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ABC MADRID 03-06-1972 página 64
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ABC MADRID 03-06-1972 página 64

  • EdiciónABC, MADRID
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ABC. SÁBADO 8 BE J U N I O DE 1972. EDICIÓN DE LA MAÑANA. PAG. 64 bio, lo que parece poco probable. Sin que esto no si unifique Que la integración en Europa aleje totalmente las servidumbres de cualquier dependencia. Las voces antieuropens, que no son escasas, parecen olvidar esta resistencia del sistema productivo español a dejarse disciplinar si no es un poco a la fuerza. O quizá están muy ligadas, en lo económico, a esos intereses que, i se resisten a aceptar la competencia europea, mucho más se resistirán a aceptar el cambio radical que supondría vivir aislados de Europa. Porque en lo político está doro que la oposición viene o de quines creen posible eonvertir a España en el flanco izquierdo del C. O. M. E. C. O. N. o de quienes, desde una particular interpretación de unos principios y una constitución esencialmente abierta, desearían para este país una peculiaridad política ya incompatible con nuestro grado de desarrollo económico y social y con nuestras raíces europeas. Para los que aceptan que una España aislada sería, en lo político y en lo económico, menos libre y menos rica, el auténtico problema es cómo llegar a ser el Oncez (o el doce o el que sea) de la Europa de los nDiez Ya se ha dado el primer paso con la firma del Acuerdo Preferencial, pero ese paso, aunque necesario, no es suficiente para asegurar que se darán los siguientes. El Acuerdo, que prevé una segunda etapa de relación más estrecha, no hace ésta, ni la fecha de su comienzo, inevitable, ni permite afirmar que la misma vaya a llevarnos a la plena inlegitición. Pero es, no obstante, un importantísimo vínculo, y una plataforma desde la que seguir anudando lazos cara al fututro. EL ACUERDO PREFERENCIAL Un año es demasiado poco para iniciar el análisis de los efectos del Acuerdo, sobre todo cuando, como es el caso, ese año ha sido anormal desde el punto de vista de la marcha de nuestra economía. Se ha comprobado, pero eso ya se sabía, que existen insuficiencias en el terreno agrícola y que, en algunos casos, los mecanismos previstos para mitigar algunas de ellas no han funcionado con la eficacia deseable. Ha parecido confirmarse- -aunque, repetimos, un año no es suficiente para juzgar tendencias- -lo que se intuía, que nuestras posibilidades de suministro industrial a la C. É. E. son grandes. Y dada la qtonía de nuestra importación rnuy poco más se puede decir. Quizá en ciertos niveles, dentro y fuera de la Administración, el rodaje inicial del Acuerdo ha llevado a cierta desilusión. Cuando así ha sido, pensamos que, en parte- -ere gran parte- pueda deberse a insuficiente Información y meditación sobre lo realmente xmseguido y lo que aún falta por hacer. THgam 6i también que, en cuanto Administración, todoi somos un poco responsables de esa falta de interpretación cara al público. En algunos momentos se ha pensado y se ha dicho que España había entrador en Europa. Esto, evidentemente, no es así. Un lector atento de los diversos Tratados y Acuerdos que la C. E. E. ha firmado con los países del Mediteraneo permite apreciar que España ha centrar do no más que Israel, y menos que Grecia. Pero las diferencias socioeconómicas e institucionales entre nuestro país y la Comunidad son tales que hacían impensable una entrada total que, probablemente, hubiera podido resultar perjudicial. En la actualidad, el Acuerdo es, nada más y nada menos, el mecanismo a través del cual España puede ir ganando el tiempo necesario para eliminar las diferencias a las que nos referíamos. Puede discutirse si España es tan diferente de Grecia y Turquía como para no poder optar a un mecanismo automático de entrada al fin de un período transitorio. Pero es evidente que cuando la diferencia de peso entre los dialogantes es tan marcada las opiniones y los intereses del mayor prevaleceráv y desequilibrarán cualquier acuerdo en si favor. Desde esta óptica pensamos que debe enjuiciarse la actual situación considerando que lo perjuicios causados por los desequilibrios de Acuerdr. no deberán llevarnos nunca a romper este cordón umbilical con una Europa sin 11 que nuestro futuro político y económico sen mucho más incierto. El misino criterio es aph cable a la alteración producida en las relacio nes España- C. E. E. por la adhesión de los Cuatro Se introducán nuevos det ri- iiibrios- -y también nuevas ventajas- Se puede pensar que tal ves hubiera sido mejor firmar tma la Europa de los íDíez y no con la de los Seis y también lo contrarío. Pero. p r encima de la accesorio, lo esencial es bussar las fórmulas que, en las mejores condiciones posibles, nos permiten, junto a Europa, el tiempo necesario para acomodar nuestras diferencias. Y creemos y esperamos que quienes frente a nosotros se sienten a negociar comprenderán nuestros proMemas y nuestras dificultades, y los peligros para Espiiñn y para Europa de una España aislada. Nuestro jardín es suyo Celebre en é sus bautizos, comuniones, bodas, luncjis, covktails y puestas de largo. S IFAI MADRID Avenida del Vallé, 13 tei; 2 34808; MUEBLES DE COCINA MODELOS EXCLUSIVOS PRECIOS ESPECIALES DIRECTAMENTE DE FABRICA EKOMA, S. A. -Lagasca, 83 EN ALQUILER necesita ¡quéfiestacon Empresa Imporianíe para oficinas. Olerías por escrito ü Apartado 1193. Delapierre!

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