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ABC MADRID 09-09-1972 página 99
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ABC MADRID 09-09-1972 página 99

  • EdiciónABC, MADRID
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S E cumplen, en estos días, los primeros veinticinco años de la creación, en Jerez, de su famosa Fiesta de la Vendimia. Es inexplicable, sí que lo es, que unos vinos, cuya fama y categoría se mide por siglos, tardasen tanto tiempo en tener su fiesta. Bien es verdad que alrededor del jerez surgían, episódicamente, fiestas más o menos logradas, que tenían a la primavera como epicentro. Ahora esta primavera la ocupa el Caballo, otro de los grandes frutos de la tierra jerezana y su zona, y la Vendimia pasó, era lo justo, al septiembre en que los vinos no se aguantan ya en las cepas, estallan de pura madurez y, por las tongas, van a las piqueras y nacen bajo repiques de campanas y alas de palomas. Las bodas de plata, ahora, vuelven a señar que las soleras seculares quieren, para la fiesta, el soleraje también del tiempo. VINOS Y FIESTA CON VERSOS AL FONDO lián Pemartín- -de inolvidable memoria en el jerez- -apoyó la idea, y Vicente Fernández de Bobadiüa, rector máximo ahora de Selecciones designó presidente de la Junta al ilustre médico jerezano Romero Palomo. Aquella juventud, con. inteligente empuje y amor a Jerez fuera de promesas, acudió a la Alcaldía y, en las manos de Antonio Mateos Mancilla, jerezano realizador, encontró timón y vientos para la singladura. La Fiesta de la Vendimia estaba en pleno avante. La Vendimia- -vinos y su fiesta- -había nacido con unos versos al fondo. Más y mejor mosto para un vino nuevo era imposible. UN VALEDOR HISTÓRICO: RODRÍGUEZ DE VALCARCEL Todo lo grande, en la provincia gaditana, veinticinco años atrás, desemboca en un nombre: Carlos María Rodríguez de Valcárcel. Hacía un año de la explosión de Cádiz, que, por encima de su tragedia, y con el aliento personal de aquel gobernador civil, señaló el arranque del gran Cádiz que ahora maravilla a cuantos le visitan. Pues bien, Carlos María puso su mano directriz y ejecutora en aquel juvenil propósito y lo hizo posible. Organizada la fiesta, Rodríguez de Valcárcel la promocionó abriéndole horizontes insospechables. Tres días duraron las primeras fiestas. El gobernador de las realizaciones, como admirativamente le llaman en todas las tierras gaditanas, dio su corazón, los medios económicos, los apoyos oficiales, todo cuanto fue preciso para que esta feliz realidad fuera un hecho. Lo fue y la Vendimia del jerez tuvo un valedor también histórico, como requería la histórica categoría de sus vinos. IREPORTA TOLA IVISON, SU ALA FEMENINA Pudiera pensarse que la vendimia jerezana, como solemnidad pública, surgió de un acuerdo técnico o comercial. Nada de eso. La vendimia del gran vino del jerez nació, sencillamente, alrededor de un libro de poemas. Se titula Reloj de Primavera y lo escribió, en 1948, Juan Valencia, fino y elegante poeta jerezano. Un grupo de escritores y poetas jóvenes festejaban la salida del libro con una cena que presidía la juventud de Juan Valencia. Sixto de la Calle, abogado y académico de la ciudad, brindó por la fundación de unos juegos florales en honor al vino. Ju- Paralelamente, la fiesta iba hacia sus Juegos florales. La sala del Villamarta fue la cátedra abierta, su sala operística, su residencia de gran gala. Llegaban al trono la reina y la primera corte. Todo ello había de tener una mujer a su frente. Fue Tola Ivison. Sus manos fueron la feliz tejedora de los éxitos. Tola lo dispuso todo para que, desde su origen, los juegos florales de la Vendimia del jerez alcanzaran todo su esplendor. Los trajes, los montajes, la distinción, la elegancia, la tuvieron como realizadora. Una criatura guapísima, prototipo de la belleza andaluza, María del Carmen Soto Colón de Carvajal, fue elegida primera reina. Ahora, a los veinticinco años, su hija es la reina, creándose así, como corresponde a un auténtico señorío, una estirpe de belleza, distinción y sencillez. FIESTA A NIVEL NACIONAL La ambición de un vino que se sabe señero en el mundo- -reyes, príncipes, prelados, poetas, prosistas, políticos, lo avalan y el pormenor seria Imposible- requería que la F i e s t a del jerez tuviera niveles nacionales. Lo fueron. Para la historia dígase que en aquel 1948 de fundación, todo cuanto aquel joven grupo orga- REINAS DE LA VENDIMIA Enriqueta Cavestany (1952) Beatriz Zuieta (1953) Marita Mora- Fiaueroa (1954) Ana María Oávila (1 S 55)

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