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ABC MADRID 16-07-1972 página 114
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ABC MADRID 16-07-1972 página 114

  • EdiciónABC, MADRID
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ra pretendáis hacer lo mismo con nuestra isla! Bromas aparte, recuerdo que en 1960 los estudiantes españoles residentes en la capital apenas sumábamos unos centenares. El pasado verano, según estadísticas oficiales, el número se cifraba en más de dieciséis mil. lo que puede llegar a redundar, evidentemente, en perjuicio de los propios estudiantes. Tal vez una solución práctica para aliviar la actual invasión de Dublín debiera basarse en un reparto más equitativo de les muchachos en localidades alejadas de la metrópoli. Irlanda no es sólo Dublín. Incluso algún humorista ha llegado a afirmar, con notorio buen sentido, que Irlanda es Irlanda, a pesar de Dublín. Como ocurre en todas las grandes ciudades, la idiosincrasia del país resulta muy difícil de percibir en la capital, donde sólo se encuentra cuando se va acompañado por expertos amantes de la tradición. Por el contrario, recorrer la campiña de la isla guiado por un amigo irlandés (todos los irlandeses son amigos) constituye una experiencia fascinante y la mejor de las enseñanzas. Temas contacto con el verdadero pueblo de Irlanda, saboreas su deliciosa cerveza negra, paladeas su whisky incomparable, participas en sus canciones y en la cordialidad de su cotidiano quehacer. No creo que exista otro país en Europa que pueda superar a los irlandeses en hospitalidad y actitud humana de convivencia. Todos los forasteros, sin discriminación de nacionalidad, encuentran en el Eire una calurosa acogida. Isla Esmeralda Los irlandeses afirman vanidosamente que, después de la A la derecha, la famosa Lia Fail o piedra real, en la colina de Tara, donde eran entronizados los primitivos monarcas gaélicos. Abajo, la Casa Blanca del Gobierno de la República del Eire, denominada Arus An Uachtarian residencia oficial del presidente De Valera y su esposa. Creación, Dios quiso cubrir su tierra predilecta con un tapiz de color verde. Le cierto es que la vida de los tres millones de habitantes de esta privilegiada región de Europa, todavía libre de la contaminación, transcurre apaciblemente, en abierto contraste con la de sus hermanos los irlandeses del Ulster. Algunos campesinos afirman que dos semanas son suficientes para conocer bien el país. No lo crean. Se trata de una típica exageración irlandesa. Porque los veintiséis condados del Eire son tan variados, tan distintos entre sí, que requieren una visita prolongada, y atenta, como si de otros tantos países diferentes se tratasen. Desde la- belleza salvaje y pétrea de la Roca de CasheZ, en Tipperary, antigua fortaleza de los Monarcas gaélicos, hasta la romántica visión de los lagos de Külarney, en Kerry, el más hermoso y sorprendente paisaje que un ojo humano pueda disfrutar Al entrar en Irlanda no espere el visitante granjearse las simpatías de sus habitantes criticando a los ingleses a cada momento. Sabido es que en el país reina el antibritanismo, pero no les agrada que un forastero lo manifieste. Este privilegio se lo reservan para ellos solos... Al presente, la estabilidad interior de la nación se halla asegurada por dos partidos políticos de peso: el Fianna Fail actualmente en el ¡Poder, y el Bine Gael que representa a la oposición. Las diferencias de programa entre ellos son, a, decir verdad, insignificantes, y ambos han concordado en la oportunidad de ingresar en el Mercado Común, so pena de ver reducida la isla a un completo- aislamiento económico y político del resto de Europa.

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