Archivo ABC
ArchivoHemeroteca
ABC MADRID 15-06-1972 página 23
ABC MADRID 15-06-1972 página 23
Ir a detalle de periódico

ABC MADRID 15-06-1972 página 23

  • EdiciónABC, MADRID
  • Página23
Más información

Descripción

L nombre y el uso s o n de origen americano. Mi primer encuentro con el nombre, pin- up- girl tuvo l u g a r hace más de veinte años, cuando yo empezaba a estudiar inglés. El pr o. f e s or- -un canadiense- -explicaba que era un nombre de guerra más que nombre, adjetivo calificativo, e mplea d o con preferencia por los soldados p a r a designar la cualidad y l o s atributos de una muchacha cuya Imagen f u e s e digna de ser clavada con chinchetas en la pared Los atributos de la muchacha pin- up solían desparramarse abundantemente en la fotografía, como es lógico. No sé si la semántica es correcta, pero, en todo caso, de esa a c e p c i ó n cuartelera ha pasado a dominar la estética de la cultura de masas, que es preferentemente cultura de la i m agen y cuyo monocultivo son las plnup- girls Esta erotlzaclón masiva viene de Estados Unidos y hay quien asegura q u e el fenómeno, suscitado por la publicidad para provocar el consumo masivo, tiene un origen más profundo en la mentalidad colectiva americana: la reacción antipuritaniüta. Toda presentación publicitaria busca la estética, y, de preferencia, venga o no a cuento, se impregna de erotismo. Incluso las cualidades intrínsecas del producto que se anuncia quedan latentes en favor de unos gramos de seducción que parecen ser la finalidad permanente y última del vivir que se nos propone. ¿En qué forma unas piernas, un rostro, una sonrisa, ayudan a vender un producto? Yo creo que la educción opera a varios niveles. Primero, a nivel de la identificación: las cualidades de la bella son, o consecuencia del producto que anuncia, o una materialización estética de las que el producto- -en su campo- -encierra y proporcionará al comprador. Otro de los resortes que mueve la pinupización del. consumo es obvio: la atención interesada del género masculino. Pero quizá la llamada última, que asegura la operación comercial, sea la dirigida a la mujer. En la E LA PINUPIZACION Nlarilyn Monroe psique femenina opera la analogía, ese abanico de semejanzas y correspondencias que ha movido a la mujer desde los tiempos de Eva. La cultura de masas, en ta publicidad, le ofrece productos y le propone m o d e l o s con saña reptilínea serás como ella. Y la mujer se deja tentar para, a su vez, seducir al varón. Sí como decíamos este erotismo creciente de los medios de masas es una reacción antipuritana, ¿se ha conseguido con ello romper los tabúes sexuales? No, indudablemente. Lo que si se ha conseguido es la erotización permanente y el desbloqueo del pudor al por mayor. La moda y los nuevos tiempos exigen piel bella en todo el c u e r p o acabo de leer en ABC, bajo la seductora imagen que o f r e c e una c r e m a de tocador. La erotización, como la exigencia de belleza que, según el anuncio, la moda y los nuevos tiempos quieren, se ha extendido a todo el cuerpo. Se ha producido en los últimos años una erotización en horizontalidad que abarca todos los campos, todos los productos y todas las reglones del cuerpo. Pero ya se sabe que la dispersión es contraria dé la concentra c i ó n. Edgar Morin afirma: La super- ero tización camina pareja con la semi frigidez y la semiimpotencia. Es, pues, el de la sociedad capital! s t a, un e r o t i s m o epidérmico. Ésta superabundancia de imágenes de mujer, atractivas y triunfadoras, e s t e despliegue de encantos femeninos en primer plano o semivelados p r e o cupa porque puede llevar a la transformación o a la cons i d e r a ción- -por analogía también- -de la mujer en mujer- objeto, en mujer mercancía o en mujer producto de lujo. No creo qué la sociedad de consumo consiga objetizar a la mujer. La mujer se deja zamarrear por la publicidad para seducir a su vez. Y cuando de un producto de tocador se t r a t a el sometimiento momentáneo al uso y a la práctica tiene como fin la garantizada victoria próxima. Es inconcebible- -confirma Edgar Morin- -que la mujer vuelva a caer en la esclavitud erótica en el momento en que se emancipa en todos los órdenes. Aparte de las r e v i s t a s pornográficas y de las Play- Boy especializadas en públicos masculinos la lujuria- -dice Ortega- -no es un instinto, es una creación humana y necesita de la imaginación Y por lo vist al hombre de hoy hay que darle la imaginación hecha imágenes, que sorr las que le proporciona la P r e n s a sexy el resto de la industria ligera de masas va dirigida a uno y otro sexo, y promociona, de un lado, los bienes de consumo, y del otro, los valores femeninos. De ello se deduce una afeminación de la cultura, que no se refiere a la debilitación de los valores masculinos, sino a la preeminencia de lo femenino: una política, una estética, una erótica, predominantemente femeninas. ¿Será ello un anuncio de la civilización del hombre- objeto? El tem. es peligroso, delicado, y, como también ría Ortega, bicorne. iEl tema es de los p u e d e n empitonar. Bien, córrame albur. Marta PORTAL

Te puede interesar

Copyright (c) DIARIO ABC S.L, Madrid, 2009. Queda prohibida la reproducción, distribución, puesta a disposición, comunicación pública y utilización, total o parcial, de los contenidos de esta web, en cualquier forma o modalidad, sin previa, expresa y escrita autorización, incluyendo, en particular, su mera reproducción y/o puesta a disposición como resúmenes, reseñas o revistas de prensa con fines comerciales o directa o indirectamente lucrativos, a la que se manifiesta oposición expresa, a salvo del uso de los productos que se contrate de acuerdo con las condiciones existentes.