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ABC MADRID 08-07-1975 página 3
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ABC MADRID 08-07-1975 página 3

  • EdiciónABC, MADRID
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EDITADO POR PRENSA ESPAÑOLA, SOCIEDAD ANÓNIMA MADRID FUNDADO EN 180 B POR DON TORCUATO LUCA DE TENA ABC diantes universitarios. Finalmente, se puede mencionar la figura del joven licenciado que, con vocación de investigación o docencia universitaria, mientras prepara su tesis doctoral disfruta de una beca de investigación o preparación para la docencia y ejerce la enseñanza con un grupo de estudiantes. ¿Hace falta algo más que la descripción procedente para darnos cuenta de que los problemas de esta amplia gam? de tipo de profesores no son iguales? ¿A qué, entonces, una denominación común que necesariamente ha de ser ambigua? Si es menester referirnos a todos en conjunto no 1 utilicemos una condición negativa; quedémonos con la de profesores contratados, expresión, de no mucha calidad estética, ciertamente, pero que, al menos, hace referencia a la necesidad que la Universidad tiene de ellos y en todo caso evita la cuasi cómica de penenes Pero está claro que no se trata sólo de una cuestión de nombre. La cuestión está en descubrir la causa o las causas de los problemas planteados por los profesores contratados. Habríamos de señalar, en primer término, una realidad no imputable a los mencionados profesores. El rápido aumento de las necesidades docentes y la escasa atención efectiva por parte de la Administración para cubrirlas con persona! al que, previas las exigencias que se consideren necesarias, se les confiera un estatuto claro y definido, para que todo el mundo- -Administración, profesores, estudiantes, sociedad en general- -supiera a qué atenerse respecto del profesorado de la Universidad. Se podrá decir que todos y cada uno de los profesores que están cumpliendo su función tienen un contrato y unas normas. Pero los que andamos en la Universidad sabemos de los sudores de decanos y rectores para poder acomodar a la situación y necesidades reales de la docencia las exigencias de la Administración pública en orden a la incorporación de personal para sus distintos servicios. Sabemos igualmente de condiciones impuestas por la legislación que en la realidad actual no pueden cumplirse. Hay sobrados indicios para sospechar que también en la Universidad se da la situación administrativa que alguien atribuía a nuestra patria diciendo que vivimos en REDACCIÓN. ADMINISTRACIÓN Y TALLERES: SERRANO. 61- MADRID un país de absolutismo legislativo atemperado por la inobservancia. Aún es más triste d e c i r que no existiendo trabas legales, en ocasiones se da una desesperante lentitud administrativa que no tiene otros efectos sino deteriorar el crédito de la autoridad y originar conflictos que no tienen razón de ser. Todavía hoy, en junio de 1975, se hallan sin tomar posesión de sus plazas de profesores numerarios, centenares- -subrayo centenares -de doctores que han hecho su oposición a Profesores Adjuntos, muchos de ellos ya en otoño del año pasado, y que se hallan en ese galimatías legal de que, habiendo adquirido todos los derechos para ser profesores numerarios, lo son de hecho y no lo son de derecho. No quiero dejar llevarme por la fácil demagogia de echar la culpa de lo que o c u r r e a los que mandan. También los propios profesores han agravado sus problemas, entre otras razones por el modo de plantearlos. ¿De verdad se puede justificar una huelga- de docentes? No acabo de entender que tengan derecho a declararse en huelga ni los sacerdotes ni los médicos ni los profesores, porque cuando toman esta actitud los primeros perjudicados son unas terceras personas, singulares, cada una con nombre y apellidos; ios estudiantes en el caso de la huelga de profesores, que ciertamente, no tienen responsabilidad ninguna en los problemas del profesorado. Me atrevo a pensar que los profesores contratados en el fondo tienen esta íntima convicción. A mi modo de ver, lo demuestra el hecho de que no han llevado a las últimas consecuencias su actitud de huelga y pienso que sea precisamente para no causar un perjuicio a los estudiantes que tienen a su cargo; a la hora de decidir si realizaban o no realizaban exámenes, una gran mayoría del profesorado contratado tomó la determinación de hacerlos. No soy un arbitrista que pueda ofrecer remedios rápidos a un mal que cada vez se irá agravando si claramente no se toman unas decisiones (varias, porque son varios los problemas) susceptibles de ser mantenidas. Al hablar de decisiones para ser mantenidas, implícitamente se está haciendo referencia al futuro. Hará falta mucha delicadeza, mucho cuidado y también mucha energía- -yo me atrevería a utilizar la vieja y entrañable palabra de fortaleza- -para resolver un problema en el cual está implicada la Universidad futura. Porque la Universidad de mañana estará en gran medida en manos de los que hoy son profesores contratados. Que la Universidad esté en las manos de unos hombres cuya dedicación política les impide una visión clara y una mayor dedicación a la vida universitaria o en las manos de unos hombres que se ocupan únicamente de alcanzar sus derechos para ocupar una plaza vitalicia despreocupándose de los problemas de la Universidad o en las manos de tinos hombres que, junto a la preocupación por su propia formación científica, tienen también la preocupación por la institución universitaria misma, son distintas posibilidades con las que se habrá de contar desde ahora mismo. Víctor GARCÍA HOZ O descubro ningún secreto si empiezo diciendo que probablemente la mayoría de los conflictos que nuestra sufrida universidad ha padecido en el curso que está terminando han venido girando en torno a los profesores llamados no numerarios No quiere esto decir que tales profesores sean los responsables de la situación conflictiva de la Universidad, sino que en torno de ellos han girado los conflictos con demasiada frecuencia. Como siempre, la cuestión del nombre tiene su importancia. Hasta hace t oco tiempo se hablaba de profesores adjuntos, profesores encargados de curso, auxiliares, ayudantes... y he aquí que aparece una nueva denominación: no numerarios Y si intentamos recordar veremos que, curiosamente, el uso de esta denominación Coincidió con el comienzo de las perturbaciones universitarias centradas en los profesores. Y, como siempre también, el desorden en la realidad se inicia con una confusión o ambigüedad en el lenguaje. Dos razones fundamentales convierten al nombre mismo en una expresión poco feliz. En primer lugar, su significación negativa. Intentar especificar una realidad mediante la negación de un determinado carácter o rasgo dice muy poco acerca de lo que esa realidad sea. Mala cosa para un profesorado definirse por un no que fácilmente se puede convertir en un anti De aquí arranca la segunda razón de que sea inadecuada esta denominación. Porque, en efecto, si dentro de ella caben todas las situaciones de los profesores que simplemente coinciden en el hecho de no estar inscritos en un escalafón, no hay ninguna garantía de que se trate de un profesorado homogéneo. Y este es uno de los más graves motivos de dificultad para resolver sus problemas. En la Universidad española hay varios tipos de profesores que no son numerarios. Está, en primer lugar, el especialista eminente o el profesional distinguido que, teniendo su dedicación y trabajo fundamental fuera de la Universidad, puede, sin embargo, prestar un buen servicio, un servicio relevante con sus enseñanzas, en la institución universitaria. Tampoco es profesor numerario el que perteneciendo a otro cuerpo docente o técnico, especialmente dentro del Ministerio de Educación, colabora con la Universidad impartiendo determinadas enseñanzas. De semejante condición negativa participa el universitario que habiendo alcanzado su grado de Doctor no ha tenido ocasión de participar en una oposición que le permita el acceso a un cuerpo escalafonado, dedicando! no obstante su trabajo a la enseñanza universitaria. También hay personas qué habiendo alcanzado igualmente la máxima graduación académica y sin pertenecer a ningún cuerpo oficial distribuyen su tiempo entre la docencia universitaria y trabajos fuera de la Universidad. Aún se puede hablar del estudioso que sin haber alcanzado el doctorado, pero con una base científica demostrada a lo largo de su carrera de Licenciatura y en trabajos pos teriores, tiene la responsabilidad de la enseñanza a uno o varios grupos de estu- N PROFESORES NO NUMERARIOS Y UNIVERSIDAD FUTURA MARTIN INMOBILIARIA, S. A.

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