ABC MADRID 23-06-1972 página 131

Cada edificio del Parque de las Naciones está singularizado por un símbolo escultórico. Las carabelas broncíneas en el de América No es una escultura realista, sino soñada con elementos reales. La cabeza, el pico y los ojos, llegan a la precisión óptica, el cuello y los hombros dan sensación de fuerza muscular mientras el ancho cuerpo se combina armoniosamente con la cabeza, pero sin rasgos definitorios, en completa abstracción. -Una interpretación de la Piedra del Sol llamada también piedra calendario azteca -prosigue Palma- -irá ante el edificio de este nombre. Traduzco el misterio solar de la Obra que en 1479 fue ejecutada por orden del soberano Oxayacatl. Finalmente, en el edificio Maya interpretaré una figura que participa de la visión del ídolo y el latido del hombre. 1 escultor labora, incansable, sobre los barros que pronto serán modelos para el labrado de sus estatuas en piedra colmenareña. Cada una mide aproximadamente del metro cincuenta al metro ochenta. -El tratamiento escultórico- -me dice- -exige, de una parte, simplificaciones expresivas, de otra, detenimiento en detalles caracterizadores. Para mí, llevar esta síntesis de los pueblos americanos a la escultura ha sido tarea apasionante. No ignoro su dificultad, ni lo ambicioso del propósito. Por eso me he empeñado en él, con una Ilusión tremenda y, la verdad, no estoy descontento de la interpretación que, después de muchas insatisfacciones previas, he conseguido darle. LOPE DE VEGA, YACENTE Mientras habla conmigo, José María Palma ha ido recorriendo los caballetes para humedecer los barros. Ahora le toca a esa estatua yacente de Lope de Vega, de tamaño natural, cuya serenidad me atrajo al traspasar las puertas del estudio. -Cuando en mayo de 1968- -informa mi curiosidad- -se localizaron en la iglesia de San Sebastián los restos de Lope de Vega retratos, con su palpitación vital, los que y el hecho fue pregonado por el entusias- nos salen al encuentro. Cabezas de mujer mo del párroco, don Enrique Vera Iñiguez, elegantizadas, en un modelado meáerno y experimenté la ilusión de que un día, bajo a la Vez italianizante. No falta, sin embaraquella bóveda de rústicos ladrillos, po- go, el fragmento de su monumento al cardría alzarse, en el mismo lugar donde es- denal Herrera Oria, erigid junto a la catán los huesos del Fénix la estatua ya- tedral malagueña. En ésta, como en otras cente de su tránsito. Realicé varios boce- obras, encuentro una vibración táctil que tos y dibujos. Me documenté y tomé como me recuerda a dos maestros italianos conarranque de mi documentación el admira- temporáneos, Manzú y Marini. Todavía el ble artículo del académico Martínez Kléi- artista se halla inserto en las formas huser publicado en AB C, en torno al descu- manizadas. Le pregunto: brimiento... ¿No llegarás a la abstracción? -Toda escultura, por exigencias de los El escultor hace una pausa. Debe sintetizar las vicisitudes sufridas por su noble materiales y por el necesario distanciamiento que la concepción de volúmenes idea: -Por fin, concebí la escultura. La vio establece entre las simplificaciones que loel párroco y, como a mí, le entusiasmó gramos y la realidad, registra un cierto la posibilidad de realizarla en materia de- proceso de abstracción. No obstante, yo finitiva. Con este anhelo se dirigió al Ayun- tiendo a la representación del natural, tamiento en febreso de 1969, en solicitud aunque no deja de tentanne la abstracción de ayuda económica para la erección de con sus caminos sugestivos. Creo que Henuna torre que le falta al templo y la rea- ry Moore, creador de formas horadadas, lización de mi estatua homenaje a Lope. con Archipenko y Epstein, son vértices de Yo escribí en el mismo sentido al delegado un triángulo importantísimo para la renode Servicios de Educación, señor Aparisi vación de la escultura. Por lo que a mí Mocholí, quien prontamente me comuni- hace, busco ahora la vibración no formal, có la resolución de la Comisión Municipal sino de masa, en estructuras que semede Gobierno en ambos asuntos. Aunque yo jan; el movimiento. Algo dé ello he traído hacía donación de todo lo que fuese mi a esta exposición. Son estatuillas deportrabajo, el Ayuntamiento no podía impli- tivas que, no obstante su menor tamaño, carse en estas obras por no existir consig- veo con proyección y rasgo monumental. nación presupuestaria que permitiera hacer La conversación en la Sala de exposiciofrente a las mismas. nes se hace difícil. El público visitante busca a José María Taima. Lo dejo entre- ¿Y qué vas a hacer? -Concluir la escultura. Estoy entusias- esculturas y saludos. Al despedirse vuelve mado con esta figure del Fénix de los In- a acordarse de su tierra: genios Quizá algún día pueda elevarse- -Si no te Importa, di en la entrevista junto a sus restos mortales. Como soña- que lo mismo que mi padre labró el monumos el párroco de San Sebastián y yo. mento a Salvador Rueda en el parque de Málaga, a mí me gustaría hacer allí taniel de Salvador González Anaya, el EN TODA ESCULTURA HAT ABSTRAC- bién novelista de Andalucía que, al paregran CION cer, hemos olvidado inexplicablemente. Dicho queda. Olvidamos un poco al Palma monumental al llegar a la Galería de Arte. Son los Julio TRENAS