ABC MADRID 05-08-1972 página 68

Homenaje cada día ¿Quién negaría al doctor Marañan el título de poeta en su más radical sentido Ae creador? Aparte de su obra en verso- -desconocida, vero que bien merecería ser publicada en volumen- toda la obra de don Gregorio es una constante tarea de investípación de te bettesa y de la lus. Cinco poetas lo re cuerdan hoy. a Gregorio Marañen EN TOLEDO ¿Demócrata? No sé. Soldado rasó iero no comunero e insurgente. Juró bandera al ocre, alzado enfrente, arreboles de aurora y luz de ocaso. 3 e Toledo. Tangible y transparente, vn capitán le sonreía a! paso, mano en el hombro: No hubo Garcilaso, Yo soy SaKcío. Bebe de mi fuente Fue liberal, de libertad la santa y liberalidad que se adelanta, mas no sólo a decirlo a serlo, a serlo, contra anatema, inquisición, hostigo, amenaza, calumnia, Y- -hoy creerlo me parece ilusión- -fui yo su amigo. Gerardo DIEGO una nostalgia llena de promesas, una espei- anza interminable, de ésas que sólo se resuelven en el cielo. José María SOUVIRON LA MUERTE DE MARAÑON Y fue Toledo el lugar buscado, encontrado. Habías andado mucho y traías memorias del mucho andar. El agua que va a la mar y la luz que en la arboleda trémulamente se enreda. Y el glorioso caserío que derramado hacia el río precipitándose queda, ¡Tu Cigarral! Al oído- -si con él vas- -te murmura su canción que, honda, perdura, miel de panal escondido. Bellamente dolorido, rezas, pino del pinar, la sangre de tu cantar que endulza con mano buena la llaga de nuestra pena... jEsta pena del pasar! Federico MUELAS EPITAFIO Parva de soledad desparramada. Cuánto dolor en punta. Cuánto ceño del destino. Montaña ya sin dueño. Llanto de bronce y luz. Puerta cerrada. Pero sigue tu vida derramada por nuestras vidas. Sigue, como un sueño sin párpado o un agua sin diseño 3 e vaso ni de sed, desgobernada. Maestro con estela. Adelantado de ciencia, de amistad, de vida recta. Fatigando culturas y deberes colmaste odres del tiempo. Enamorado buscador de unidad sola y perfecta, en Dios pastoreaste tus saberes. Glnés de ALBARSDA DESDE EL SILENCIO DE ESTE CIGARRAL Desde el silencio de este Cigarral austero en el sabor de su elegancia, el maestro aspiraba la fragancia del ilustre paisaje imperial. Piedras de la ciudad monumental le saludaban desde la distancia con voz de majestad y tolerancia; mezquita, sinagoga y catedral. La tierra calentada por el sol daba a su claro ensueño de español en la dolada vibración del suelo, CIGARRAL Todas las cosas tíesien aquí nombre, f ea nombre repiten al sol de cada día, agradecidas. La vegetal concordia de los arbolea sabe de la concordia de las almas, traspasadas por el ardiente anhelo de ascensiones radiantes, en este Cigarral de los Dolores donde él halló argumentos para creer en Dios y amar la vida y asegurar, después de tanto vuelo, el encuentro con Dios, definitivo. P. Félix GARCÍA