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ABC MADRID 04-06-1972 página 137
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ABC MADRID 04-06-1972 página 137

  • EdiciónABC, MADRID
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CIENCIA FORMACIÓN DE LOS MUTAS Y ORIGEN DE LA A cuestión, de si existe vida en otros mandos ha intrigado la imaginación i h o m b r e Recientemente, iespuss de una actitud comiletamente negativa, el tema 1 a sido considerado como ano le los objetivos más apastoíantes del programa sideral ie los Estados Unidos y para ealizarlo se ha puesto en mo (imiento un fantistico desrilegue de disciplinas cientíicas. ¿For qué este revuelo de actividad en un campo tan nesuloso? ¿Por qué ha cobrado ie pronto un interás tan inuitado que no tenia hace una écaáa? La respuesta se hala sn el nuevo enfoque del jroblema y el enorme interés enerado por él entre las prtaipales figuras de la ciencia ¡ontemporánea. Este interés en la posibilidad le vida extraterrestre nace de as informaciones acerca del ilaneta Marte obtenidas por os vehículos siderales del tipo Marinera. cuyas fotografías xan arrojado tanta luz sobre as características físicas mar ianas En tanto que una vez e supuso la existencia de vida tnimal en Marte, las fotograías temadas a partir de 1984 jacen aparecer esa extremadansnte dudoso. Pero los cambios empcrales del planeta permi. en suponer que existe en él alruna clase de vida vegetal. La espuesta definitiva sobre esto iuede obtenerse en 1373 con realización del l l a m a d o Proyecto Vikingo La vida tiene que originarse n un sitio que debe ser frío y tallarse cerca de un cuerpo adiante, como el sol o una esrelia. Tal sitio- -y hay muhos así- -es lo que llamamos tlaneta. De modo que para halar vida tenemos que contar ios. un planeta que gire, a una listancia conveniente, alredelor de un sol. El tipo de sol o estrella es n elemento crítico de vida, íuestro proceso evolutivo reuirió cerca de cuatro o cinco iñ millones de años para paar de un compuesto orgánico primitivo o una molécula de iroteína a lo que llamamos ser lumano. Si el factor de tiem 10 evolutivo es constante uniersalmente, tiene que existir urante el tiempo citado una streiia estable que emita enería continuamente. Los astróKit T- ludían la historia la estrellas hieden así discernir qué tipos de ellas son más apropiados para sostener pjjinptas en los cuales pueda generarse la vida. Cuando estudia el c i e 1 o, el astrólogo ve estrellas de enorme variación en su resplandor. Algunas son cientos de miles más brillantes que n u e s t r o Sol. Algunas son cientos de miles menos resplandecientes. Se sabe que las demasiado radiantes son estrellas que generan tanta energía qus puede decirse que se queman en su infancia. No pueden durar más áe un millón de años, menos de los miles ie millones necesarios para que se desaLOS FERNANDEZ grados Fahrenheit podrían engendrar sistemas planetarios en condiciones apropiadas para originar alguna c l a s e de vida. El fallecido d o c t o r Otto Struve demostró que las estrellas muy calientes giran más rápidamente, en tanto que las de temperatura menor lo haeen más despacio. A ciertas temperaturas la rotación se equipara a la solar, o sea, una revolución c a d a veinticinco días. Esto nos lleva al problema de la formación planetaria. Un resumen de las opiniones actuales sobre este tópico explicará la génesis y desarrollo de las estrellas q u e finalmente forman planetas. Muchos astrólogos creen que las estrellas se originaron como gigantescas nubes de polvo cósmico y gases, hechos compactos por la presión de la radiación de las estrellas vecinas, de modo que se forman las llamadas protoestrellas Conforme la presión va calentando las capas compactas y las regiones centrales de éstas se contraen. los movimientos variables de la protoestrella se hace de rotación. Cuando la temperatura central llega a unos diez millones de grados, se encienden planetarios adecuados para la vida animal. ¿QUE CLASE DE VIDA BUSCAMOS? N el Universo puede existir una infinidad de clases de vida, pero pueden estar en formas que no podemos reconocer. Entonces, ¿cuál es el criterio para una vida como la nuestra? La base de la. vida en la Tierra es el átomo de carbono que posee la facultad peculiar de combinarse con la mayoría de los elementos. Una hipótesis es que la vida se basa en el átomo, de silicono, pero un organismo así sería extraño para nosotros y no podríamos reconocerlo. Para una vida similar a la nuestra tenemos que buscar un planeta que no está ni demasiado cerca ni demasiado lejos del Sol; que tenga temperatura moderada, un gran volumen de agua y una atmósfera con considerable oxígeno para oxidar, para quemar los alimentos y darnos así energía. Para hallar vida semejante a la nuestra tienen que existir esos factores esenciales. El sitio lógico para iniciar la búsqueda es, naturalmente, nuestro sistema solar. Los planetas pueden observarse fácilmente con telescopios y sus accesorios: Mercurio está demasiado próximo al Sol y, por lo tanto, demasiado caliente para pemiUir vida en él. Y la ausencia de atmósfera es otro factor negativo. Curante algún tiempo se creyó que Venus podría mantener alguna clase de vida. Pero las informaciones obtenidas p o r medio de los vehículos siderales Mariner y Venera indican que tiene una temperatura de unos S 33 grados Fahrenheit 482 grados centígrados en su superficie, lo cual excluye la posibilidad de vida. L a s aciones hechas sebre Marte indican que existe un ciclo de cambies de essstación incitadores de vida vegetal, pero las informaciones ofrecidas per un vehículo Mariner recisnteme n t s excluyen la posibilidad de vida animal. Más allá de Marte. Júpiter está demasiado distante del Sol y la temperatura en las fajas de nubes circundantes es de hasta 263 grados Fahrenheit bajo cero... Ciertamente, formas superiores de i- ida no podrían originarse con tales temperaturas. La atmósfera de ese planeta la componen principalmente el gas metano y el amoníaco en concentraciones letales. Pero los hombres de ciencia creen qus. a principios de nuestro sistema planetario. as condiciones en la Tierra eran similares y. por tanto, puede ser que en Júpiter exista material orgánico primitivo. Esta es una de las razones del actual interás en los estudios de Júpiter. Doctor I. M. LEVTT T E -lio es todo para nosotros, prado una corbata... riolle lguna c l a s e de vida. Las estrellas menos brillantes, en cambio, pueden durar miles de millones de años, pero proporcionan sólo una ecoesfera en que un planeta no podría desarrollar vida. Y es muy remota la posibilidad de que un planeta sea descubierto allí. De m o d o que los astrólogos rechazan a las estrellas demasiado brillantes tanto como a las de poco brillo en relación con la posibilidad de vida: sólo las estrellas moderadas son consideradas como p o s i b I es progenituras de planetas en donde pueda desarrollarse alguna clase de vida. CIEN MILLONES E ESTRELLAS EN LA VIA LÁCTEA AS estrellas moderadas? se designan de F- 5 a K- 5 y el criterio para aceptar la posibilidad de vida es la temperatura de la superficie del cuerpo estelar respectivo. Las estrellas con temperaturas que oscilan entre 7. GC 0 y 11.500 A ti te hemos com- L fuegos termonucleares. Y ¡as nubes de polvo y gases le convierten en una estrella. Conforme disminuye de tamaño aumenta de velocidad y algunos anillos de materia son lanzados del núcleo central por la accicn centrífuga. Esos anillos dan origen, eventualments. a los planetas. Asi, conforme a esta teoría, cada nueva estrella debe estar rodeada de planetas. Pero no todos los sistemas planetarios peseen condiciones adecuadas para generar vida. Las estrellas dobles y triples deben ser excluidas debido a sus tremsndas variaciones de temperatura. En nuestra galaxia- -el sistema de la Via Láctea- -hay unos cien millones de estrellas. Teniendo en cuenta las limitaciones señaladas, unos doscientos cincuenta millones de ellas p o d rían engendrar sistemas CIENCIA

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