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ABC MADRID 23-09-1972 página 115
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ABC MADRID 23-09-1972 página 115

  • EdiciónABC, MADRID
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E XISTE una estadística muy curiosa según la cual en los momentos actuales están con vida más investigadores y sabios que cuantos han fallecido en todos los tiempos pasados de la Humanidad. Esto es una prueba sencilla de una evidente verdad: el progreso en razón geométrica de las técnicas experimentales y científicas, que llegará a superar ampliamente en una sociedad futura los investigadores a los soldados, cuestión que sólo no más allá del siglo XIX era inconcebible. Esta investigación en progresión geométrica es una auténtica explosión demográfica científica, quizá como una resultante de las fuerzas de 1 a Naturaleza por salvarse de ese crecimiento agobiador de población en todo el mundo. Una de las facetas de este crecimiento científico, como es el sanitario, tenderá a empeorar el problema de la población futura agravando la situación, ya que las medicinas tienden a facilitar al médico (con otras técnicas como la profilaxis y 4 a rehabilitación) la disminución de la mortalidad y aumentar el término medio de vida. Hasta este punto las medicinas son responsables, en gran medida, con las campañas sanitarias, de la explosión demográfica que trae de cabeza a ios políticos, temeresos de una época futura donde escaseen los alimentos. LUCHA TITÁNICA EN LA BUSCA OE NUEVAS ESPERANZAS Pero es curioso que toda acción que el hombre emprende para perfeccionarse, siempre tiene su cara negativa. Cuando se consigue descubrir una droga o antibiótico que actúa sobre algunos microbios, se orean rápidamente- -por su uso y abuso- -resistencias a dicho antibiótico volviéndose ineficaz, o quizá dando reacciones alérgicas. Hay que seguir investigando para descubrir nuevos antibióticos que sean más enérgicos que el antiguo, que ya perdió su fuerza. Esto en el campo de las infecciones es un grave problema casi exclusivamente de las cepas de gérmenes, que también tienen sus pequeños organuelos que luchan contra la inteligencia del hombre. Pero en otros campos fuera de las infecciones hay otros problemas, como que al conseguir triunfar sobre las grandes pestes de la Humanidad y prolongar I término medio de vida del hombre, aumentan las complicaciones circulatorias y el gran fantasma del infarto de miocardio. Y cuando se perfeccionan las técnicas contra estas enfermedades, queda detrás de la pantalla de la Esfinge las imágenes perplejas del cáncer, las enfermedades degenerativas y los defectos congénitos. Parece como si Dios pusiera siempre una meta de inalcanzables vuelos al hombre para estimularle a su perfección y a su lucha titánica en busca de nuevos vuelos y esperanzas. Casi el 99 por 100 de los productos que se utilixan hoy en día se desconocían antes de nuestra generación. Pocos fármacos han resistido el impacto del tiempo, y desconocemos si estas nuevas drogas serán dañinas cuando sel utilicen durante c i e n t o s de años, afirma el doctor Aguí lar Merlo. ha considerado siempre como esencia) ya que muchas veces una persona enferma puede curarse sólo por sus propias reacciones. Un organismo- ante un determinado proceso y en una circunstancia precisa puede curarse por sí mismo, sin ninguna medicina. De ahí ia importancia de sopesar las condiciones que la droga pueda reunir, para que sus cualidades terapéuticas, económicas y tóxicas compensen- -dentro de sus ventajas e inconvenientes- -la acción que dicho cuerpo extraño pueda realizar dentro del organismo. La sociedad moderna de consumo y de pluriempleo prefabrica unas situaciones donde no serán extraños los sujetos que necesitan por el día los estimulantes y por la noche los tranquilizantes, llevando una vida anómala, haciendo- -según ia pildora administrada- -de su vida un producto artificial, animándose o descansando, como si fueran verdaderos despertadores o robots mecánicos. Esto tan perjudicial es peor en ia mujer, y nunca sabremos, sino después de muchos años, las consecuencias que para nuestra civilización y para nuestro código genético y cromosomas transportadores de la herencia puedan traer esos millones de toneladas de drogas y medicamentos que se toman, muchísimas veces, de forma innecesaria, para estimular a una vida de competición. Una de las mentiras más piadosas de lal sociedad de consumo es que, trabajando más, produciendo más, teniendo más empleo y ganando más dinero se consigue tener condiciones más sosegadas para un momento futuro. Esto, que parece cierto como decimos, a escala individual, empresa rial y nacional lo podemos ver en otro ejem pío, como el acostumbramiento a tas drogas innecesarias, que cuanto más se toman más imprescindibles se hacen. Y no sabremos nunca (quizá nuestros hijos o nietos) si será uno de los múltiples factores del fin dd nuestra civilización o de la decadencia dq Occidente que diría Spengler. PRIMUN NON NOCERE Desde los tiempos antiguos de la Medicina se repite la sentencia, primun non nocere es decir, lo primero no dañar, como obligación imprescindible de aquellos sencillos pero expertos médicos que, desconociendo ios fármacos modernos, tenían dos esenciales recursos: la fuerza de la Naturaleza y la comunicación entre médico y enfermo, con la palabra. Todos los dramas griegos desde Esquilo y todas las obras médicas del cuerpo hipocrático nos dan a conocer ia importancia fundamental de ese fármaco que es la palabra. En el recientemente clausurado Congreso de la Juventud Médica se ha señalado el grave problema de ios medicamentos y los laboratorios. Allí, en una de las conclusiones, se ha puesto de relieve 4 a poca consistencia de muchas investigaciones y el poco arraigo en buscar otras vías que no sean las comerciales. Y es que el primun non nocere se LA DROGA- ENTELEQUIA UN BECERRO DE ORO DE LA ERA INDUSTRIAL De la misma forma que escribíamos Í principio sobre la explosión demográfica los investigadores, podríamos añadir ahor algo similar sobre las medicinas. Práctica mente casi el 99 por 100 de los producto que se utilizan hoy en día se desconocía antes de nuestra generación. Pocos fárm

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