. Desde luego, en teo- lias más representativas de la lealtad ría. Porque cuando la democracia se ma- monárquica, resultaba todo un símbolo. He aquí un ejemplo nipula o se utiliza como simple arma verdadero mentís a lasconsolador, y un posturas contradialéctica sin contenido sincero, bien puestas que, una vez más, pretenden el puede ocurrir que no sean ¡os más monopolio de la realidad nacional escusino los estratégicamente organizados dándose en etiquetas democráticas de los que se lleven el gato al agua. Yo no dispar adjetivación (Manifestando, en he sido jamás antidemocrático -de una u otra forma, el totorresísmo celninguna postura política necesito des- tibérico. Tot o res todo o nada. La cargarme ni hacerme perdonar Pe- semana pasada, en la cena sin anfiro me cabe cierta duda de que la razón trión de Estorií, uno de los comensales haya de estar necesariamente en los afirmaba, poco más o menos, que aquí más ¿Por qué no en ¡os mejores nada había cambiado, que el bunker La democracia insisto, ha acabado era el propio Gobierno. No mucho despor convertirse en un instrumento, en pués, y a propósito de mi artículo- -pu una técnica de poder; el liberalismo blicado en estas mismas páginas- Ni es, en cambio, un espíritu Por supues- bunker ni ariete se dirigía a mí, en to, no hablo del liberalismo económico carta verdaderamente edificante un ni del liberalismo doctrinario Hablo cierto espécimen de la España diferen del liberalismo en cuanto actitud moral, te -esto es, la propiamente bunke: en cuanto conducta y norma tal co- riaria que, indignado por mi actitud liberal, acusaba a la Corona de respaldar mo supo definirlo don Gregorio Marañón Posadillo, liberal donde los haya: al extremismo de izquierda, e incluso Ser liberal es, precisamente, estas dos apuntaba, más o menos veladamente, a cosas: primero, estar dispuesto a en- una posible vuelta a la Cruzada tenderse con el que piensa de otro moPara unos, todo está igual; para otros, do y segundo, no admitir jamás que el fin justifica tos medios, sino que, por se ha llegado al vuelco total. Por venel contrario, son tos medios los que jus- tura, la verdadera realidad está en eso tifican el fin Se debe ser liberal sin que recusan los dos extremismos de darse cuenta, como se es ¡impío, o co- siempre: en ta evolución pausada, pero mo, por instinto, nos resistimos a men- irreversible, que garantiza la voluntad del Rey. El Rey, que- -afortunadamente- -tir. no vivió la guerra civil; que en perfecto A la definición de liberalismo utili- arbitraje quiere unir en un soto abrazo a zada por Marañón, bien puede contrapo- los enemigos de ayer. nerse la que Ortega acuñó para describir Por eso ha sido tan oportuno, tan saluel extremismo Todo extremismo fratestimonio y el mensaje de don casa inevitablemente, porque consiste en dable, el verdadero antípoda de gestos y Claudio, excluir, en negar menos un punto todo desplantes que habría que desterrar deel resto de la realidad vital. Pero este finitivamente de nuestro suelo. El día del resto, como no deja de ser real porque almuerzo organizado por ABC en Joclo neguemos, vuelve, vuelve siempre key, el reservado en que aquél se celey se nos impone, queramos o no. La his- bró daba una imagen perfecta de la contoria dé todo extremismo es de una mo- vivencia civilizada. Pared por medio, en notonía verdaderamente triste: consiste el reservado inmediato, tenia tugar otra en tener que ir pactando con todo lo que comida política De tono democrático, habría pretendido eliminar. por supuesto: el signo de la democraAquí nos hemos movido siempre en- cia era lo de menos. Cuando salí del tre extremismos que, por lo común, han comedor en que acababan de abrazarse venido a dar en el monótono y triste re- don Claudio y don Torcuato, discutían, a sultado de que habla Ortega; sobre to- la puerta del salón contiguo- -ya vacío- -do, cuando ha habido por medio una gue- dos hombres acalorados, en plenitud de rra civil, el peor de todos los extremis- edad y de energías. Uno de ellos se dimos. Y nos ha faltado, siempre- -salvo rigía al otro en estos términos: Yo le el clima intelectual que enlaza el si- he puesto esta mañana un telegrama a glo XIX con el XX- un auténtico libe- Willy Brandt diciéndole que Felipe es ralismo sólo posible en términos de un gilí... Confieso que en primer lutransigencia y de juego limpio Por eso gar pensé en la dificultad de traducir al resulta tan preciosa la ejemplaridad, el alemán un adjetivo tan celtibérico. Y verdadero legado histórico de don Clau- luego sonreí. Entre dos puertas de un dio Sánchez- Albornoz. Un legado que se mismo restaurante, en aquel breve traresume en su rechazo del enfrentamiento mo de pasillo, se resumía el calidosco- -largo, inacabable enfrentamiento- -en- pio de la vida española actual; de una tre españoles de distinto extremo y primavera a veces ardiente, a veces toren su apelación al mutuo perdón, a la mentosa. Cada puerta se abría a una opgenerosidad abierta con adversarios y ción de futuro: abrazo y generosidad, o enemigos. Es la hora de la reconcilia- desplante e intrasigencia. Dios hará que ción y de la paz- -dijo en el memorable prevalezca la primera. discurso con que cerró el homenaje que ABC le rendía- Mis palabras, mis poCarlos SECO SERRANO

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