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ABC MADRID 13-09-1974 página 49
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ABC MADRID 13-09-1974 página 49

  • EdiciónABC, MADRID
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A B C VIERNES 13 DE SEPTIEMBRE DE 1974. EDICIÓN BE MAÑANA. PAG. 49. para hacer una inspección de los elementos correctores. -f yresa. LA CONSTRUCCIÓN DEL PUENTE ENTRE PEDREÑA Y SOMO, EN PELIGRO Santander 12. (De nuestro corresponsal. El puente entre Pedreña y Somo, localidades situadas al lado sur de la bahía. muy próximas, pero separadas por la ría de Cubas, es una de esas realizaciones que siempre se encuentran en la fase de se v a a luiccr Son muchos los años que dicho pnentc se encuentra en boca de la gente, sin- que hasta el momento haya tomado ciuM- po real. La historia más reciente de esta obra, tan largamente esperada, era prometedora. Las obras fueron adjudicadas a tina empresa que hizo acto de presencia en el lugar. Parecía inminente su iniciación cuando, de repente, tuvimos noticias de que la obra había sido abandonada, sin que, por otra parte, se pueda decir que se había empezado. Parece ser que, por parte de la empresa concesionaria, existían ciertos recelos. Ahora se dice que la Junta de Obras del Puerto se propone impugnar la realización del puente entre Pedreña y Somo, porque considera la desembocadura del Cubas como emplazamiento muy adecuado para un puerto deportivo, cuya existencia sería incompatible con ía- del. puente. El rumor- -que en el momento de escribir estas líneas no es otra cosa- no lia tenido, hasta el momento, confirmación alguna por parte de la Junta de Obras del Puerto. EL AYUNTAMIENTO Y LA AUTOVÍA DE LAS LLAMAS En el último Pleno de la Corporación Municipal de Santander se decidió presentar informe negativo en el expediente de información pública de los anteproyectos de construcción de la autopista Santander- Tarrelavega y de la autovía de Las Llamas. El Ayuntamiento considera que se divide lo que debiera estar presidido por la unidad y que tal división supone una tergiversación de las premisas y promesas establecidas por el Ministerio de Obras Públicas El Municipio carecería de recursos para hacer frente a la construcción de la autovía de Las Llama s. aun en el caso de que recurriera a los presupuestos, extraordinarios, y estima que la división que se hace de lo que debiera constituir un solo proyecto sería perjudicial para la ciudad. En consecuencia, opone que o ambas vías se consideran una sola o habrá que prescindir de la segunda, pues condicionaría todo el futuro de la ciudad con enormes perjuicios Y añade que debe ser realizado con los recursos propios del Ministerio de Obras Públicas. Mi aldea nativa de ayer en hada se parece a la de hoy. En aquélla, todo eTa vegetación exuberante, desparramada por todos los rincones del lugarejo. Tan espesa me parecía entonces, que me imaginaba que el Sol tendría que bregar lo suyo para ceiar sus rayos por entre la apretada espesura que a ellos se oponía. De acá para a! á, corrían muchos senderuelos, que no callejas, que si iban a muchas partes, a veces cortaban su caminar y se detenían sin más, donde menos se esperaba, porque no tenían ya a dónde ir, o porque los servicios públicos del modesto vecindario nó exigían de ellos otras correrías. Las casitas de mi aldea eran sencillas y elementales, excepto alguna de elias que se erguía con cierta noble apariencia, como aupándose sobre el rasero de las demás. Lucía fanfarronameníe en su fachada un escudo nobiliario, cuyo origen nunca me detuve a averiguar; pero que, seguramente, era el testimonio plástico de que allí se habían alojado gentes de rancio linaje y de indudable abolengo. Pero, desaparecidos sus moradores, la casona se resignaba con la compañía democrática de las demás. Sin un jardín abierto, todas las viviendas estaban rodeadas por fértiles huertas, en que se cultivaban las hortalizas necesarias para la mesa familiar. Y además solían completarse con cultivos de rosales- -que se asomaban con curiosidad sobre las tapias, para dar al aire y a! viandante su perfume- con claveles reventones de poderosos efluvios: con alhelíes, y con otros pebeteros vegetales colmados de esencias aromáticas que se entregaban a la brisa con generosa prontitud. Y sobre todo esto- -deleite de la vista y del olfato- las huertas se colmaban de árboles de exquisitos frutos, a cuya tentación sucumbieron, más de una vez, los zagales del pueblo. En las esquinas de alguna de aquellas viviendas había viejos humilladeros- san- tucos se los denominaba entonces- -encajados en simples hornacinas. Todo en ellos era rudimentario, desde el vulgar retablo, labrado toscamente, hasta la representación en relieve del Purgatorio, con su fuego y con sus Animas. Durante el tiempo cuaresma! gentes piadosas cuidaban de colocar en el interior de los saniucos lamparillas de aceite, cuya llama era renovada con asiduidad devota. No lejos del caserío, a horcajadas sobre la corriente del río cercano, se alzaba un achacoso molino harinero, hoy en quietud forzosa, al que, en los años de mi niñez, acudían casi tdos os vecinos de la aldea para molturar su maíz, mediante la correspondiente maquila de comisión al molinero. Luego, en Jos hogares, se amasaba la torta de borona, o del talo o se condimentaban las apetitosas pulientas que tan del gusto de todos eran. Pero, hoy, la aldehuela de ayer se ha transformado casi de repente, arrollada por el ímpetu que la evolución de las costumbres populares- se hace sentir en todas partes... Antes, el pito y el tamboril, o la pandereta manejada por hábiles manos femeninas, cuidaban de entretener el ocio de la juventud con sus bailes clásicamente montañeses. Hoy, se organizan fiestas amenizadas, por modernas orquestas, con exóticos bailes y ultramodernas danzas juveniles. Antes, las carretas de la labranza cantaban su faena con el estridente rozamiento de sus ejes resecos. Hoy, la labranza cuenta con otros muy cómodos recursos. Antes, eran escasos los esparcimientos para niños y jóvenes. Hoy, merced a la espléndida aportación de un benefactor del pueblo, cuenta éste con un gran edificio social, con un magnífico campo de deportes, con una bolera cerrada, con dos piscinas y sus servicios correspondientes, y otros elementos para la práctica de distintos deportes más. Todas éstas, y algunas más, son las no pequeñas novedades que encontré en mi aldea nativa cuando recientemente volví a ella. La vi invadida de automóviles, que pudieran parecer un anacronismo, pero que no lo era, porque no en vano pasan los añosr que cortan, renuevan y siembran nuevos bríos para nuevas vidas. ¡Ay, mi viejo camino de antaño! ¿A dónde me llevará hoy? También se perdió en silencio, y me dejó descorazonado y solitario, sin saber qué rumbo seguir. Porque entre la gozosa realidad de hoy y el melancólico recuerdo de lo de ayer, mi viejo camino ha huido sin saber a dónde. Pero mi perplejidad es injusta, porque la historia de los pueblos se entrama en la sucesión de jas generaciones. Pero la moción de aquel recuerdo no hay quien me la serene. ¡Qué le vamos a hacer! -Manuel GONZÁLEZ HOYOS. ESCOLARIZACION Y ACTITUD INHIBITORIA A propósito del. grado de interés que los sautanderinos muestran por las labores eminentemente ciudadanas del Ayuntamiento de la capital, disponemos de dos datos valiosos, demostrativos de una considerable apatía que, en realidad, sólo se rompe cuando se dictan medidas como la de limitación de aparcamentos, por la que se consideran lesionados los intereses personales de algunos. Por lo demás, los santanderinos tienen una notable tendencia a la inhibición, como se pudo comprobar en el pasado Pleno. La Corporación había hecho pública la posibilidad, establecida en la ley de Bases de Régimen Local, de que el vecindario pueda asistir a las sesiones. ¿Cuántos hicieron uso de ese derecho, a pesar de que el orden del día previsto comprendía puntos de gran interés? Apenas una docena. Pero no es eso lo peor, aunque sea bastantí revelador. Ocurre que para tomar las medidas oportunas se pidió que los padres de los niños- que carecieran de puesto escolar para este curso rellenasen, un impreso de solicitud y lo dirigiesen al Ayuntamiento. ¿Cuál ha sido el resultado? Sesenta impresos Y la situación real, sin embargo, no es tan halagüeña, ya quese estima que 1.800 niños carecen de escolarización o disponen de una escolarización deficiente. EN DOS AÑOS SE INAUGURARA EL OCEANÓGRAFICO Está previsto que Santander sea la capital oceanógrafica del Norte de España. No en vano ocupa un lugar geográfico central dentro de la cornisa cantábrica y posee una larga tradición oceanógrafica, de la que es testigo el viejo y caduco caserón de Pneite chico. Uno de los pasos más importantes para que esa capitalidad sea un hecho se lia dado recientemente al aparecer en el Boletín Oficial del Estado la orden de subasta de las obras del Instituto Oceanógrafico y Museo Naval de Santander, por un total de 37 millones de pesetas, que serán pagados al 50 por 100 por el Estado y la Diputación Provincial. Las instalaciones estarán constituidas por dos edificios comunicados por un puente encristalado, y en lo que respecta a la oceanografía dispondrán de un acuario y de laboratorios en los que se centralizará toda ia investigación. Constará asimismo de una sala de conferencias con. capacidad para 300 personas. Se espera que la construcción se realice con la celeridad necesaria para poder disponer del Instituto Oceanógrafico en el plazo de dos años. Nadie puede desconocer la importantísima labor que íHkííí- o llevará a cabo en favor de la pesca y de la legalización de posibles yacil mientes en la plataforma continental. -S. J

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