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ABC MADRID 26-05-1972 página 23
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ABC MADRID 26-05-1972 página 23

  • EdiciónABC, MADRID
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L IERRE Gaxote nos ha referido ese momento de Francia dura n t e el Consulado c u a n d o vuelve Chateaubriand del exilio y se encuentra una sociedad en ebullición. La vieja generación republicana se retira y se anuncia el Imperio. Estamos vie n d o el quitarse y ponerse les caretas- -o casacas- jue supone todo cambio. El ilustre académico ha recordado en París la ejecución del último Conde: Luis Antonio Enrique, duque de Enghíen, príncipe de la sangre como descendiente de Carlos de Borbón, a quien Napoleón manda fusilar acusándole de coautor de la conjuración de Caudal, c o n t r a su vida El duque de Enghien, que se hallaba en Alemania, precisamente enredado en una historia amorosa, y no se había metido en nada, fue apresado y llevado a Vincennes, donde fue ejecutado después de comparecer ante una comisión militar. Dos cosas se desprenden de las Memorias del Emperador en Santa Elena, de las que estaba pesaroso o estimaba como errores: la ejecución del duque de Enghien y la invasión de España... POLÉMICA SOBRE UN CRIMEN POLÍTICO De que lo mandó matar no hay duda, pues Gaxote extrae con pinzas la frase: C etait un sacrifice necessaire a ma se curité et á ma grandeur. Bonaparte necesitaba la sangre de Rememoro esta poun B o r b ó n p a r a lémica sobre un tema a t r a erse a muchos histórico visitando el Talleyrand no fue del todo ajeno a esa faute lo que no impidió que habían participacastillo de Chantilly, que fuese también ministro de Asuntos Exteriores con Luis XVIII. do en el Terror. Es la cuna de los Condel cadáver de Ende, reconstruido por ghien de donde nace el reredero de la íael Imperio afirma el milia, el duque de Auescritor e historiador francés. Y recuerda zas que desembarquen en el Continente, que el duque muere el 21 de marzo de 1804 como confiándole el mando de algunas tro- male, a fin de siglo. Hoy museo y colecy el 27 el Senado ofrece la corona imperial pas auxiliares. El señor Godlewski justi- ciones fueron legados al Instituto de Franal primer cónsul. Chateubriand es el único fica el furor de Bonaparte ante esta acti- cia. Pienso que la noble idea de Gaxote, que presentó su dimisión como ministro, tud, que es, en definitiva, la de un ene- de expresar a la gente la injusticia comemanifestando así su reprobación. Herré Ca- migo del régimen, dispuesto a aliarse con tida con el duque de Enghien, que vivió xote cree que en el castillo de Chantilly, Inglaterra, como lo hicieron naciones en- allí su infancia y adolescencia, no entra donde nació el Borbón, deberían reunirse teras y España; y, en ningún caso, lo de- en los cálculos de los franceses, tan amancuadros, el proceso, que obra en los archi- más; pero fue traído desde Badén a los tes de la memoria del Emperador. vos, y. avivar el recuerdo en las gentes de fosos de Vincennes, donde fue fusilado, desEl cuerpo del duque de Enghien, prínciaquella víctima inocente. pués que siete coroneles y el general Hu- pe de Conde, reposa en la capilla de Vinlin, que no sabían la calidad del detenido cennes, y una columna cerca de la puerta Pero estamos en una época contestataria y, contra Gaxote se alza Guy Godlews- le sometieron a interrogatorio, durante el llamada du Bois recuerda el sitio en ki, presidente de Souvenir napoleonien cual Engnien reconoció, con gallardía, ser donde fue ejecutado delante de una fosa porque en Francia hay sociedades para to- un enemigo político, pero nunca autor de ya abierta para él. Y delante también de do. El trabajo lo achaca todo a la fatali- lo que se le acusaba. Se puede reprochar su perro, que presenció la trágica escena, dad reconociendo que el duque tan sólo al proceso- -escribe el napoleónida- -su sí bien él hizo cuanto pudo por ordenarle estaba fichado por la Policía, y, como precipitación, sus puertas cerradas, la au- alejarse de allí. Al día siguiente, una mano prueba de culpabilidad inserta unas pa- sencia de defensor... (Pues es bastante) piadosa, la hija del comandante Harel, reY añade que Bonaparte había dirigido la labras suyas al embajador de Inglaterra, tiraba al pobre animal de junto a la tumba, donde expresa su deseo de ser utilizado tarde precedente una nota a Pedro Fran- medio muerto de hambre y de frío. cisco Real, prefecto de Policía, diciéndole militarmente por las tropas inglesas duque hiciera él mismo un interrogatorio rante el curso de la guerra que va a esminucioso al preso y le diese cuenta de Antonio DE OBREGON tallar, ya sea formando parte de las fuer- él. Pero Real, sintiéndose cansado, se encerró en su habitación y no le fue entregada tal nota hasta el día siguiente, cuando todo había acabado El articulista echa la culpa a Hulin, a Savary, que mandaba a los gendarmes envi a d o s a Vincennes, y vuelve a hablarnos de la fatalidad Pero, ¿cómo un Bonaparte, en aquel apogeo glorioso, va a entregar una nota sobre asunto tan importante y no se le iba a obedecer? El atrapar al duque, tan lejos, fue un auténtico secuestro. El autor de las réplicas a Gaxote, expresa el disgusto y la sorpresa de Napoleón, ganado ante la juventud y la franqueza del reo Lo irreparable lo injusto, se consumó. Fue un crimen político- JFugaba también -dice el presidente de Souvenir napoleonlens- -la especulación de Talleyrand: tranquilizar a los jacobinos y deshacer a la vez l o s futuros c o m plots realistas. Talleyrand estaba detrás halagando al primer cónsul, atribuyéndosele la f r a s e Es más que un crimen; es un error frase cuya paternidad reclama en sus Memorias Fouché. Talleyrand no fue del todo a j e n o a esa fautes lo que no impidió que f u e s e también ministro de Asuntos Exteri o r e s con Luis x v m Tristezas de la Historia.

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