Archivo ABC
ArchivoHemeroteca
ABC MADRID 10-08-1972 página 3
ABC MADRID 10-08-1972 página 3
Ir a detalle de periódico

ABC MADRID 10-08-1972 página 3

  • EdiciónABC, MADRID
  • Página3
Más información

Descripción

EDITA DQ PRENSA SOCIEDAD M POK ESPAÑOLA, ANÓNIMA ID ADR FUNDADO EN 1806 POR DON TORCUATO Í. UCA DC TENA ABC visible no es más que su espejo, su objetivación. El mismo es la naturaleza, el tiempo, la eternidad, puesto que a ella aspira. Y como el universo es su representación puede adaptarlo á sus ímpetus y crisis. Y eso es el arte. El hombre no conoce un sol ni una tierra y sí, únicamente, un ojo que ve el sol y una mano que siente el contacto de la tierra. Y que en nuestro músico enardece o aplana los violines, que encumbra los timbres o los aterciopela y amansa, con todos los instrumentos palpitando en ese leve temblor de la muerte. Su fatalidad es el avance. Como en todas sus expresiones el genio alemán no puede detenerse. Aun cuando la marcha sea funeral y cada paso descienda un solemne escalón marmóreo hacia el ocaso total. Pero de ahí su grandeza. Porque este genio parece fundirse con su destino, y cuando el destino es ineluctable su voluntad lo asimila y la muerte es ya la meta amada. Y ante ella el héroe se engrandece y su mano trágica rasga el último velo. Todo resulta entonces afirmativo, porque la voluntad ha resellado con su poder el más acá y el más allá. ¿Qué importa el abismo si la voluntad lo desea? El único anhelo es rebasar los horizontes, alcanzar las lejanías brumosas por inaccesibles, y ante las que la voluntad, alargando los últimos brazos de la música, no puede alcanzar. Pero en ese camino del voluntarismo desenfrenado, Wagner no está solo. En los mutuos envíos se cruzaron Parsifal y Zarátu trai A s í comenzó la r u p t u r a Nietzsche dice que fue como el choque de dos espadas. Adelante, rectos, hermanos míos, i Aprended a caminar avanzando! El mar está alborotado. El mar brama: todo está en el mar. ¡Andando, viejos corazones marineros! R E D A iC- C I O N A DMINISTRACION Y TAL L E RE S SERRANO, 61- MADRID H E aquí una de las claves de la m ú s i c a ds Wagner: El mundo como voluntad. Sobra la segunda parte del título del libro de Schopenhauer: como representación Todo el universo en la voluntad del hombre. Y el genio es la conciencia de esa voluntad y la enardece y la extiende hasta los infinitos. Que quedan siempre cortos ante la voluntad de anhelo. Porque la voluntad lleva, cuando se desfrena, a la conquista de los infinitos. La voluntad siempre es belicosa. Por eso, a su final, ineluctable, erguida en pavorosa grandeza, está la muerte. Que es el proceso, históricamente comprobado, de las creaciones mentales y de las acciones políticas de Alemania. Y ningún espíritu más representativo de esta ambición, que rebasa todos los límites, que la música de Wagner. Patética, terrible, feliz, agoniosa, siempre con la mirada de águila más allá de los últimos horizontes. Configura al superhombre porque todo lo desmesurado está en su alma. Porque quiere abarcarlo y sus grandes tensiones, con toda la orquesta en pie, se alargan en agonioso creciente hacia los cielos o hacia los abismos. Aquí sí que puede hablarse de panteísmo. Porque toda la naturaleza está viva, arrebatada, en su intimidad. En la música está, como dice Schopenhauer, en los tonos más bajos, la naturaleza inorgánica, la masa de los planetas. Mientras que en las notas altas se objetivan las ideas, los anhelos del hombre, la inspiración de la fantasía, pero conservando, desde el principio al fin, el hilo de un pensamiento único y significativo. ¿No es ésta casi una descripción de tantos pasajes de los Nibelungos? La materia que encadena y la melodía, que dramáticamente quiere volar y remontar esa sombría angustia que enronquece la voz y la- alarga y la extenúa en un afán que en su misma delgadez se desvanece. Pocas descripciones del curso creacional de la música nos han impresionado como la de ese filósofo. La esencia de la melodía es vagar, apartándose del tono fundamental, para volver a él en unas modulaciones que revelan los secretos del alma. Así como la dicha del hombre- -dice Schopenhauer- -consiste en la rápida transido del deseo a su colmo... y de éste a un nuevo deseo, la melodía lenta pasa por disonancias y dolores y cu- ando vuelve al tono fundamental expresa, con la tristeza, la inconcreción y fracaso de sus deseos. Todo ello nos parece afín a la línea wagneriana. Lo más dramático que existe, según Schcpenhauer, es la voluntad. El mundo POR LA VOLUNTAD, AL HEROÍSMO Y A LA MUERTE Abra mercados a sus productos anunciándose en la Edición Semanal Aérea de ABC. Adelante toda la música d e Wagner entre los viejos dioses nórdicos, entre los amores desesperados, entre los idilios qtis en su misma inefabilidad apasionada tiemblan y se ahilan- ¡qué largo lamento el de Sigfrido d e n t r o del éxtasis- adelante entre los heroísmos trágicos. Conscientes de los destinos fatales caminan los altos héroes germánicos poseídos de la muerte, avanzando en la selva de donde no se vuelve. Y allí proclaman su voluntad de rebasar los últimos linderos, de ser devorados por los infinitos. Música dinámica, tras de la que todo es séquito, tras de la que va nuestro corazón enardecido. Esa calidad integradora de su música, que señalan todos los tratadistas, es consecuencia dé su voluntarismo. Cuando! a volisntad es el eje de la personalidad, el universo se ve arrastrado por el gran caballo de las ambiciones descrinadas. El mundo me debe entregar todo lo que necesito era una de sus máximas. Y sí, ese mundo convertido en pasta sonora le entrega todo su tesoro: su sangre ardiente, sus bosques, sus crepúsculos que se alejan, las muertes apasionadas y lentas, sus paraísos con flores vivas y hasta la copa sagrada donde abrevan las almas. Y todo ello en el cuenco de esa voluntad impetuosa de solares anhelos, todo vibrante y más, más, muriendo en brazos de ese más. No deja de ser sintomático del carácter íntimo y voluntarioso de ese músico que sus obras teóricas sean anteriores a su creación melódica. Y para conglomerar todas sus ansiedades tiene que inspirarse en nebulosas leyendas que él pueda modelar con sus dedos de titán. Ya está su alma llena de unas pasiones gigantescas, de unos corazones olímpicos, de una mística que levanta a su teatro sobre el ara misma de la religión. Wagner sólo pvede producir cuando toda su genialidad se halla bajo la influencia de la pasión y consumido en ella Su voluntad es su numen. Pero no es una pasión a la manera delicuescente del Romanticismo, sino activa, con la meta en su puño, con el frenesí de la posesión, aunque ésta se halle extendida sobre la muerte. ¿Por qué esa desatención actual hacia Wagner? Un pronóstico fácil. Volverán sus grandes acordes, su pasión humana y divina, como volverán a cubrirse los grandes muros de figuras que ennoblezcan las miradas. Artistas de cualquier género, ¡atreveos a representar héroes Y convertiréis en héroes a cuantos los contemplen. José CAMÓN AZNAR

Te puede interesar

Copyright (c) DIARIO ABC S.L, Madrid, 2009. Queda prohibida la reproducción, distribución, puesta a disposición, comunicación pública y utilización, total o parcial, de los contenidos de esta web, en cualquier forma o modalidad, sin previa, expresa y escrita autorización, incluyendo, en particular, su mera reproducción y/o puesta a disposición como resúmenes, reseñas o revistas de prensa con fines comerciales o directa o indirectamente lucrativos, a la que se manifiesta oposición expresa, a salvo del uso de los productos que se contrate de acuerdo con las condiciones existentes.