ABC MADRID 03-06-1972 página 23

ORRÍAN les últimos días de enero de el umbral de la década de los sesenta 1967. El cielo tenía el color gris te la comenzó a aflorar un nuevo estado de plata antigua y una niebla muy fina ánimo, especialmente entre la juvenenvolvía los árboles de los Campos Elíseos. tud y los intelectuales. La América saUn frío húmedo calaba los huesos de los tisfecha de sí misma, convencida de la centenares de personas que aguardaban perfección de sus sistemas, empezó a mipacientemente su turno para entrar en el rarse dentro y a percibir las múltiples fiGrand Palais, d o n d e se celebraba una bía convertido en la primera potencia del suras de ese sistema. Los Kennedy supiemagna exposición antolcgiea en homenaje mundo como consecuencia de su enorme ron intuir que se empezaba a operar un a Pablo Picasso con motivo de su ochenta poderío industrial, comercial y militar. Po- cambio importante en la conciencia de y cinco aniversario. Todos los que allí es- seedora de un sistema político que funcio- unos sectores vitales para el país. Por esta perábamos entreteníamos nuestro tiempo naba de un alto razón intentaron canalizar esta n u e v a y engañábamos el frío ojeando catálogos nivel sin alteraciones y dotadamedio llegó corriente incorporando destacados intelecde vida, el americano y revistas dedicados al genial español. De al convencimiento casi religioso de la per- tuales y profesores a muchos dé ios punrápente sentí un. murmullo y vi cómo en fección sistema. Sin embargo, la tos claves del poder. Ante el antiintelecunos segundes la cola se deshacía al tiem- realidad de su face- tas, Pliegues en los que tualismo de la épeca precedente, preconitenía po que la gente se arremolinaba alrededor se escondían grandes imperfecciones, tre- zaron un gran respeto ¡por las ideas, y a de alguien a quieji aclamaba ccn vivísimas la autccomplacencia tradicional opusieron muestras! de ¿simpatía y entusiasmo. Mate- mendas injusticias, Imperdonables olvidos. un amplio s e n t i d o crítico. Arthur M. Probablemente fue en su decidida acti- SeMesinger escribió que la combinación rialmente sostenido en volandas, el joven problema de senador Rcbert Kennedy descendió por las tud ante el gentes de colorlos derechos ci- de autocrítica, ingenio e ideas, formaba viles de las donde escaleras del Grand Palais, correspondien- nedy demostraron hasta qué puntolos Ken- gran parte del espíritu de la Nueva Frondo a tan súbita aclamación con su peculiar dispuestos a hacer frente a las gestaban tera. raves sonrisa de niño travieso. AI llegar a la cuestiones que amenazaban la convivencia La desaparición de este espíritu de las acera estrechó las manos de muchos y se en una nación libre. La postura inflexible altas esferas del poder actuó a modo de dirigió a pie al Palacio del Elíseo, donde del de Justicia dique de contención de esta corriente. Ei celebró una larga, entrevista con el gene- antepresidente y su ministro Aa Carolina empantanamiento militar en Vietnam y les gobernadores racistas ral De Gaulle. Un año y medio después, del Sur Alabama, su espectacular los graves problemas que ha planteado, el 5 de junio de 1968, caía muerto a bala- a Jamesy Meredith en su intento deapoyo han sido la levadura que ha radicalizado mazos en el pasillo de un hotel de Los An- tricularse en una Universidad segregada, en (proporciones gravísimas y extremistas geles, cuando su triunfo en las primarias y. sobre todo, el proyecto de ley de los esa inquietud e insatisfacción primeras. de California le allanaba definitivamente Finalmente, hay un hecho que me papusieren el camino para la investidura demócrata Derechos civiles, imposible ene tmarcha un rece digno de ser destacado. Y es que en tren que ya es d e n e r La y, posiblemente, para la presidencia. muerte de Lutero King y el frenazo poste los últimos cien años la democracia norEl asesinato del segundo de los Kennedy rior a la política de integración, han sido teamericana ha ido experimentando una vino a ampliar el poder mágico de un ape- los motivos de la actual violencia y radi- notable evolución. Las necesidades de una llido, de una dinastía. Porque la dedicación calizacicn extremista de los multantes ne- gran nación y el robustecimiento del pode les tres hermanos a una tarea común gres. Ortega decía que la realidad se ven- der federal, han motivado que la vieja democracia de la Norteamérica de la innos obliga a hablar no de un hombre sólo, ga cuando no se la acepta y reconoce. sino de lo que el kennedismo significó y La segunda guerra mundial no supu- dependencia, de corte típicamente rcussosignifica en la América de hoy. ¿Ha sido so para Norteamérica ninguna crisis in- niano y liberal, se haya convertido en una la muerte impune de los dos hermanos la terior, al contrario de lo que sucedió en sociedad gobernada por una superestruccausa única o la razón más importante Europa. Antes al contrario, estimuló su tura en la que el ciudadano medio sólo de la existencia del llamado mito Ken- economía y afianzó de una manera de- dispone de la posibilidad de aprobar o renedy? El peder de convocatoria que aún finitiva su poderío en el mundo. Mas en chazar una política cada cuatro años. El viejo concepto de la tiene este nombre en participación ha ido l o s Estados Unidos enflaqueciendo con el se debe, en mi opitiempo y las nuevas nión, más que a sus exigencias. Kennedy m u e r t e s al sentisabía que tocaba fonmiento de decepción de cuando dijo: No y, fracaso que envolos preguntáis q u é vió a los importantes es lo que pastemos sectores de la v i d a hacer p o r vosotros, americana que les hasino qué es lo que tobían seguido. Los podos juntos podemos bres, los negros, los hacer por la libertad intelectuales, los jódel hombre. venes veían en ellos la ¡posibilidad de re ¿Es posible a f i r plantear con amplio m a r que la simsentido critico l o s patía y la emoción problemas que ameque el apellido Kennazan la convivencia nedy suscita no sólo nacional. Su eliminaen Norteamérica, sición sangrienta 1 e s no en muchos países hizo sentirse frustradel orbe, se debe exdos. Lo único que en clusivamente a e s a s su mente quedó vivo fotegr a f i a s en las fue Ja imagen ideaque se ven a dos lizada de los ídolos hombres jóvenes abacaídos. tidos por las balas? Para valorar en su Creo que epinar de justa medida lo que este modo sería teel kennedismo supuner una visión exceso en los albores de sivame n t e simplista los años sesenta, es de los hechos. Esta necesario t e n e r en simpatía y esta emoc u e n t a cuál era la ción radican, en una atmósfera espiritual, gran medida, en el las tensiones latenc o n v encimiento de tes y los problemas muchos hombres de larvados que existían que bajo el césped en los Estados Unide Arlington yace la dos. Doscientos años esperanza t r u n c a d a después de la indede una América y, pendencia, la na ion probablemente, de un ¿Es posible afirmar que la simpatía y ta emoción que el apellido m u n d o diferente a que había sido cinceKennedy suscita se deba exclusivamente a esas fotografías en las los de hoy. lada por la Constique se ven a dos hombres jóvenes abatidos por las balas? Creo que tución de los padres opinar de este modo sería tener una visión excesivamente simplista. Emilio CONTRERAS fundadores se ha- C KENNEDY