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ABC MADRID 17-10-1972 página 59
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ABC MADRID 17-10-1972 página 59

  • EdiciónABC, MADRID
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ABC. M A R T E S 17 DE OCTUBRE BE 1972. EDICIÓN DE LA MAÑANA. PAG. 59. VIDA CULTURAL EL COLOMBIANO JESÚS ZARATE, MUERTO EN 1967, PREMIO PLANETA La novela La cárcel fue presemaaa con seudónimo por su viuda e hijos EL DESTINO HISPANO En el banquete celebrado en la Embajada de España en Bogotá el pasado día 12 de octubre, con motivo de la fiesta de la Hispanidad, el presidente de la República de Colombia, Misael Pastrana Borrero, pronunció las palabras que reproducimos a continuación: S B ARCELONA 16. (Crónica por teléfono de nuestro enviado especial. El editor don José Manuel Lára, gerente de Editorial Planeta, venía haciéndose eco últimamente de la posibilidad, dada la calidad y la procedencia de las novelas finalistas, de que este año la concesión del premio Planeta revistiera unos méritos, circunstancias o emociones peculiares. La sorpresa no tardó mucho en propagarse por e! Ritz. Pablo Lepanto seudónimo que f i r m a b a una de tas diecisiete novelas seleccionadas, se iba perfilando como ganador. Lo que extrañaba era el rumor que recaía sobre la personalidad del autor: ¿Había muerto, estaba preso, era una figura del boom hispanoamericano? Pronto se desvelaron con un cierto aire de polémica favorable al Planeta toda suerte da incógnitas: Pablo Lepanto que resultó ganador a a séptima votación, era e! seudónimo utilizado por Jesús Zarate Moreno, escritor, periodista y diplomático colombiano, fallecido en 1967. Seudónimo utilizado por él o- -y en esta disyuntiva radicaba la expectación periodística- -por su viuda, Alicia Rey de Zarate, y sus hijos, Eduardo, Alicia y Néstor, que presentaron la obra al Planeta. Jesús Zarate Moreno nació en Santander (Colombia) en 1915. En vida publicó cuatro libros de cuentos: No todo es así en 1948; El viento en el rostro en 1953; El dia de mi muerte en 1955, y el aparecido en España en 1948, Un zapato en el jardín Zarate Moreno ocupó varias posiciones diplomáticas. Fue secretario de la Embajada de Colombia en España, consejero en Washington ante la O. E. A. y la O. N. U. en Nueva York, y fue además encargado de negocios en Cuba y Méjico. En la década de los sesenta fue embajador adjunto ante la O. N. U. y en ¡a República Dominicana y Suecia. Entre las doscientas cuarenta y ocho novelas presentadas a la XXI edición del premio Planeta se seleccionaron para las últimas votaciones los. originales de Pablo Lepanto Torcuata Miguel, Ricardo Lino, Alvaro de Villa (seudónimo) Luis Corsl, Valentín Fernando, Guillermo Ariel, Ramiro Gómez Kem, José Luis Puch, José Posada, Francisco Pérez de Prat, Juan de Lorenzo (seudónimo) Teresa Montalvo (seudónimo) Fernando Soto Aparicio, José Cuenca, Francisco Baeza Linares y Carlos González Fernández. En la sexta votación quedaban seleccionadas La cárcel de Pablo Lepanto El sitio de nadie de Teresa Montalvo y Los otoños confusos de José Posada. En la siguiente fue eliminada Los otoños confusos por lo que al resultar ganadora la obra de Pablo Lepanto quedó finalista El sitio de nadie de Teresa Montalvo seudónimo utilizado por Hilda Perera Soto de Díaz, qua estaba presente en el Ritz, entre los varios centenares de asistentes a esta nueva edición del premio Planeta. Hllda Perera nació en La Habana en 1926. Hizo estudios superiores de inglés en varios colegios y universidades norteamericanas. Es periodista y, renunciando a su cargo de directora de una revista norteamericana, regresó a sus estudios de Literatura española en la Universidad de Miamf, donde enseña en la actualidad. Ha publicado varios libros de cuentos y novólas. En El sitio de nadie la finalista desarrolla IGUE siendo verdad, no obstante las aventuras espaciales de la última década, que el hecho de más relieve en la historia humana es el descubrimiento del Nuevo Mundo, ya que fue esencialmente un logro especifico del hombre como tal, que entra en los lindes de la aventura. Una Hazaña que es la más grande de todos los tiempos. La voz y la presencia de la España forjadora de pueblos se extendieron por una dimensión de tierras desconocidas, que los imperios del pasado no percibieron ni en su imaginación y los actuales no han podido congregar bajo el influjo de su fuerza o de sus ideologías. Ese acontecimiento sin par, que tuvo tanta trascendencia en su momento y que se ha proyectado en los tiempos cargado de noble herencia, es lo que nos permite no cansarnos de evocarlos, como bien lo ha dicho usted con grato humor, señor embajador, y que permite, después de cuatrocientos ochenta años, a naciones con fronteras propias, con crónicas aún de enfrentamiento, con rasgos nacionales definidos, acercarse, sin embargo, con sentimientos que le son comunes, con amor de raza, con evnoción de lengua, con orgullo de lo que no sólo descubrió sino que creó España sin reservas y con generosidad ilimitada. Cuando la historia reciente nos demuestra la fragilidad de los imperios y su disolución por odios cruentos y cómo tantos pueblos que surgen a la noción soberana parecieran querer borrar súbitamente los recuerdos de los lazos que los ataron en el pasado cercano, bien cabe indagar por qué este orgullo que se mantiene vivo en las naciones que se modelaron en la comprensión, en la inteligencia, en el heroísmo, en una palabra, en el crisol de las virtudes y defectos españoles. Sobre ello se han formulado respuestas múltiples y contradictorias a través de los años, pero lo cierto es que cada vez se borran más las nubes del engaño sobre esa bien llamada empresa de Indias y aparecen con más nitidez los perfiles positivos de esa peripecia llena de magnanimidad. La verdad es que España no se concretó en su acción solamente a la conquista material y física de unos territorios para sojuzgarlos con la fuerza de su poder, sino que la animó el afán constante de penetrar en la conciencia que los inspiraba con espíritu justo, y de ahí que estuvo siempre atenta a señalar normas que establecieran equidad en el trato, a llegar con la luz de una civilización que no ignorara los derechos propios, de sus pobladores y a hundir las raíces de su propio ser en este suelo para que en él sus creencias, sus principios reflejaran lo que ella era, pero manteniendo las características y la idiosincrasia de los pueblos nuevos. De ahí que con las naturales diferencias, después de cuatro siglos y medio, sigamos contemplando un mundo hispánico identificado en ideales, valores, conceptos, compenetrado con la hermosa lengua castellana y dentro de una manera de entender y vivir la existencia. Estamos frente a una civilización industrial, que parece haber cortado sus amarras con todas las cuestiones que atañen al espíritu, y que ha llevado cansancio, especialmente a las voluntades jóvenes. Es la civilización de la máquina, de la información, de la producción en masa. La Humanidad, desconcertada, busca un nuevo rumbo en medio de confusión y angustia, quiere un nuevo tiempo, que sea un regreso a la aventura del espíritu. La utopia, que tanto se anhela, tiene que ver mucho con la esperanza y con la frustración. La última guerra dio nacimiento a una era que sacudió valores, cambió ritmos, multiplicó tensiones. Afrontamientos entre pueblos, en busca del predominio, removieron la lucha de la política mundial. Esas fuerzas, que partieron en dos el mundo de la posguerra, parecen acercarse o al nienos abrir una pausa en sus antagonismos. Pero mientras se acercan esas fuerza) distanciadas de ayer, se cava, en cambio, itn foso cada vez más profundo entre el hemtujtirio Norte, rico y eficaz, y el hemisferio Sur. que se debate en el confíicLo de su miseria. Y en medio de los dos universos está el mundo hispano, el espíritu hispano. Allí cerca tiene que eslar España, que nunca ha sido extraña al tercer mundo que surgió de su genio. Con España no nos identifica sólo el pasado, sino también el deslino que une a 250 millones de seres, con sentimientos que no pierden su vigencia en el alma de estos pueblos, que quieren participar también en un mundo del mañana. Al iguul que usted, señor embajador, permítame hablar también en esta fecha memorable de carabelas: esos tres barquitos con bandera de España que Pedro de Lorenzo, escritor y periodista que recientemente tíos visitara, los llevara con su prosa magnífica por las rayas de los ríos. Atlántico adentro, a reencontrarse inmensos como océanos en la España mayor: la otra orilla, tierra virgen, donde, a esta hora, principia el amanacer En unión de mi esposa expresamos a usted, señor embajador, y a su distinguidísima esposa, nuestra satisfacción por habernos dado la oportunidad de compartir en esta casa hospitalaria y amable la celebración de esta efemérides con los representantes de los pueblos amigos de Iberoamérica. las actitudes y los conflictos de diversas familias de clase media ante la Cuba castrista. La fracasada invasión de abril de 1961 complica las cosas; varios de los personajes sa SE PRECISA MECANÓGRAFA INGLES T ESPAÑOL Llamar de 9 a 1.30 y 3,30 a 6 al Teléfono 216 03 13 (23.205) ven implicados en e! hecno y la parte fina de la novela narra la historia de (a familia da Juan Antonio, quien, después de muchas vtel- I situdes, consigue los visados para salir d e l país. La nóvete ganadora, La cárcel 1 desarrollé el siguiente tama: En una prisión colombí; na, Antonio Castán lleva t e s años encare lado por un crimen que no ha cometido Emptó 2 a a escribir un diarlo en el qua pre- sonta a sus tres compañeros de celda. Lo cuatro discuten o rl las nociones te libertad

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