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ABC MADRID 27-10-1972 página 139
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ABC MADRID 27-10-1972 página 139

  • EdiciónABC, MADRID
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crecida y la estafa se puede dar por algún desaprensivo en algún centro turístico muy localizado. No es hecho general. Contra los desaprensivos la Ley deberla actuar con máxima dureza. Por otra parte la subida de los precies turísticos es lógico efecto inducido de la g e n e r a l subida de precios del país. Si un hotelero, año tras año, compra los artículos- -o, m e j o r ¿xpresado en términos económicos, si sus inputs son- -un ocho o un nueve por ciento más elevados, o bien aumenta precios o disminuye calidad o une las dos cosas: aumentar algo los precios o disminuir algo la calidad. Es indudable que el problema es anterior a lo turístico. La solución habría que hallarla en otros sectores, en el agrícola especialmente. Sin olvidar la necesidad de crear cooperativas de industriales turísticos. La segunda parte de la pregunta opino se r e s p o n d e muy bien con la expresión Turismo, empresa en la calle que hemos hallado a través de la investigación en el Seminario de Estudios Turísticos Españoles adscrito a 1 cátedra de don Juan Velarde Fuertes. El turismo es una actividad que, en su conjunto- -y no hay muchas como él- se desarrolla mitad puertas adentro, mitad puertas afuera de las empresas turísticas. Arregla: adornar, poner el máximo cuidado en la calle es como arreglar, adornar, poner el máximo cuidado en los hoteles, restaurantes, apartamentos... Escombros, montones de basura, aguas sucias y cuanto de malo se quiera añadir de nada influirán en un complejo automovilístico. Los coches saldrán igualmente impecables. No sucede así- -permítaseme la. expresión- -con la producción de turistas. A través de las sncuestas de nuestro Seminario- -hasta el momento hemos estudiado, in situ Capdepera, Cala Ratjada (Mallorca) Beniderm, Laredo (Santander) Cropesa, Benicasim, Feñíscola, El Grao (Castellón) Fuengirola y Marbella- -hemos detectado infinidad de quejas contra suciedad, desorden, polución del mar (incluso elementos sólidos flotando) aguas limpias de escasa potabilidad... Pero, en honor a la verdad, poofts quejas sobré las edificaciones altas, aunque, claro, ese es un problema a largo plazo y que los turistas de momento, comienzan a apreciar. Es un problema de motes de cemento, de las que ellos precisamente huyen, ya que en creciáo porcentaje el turismo proviene de las grandes ciudades por efecto de la necesidad de huir de ellas. (PEÍ A B C del 27 de noviembre de 183 recogía un artículo, firmado por mí, en el que baijo el título Turismo, empresa en, la calle exponía ampliamente este concepto. 2. -Las soluciones han empezado a arbitrarse, tímidamente, en el aspecto legis- lativo. Tímidamente porque solucionan poco de lo mucho que debe hacerse. Me refiero al decreto sobre requisitos mínimos de infraestructura en los alojamientos turísticos, de fecha reciente, diciembre de 1970, ya bajo el mandato del señor Sánchez Bella. Seguramente por parte del Ministerio de Información y Turismo se ha hecho ya. casi cuanto se podía hacer en este aspecto, Y precisamente porque el turismo es empresa en la calle, asunto de varios departamentos ministeriales. El problema es de dinero y de cultura; entendidos ambos en sentido amplio. Con la actual Ley de Régimen Local no se da cabida al municipio turísitico, sino, parece, que al agrícola. Se señala en ella la necesidad de que cientos municipios tengan abrevaderos (incluso absurdo con la mecanización del campo) Existe un proyecto en las Cortes de cambiar la Ley, donde se dará cabida a los municipios turísticos. Hoy por hoy los municipios turísticos andan muy por debajo, con sus presupuestos, de las necesidades de cuidar la calle. Problema de cultura y educación que, ¿para qué analizarlo? de sobra, lo conocemos. Cultura en los propios ediles municipales, a quienes unos cursos organizados conjuntamente por los Ministerios de Gobernación e información y Turismo vendrían a las mil maravillas. Lo he dicho muchas veces y nunca se me ha oído. Cultura en los empresarios turísticos, muchos en poco tiempo, y a quienes convienen cursos, sugerencias, campañas al respecto y también coacción. En países de alto nivel económico- -léase Estados Unidos, Suecia, Dinamarca, Alemania... -la ins- pección más temida es la de Sanidad. Pero ya se sabe, incluso a broma nos tomamos los españoles tales extremismos sanitarios. Y la broma- -y muy pesada, por cierto- -nos la gastó el cólera el pasado verano. El país tiene que hacer un esfuerzo brutal en turismo. Hemos de pagar facturas impagadas. Tal vez convino crecer en la etapa del señor Fraga de la manera como se hizo. España necesitaba las divisas del turismo con una premura agobiante y se contaba con. pocos recursos para hacer frente a las necesidades que el turismo creaba, que es, más que nada, revolución del pequeño centro poblaekmal (Cala Ratjada, Benidorm, Torremolinos... que nada tenía- -excepio el magnífico sol y mar- -en cuanto a medies materiales. Esfuerzo brutal en dinero. Esfuerzo brutal en coordinación legislativa- ¡tenemos en el país ese instrumento maravilloso que es la Comisaría del Plan de Desarrollo, capaz de insuflar el aliento legislativo necesario a las Cortes, en el tan sólo aspecto que yo considero entre sus muchas aportaciones- Y esfuerzo en aplicar las leyes, pues es claro nuestro refrán de que todo está escrito 3. -Se me ocurre empezar con la afirmación que en cierta ocasión, hablando de turismo, me hizo una de las mayores fortunas del país exponiéndome sus planes de inversión turística: Los millonarios somos cada vez menos. Quería decirme con ello que, a su modo de ver, que es también el mío, el futuro turístico está en el hotel de tres, dos y una estrellas. ¿Es éste un turismo de calidad? Depende del significado que se le dé. Turismo de calidad podría ser el de cinco y cuatro estrellas. El futuro no está en esos hoteles. Daría una vuelta a la pregunta para contestar: zonalización del turismo. Es decir, en ciertas zonas no permitir empresas turísticas desde una cierta categoría hacia abajo. Tema espinoso, terriblemente espinoso, el de zonalizar por calidades. Al señalar esta política respondo como economista sujeto a las leyes del máximo rendimiento. Si una playa es de calidad excelente, al ser bien de dominio público, ¿cómo podemos pedir una entrada para bañarse en ella? No lo haremos directamente. Pero sí podemos, indirectamente, pedir entrada. Mire usted, señor turista, no le cobramos nada por bañarse en esta playa, pero como solo tenemos en el centro alojamientos de categoría superior, la abona alojándose en ellos. ¿Planteamiento absurdo? No creo. ¿Tema espinoso? Sí, qué duda cabe, puesto que se mezclan implicaciones políticas cuantiosas. Pero ¿acaso no estamos en un momento en que el político interviene modificando las leyes del mercado, en la medida de lo posible, para bien del país? La expresión, vía libre aplicada a nuestro turismo, ha dado los resultados pretendidos. Cuanto se ha conseguido no es precisamente grano de anís. Aunque bien es cierto que, con De la Cierva, debemos señalar en honor al cientificismo que el turismo español, en esencia, es producto de la rica Europa. Creo que con una política de zonalización por calidades seguiría la vía libre para todo el país, adaptándose cada turista a las zonas según sus posibilidades. En definitiva, opino, no es del todo infantil una política de número. En cientos países se ha planificado un turismo de calidad, y todavía lo siguen esperando. Con el agravante de que no han conseguido ni calidad ni cantidad. En definitiva, pues, no discuto la política de números, discuto la política indiscriminada de números. Joan FUSTER

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