Archivo ABC
ArchivoHemeroteca
ABC MADRID 30-07-1972 página 95
ABC MADRID 30-07-1972 página 95
Ir a detalle de periódico

ABC MADRID 30-07-1972 página 95

  • EdiciónABC, MADRID
  • Página95
Más información

Descripción

todos los que estamos comprometidos en la vida política, ésta es la marca de un comportamiento normal en casi todas las naciones democráticas. No obstante, el Parlamento es sin duda enteramente favorable a una colaboración franca con la C. E. E. en la medida en que esta cuestión pueda considerarse aisladamente del contexto político. Estoy convencido, pues, de que, una vez adoptada la decisión, como es el caso actual, la lucha de los partidos va a centrarse en su verdadero terreno, que es la política interior, y alejarse de los problemas de la organización y cooperación internacionales. En lo que concierne a la opinión pública, es natural que se muestre vacilante (como, y cuyos efectos son intarse una decisión que exige mucha confianza y optimisTIO y cuyos efectos son inseguros) mientras el pastel no esté cocido como de: ¡mos en Inglaterra. Y si se pregunta al hombre de la cale, tanto en Gran Bretaña como en Francia, si aprueba un oían audaz c u y o éxito no ouede garantizarse, ese hom- Tengo la suerte- -afirma George Brown- -de estar libre de todo rencor contra Alemania, pero no todos la tienen. Si este país quisiera representar el papel de líder, los temores y las inquietudes nacidos del pasado provocarían dificultades. En la imagen, una sesión del Bundestag, Parlamento alemán. bre tenderá a contestar: ¿s indispensable mi respuesta? Si no lo es, no me haga usted preguntas. Si lo es, no se sorprenda si le digo: Procure no correr riesgos mo un organismo en crecimiento, no sólo d e s d e el punto de vista económico, como debe desearse, s i n o también en el plano político. Quien dice crecimiento, dice cambio. En este punto creo estar en la línea de los padres de Europa: Jean Monnet, Robert Schumann y Pa ulHenri Spaak. SI estos pioneros de la Comunidad hubieron de retirarse a posiciones puramente económicas, se vieron obligados a ello porque los Estados de Europa occidental v a c i l a b a n en adoptar o aceptar de buena gana compromisos políticos. Los fundadores de la C. E. E. no tenían la intención de restringirla a una institución estrechamente limitada al dominio económico. Comparto esta manera de ver. LA DECISIÓN ESTA TOMADA: AHORA HAY QUE TRABAJAR ERO, una vez más, adopPdirá: Bueno, ya estágentada la decisión, la te hecho, la decisión está tomada; ahora, a trabajar Por lo menos así es como la gente piensa y se comporta en Inglaterra. Y esto es lo que va a hacer, estoy convencido de ello, en las presentes circunstancias. Y si no hay segundas intenciones en nuestros amigos del continente, la opinión pública británica se mostrará dispuesta por su parte a aprovechar todas las ocasiones favorables que le abre nuestra decisión. Por tanto, Gran Bretaña manifestará el sincero deseo de no decepcionar a sus asociados. Si se me permite esta observación, dirigida a mis lectores continentales, su actitud actual es acaso más espontánea que la de otros miembros de la C. E. E. mucho tiempo después de haber tomado la decisión de unirse. No se tendrá ocasión de reprocharnos una actitud distante, como ha podido hacerse muy a menudo desde que existe la Comunidad. Si algunos de núes t r o s nuevos asociados temen una falta de celo por nuestra parte, no ignoro que otros piensan en una preponderancia eventual de Gran Bretaña, ya sea porque la desean, ya sea porque la temen. He aquí lo que pienso de ello. Considero a la C. E. E. co- LA VOCACIÓN BRITÁNICA AL LIDERAZGO EUROPEO la amS Imás Comunidadel debepara pliarse, no sólo ser fuerte en dominio económico y más orientada hacia el exterior, sino también en el sentido de ia madurez política, no tendrá r que considerar únicamente 1-

Te puede interesar

Copyright (c) DIARIO ABC S.L, Madrid, 2009. Queda prohibida la reproducción, distribución, puesta a disposición, comunicación pública y utilización, total o parcial, de los contenidos de esta web, en cualquier forma o modalidad, sin previa, expresa y escrita autorización, incluyendo, en particular, su mera reproducción y/o puesta a disposición como resúmenes, reseñas o revistas de prensa con fines comerciales o directa o indirectamente lucrativos, a la que se manifiesta oposición expresa, a salvo del uso de los productos que se contrate de acuerdo con las condiciones existentes.