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ABC MADRID 27-04-1972 página 127
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ABC MADRID 27-04-1972 página 127

  • EdiciónABC, MADRID
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C OMO viene siendo ya tradicional en estas fechas, desde hace diecisiete años Valladoüfl celebra su Semana Internacional de Cine, dedicada, como es sabido, al estudio, la crítica y la exaltación de los valores humanos en su proyección cinematográfica. El certamen valtisotttano, que d e s d e el pasado año amplió el objetivo visual de su panorámica al sumar a las proyecciones de contenido religioso toda manifestación de dimensión, espiritual, se ha convertido en una de nuestras primeras muestras cinematográficas, con amplio eco y prestigio en el contexto internacional del cine. Si a ello unimos el aliciente de sus ya famosas y brillantes Conversaciones que vienen celebrándose durante el transcurso de la Semana habremos de convenir en que Valladolid, capital por unos días del cine en España, brinda una cita magnifica y sugestiva, inexcusable para todos los especialistas y aficionados al séptimo arte. LOS PRIMEROS VASOS DEL CERTAMEN Por iniciativa de don Antolín Santiago, actual alcalde de la capital del Pisuerga y director del Certamen desde la fecha de su creación, y bajo los auspicios y la orientación de la Delegación Provincial de Información y Turismo, Valladolid inauguró en abril de 1956 una Semana Nacional de Cine Religioso, fundada sobre la base de exhibir y considerar las manifestaciones más representativas de la cinematografía de contenido espiritual. A aquella primera muestra acudirían cinco largometrajes y dos cortos todos ellos procedentes de la industria nacional, y en la misma se sentarían los principios y directri- Francois Truffaut, lean Oaste y Jean Pierre Cargol en una escena de El pequeño salvaje Lábaro de Oro en el Festival de Valladolid de 1970. LAS CONVERSACIONES Si en 19 S 7 se celebraron en Valladolid las I Conversaciones Nacionales de Cine, en 1960 la Semana las internacionalizó, al ofrecer a los más importantes y prestigiosos estudiosos del cine la posibilidad de concurrir con sus mensajes y ponencias a las mesas redondas que, paralelamente al festival, venían ya Celebrándose con indudable y manifiesto éxito. Problemas como la incidencia de la justicia, el amor y la religión en el cine, la interrelación de los valores religiosos y humanos en el mundo del celuloide y las dificultades de producción, difusión y comercialización que entraña la cinematografía espiritual, fueron discutidos y examinados en sucesivas ediciones del certamen, elaborándose a continuación unas conclusio nes que, convenientemente recopiladas vienen constituyendo objeto de consulta para estudiosos y aficionados al cine. Cuando la dirección de la Semana decidió modificar el espíritu del festival, las Conversaciones pasaron a convertirse en estudios monográficos sobre cineastas determinados. Y así, a partir de esa fecha, los correspondientes ciclos han sido dedicados a la disección y exégesis de las filmogxafías de Rossellini, Renoir y Wadja, esta última en la edición correspondiente a este año de 1972. mu ESPÍRITU E LA SEMANA jjjp Dieciséis largometrajes de doce países compiten por la obtención del Lábaro de Oro Conversaciones de fa presente edición están dedicadas a la figura de Andrzej Wajda Por vez primera desde su creación, la Semana de Valladolid no dedica sus sesiones al estudio y y la exhibición del cine religioso Entre las mayores consecuciones del certamen cabe destacar la presentación oficiar de Bergman en España y la generalización masiva del cine de Truffaut y Luis Buñuel ees de un festival que con el t i e m p o colocaría a España en el concierto de los países organizadores de certámenes cinematográficos. Un año después, y coincidiendo con la segunda edición de la Semana tuvo lugar durante el transcurso de la misma un ciclo de conferencias, referidas a los cauces y manifestaciones del cine religioso, que abrirían el camino de lo que, tres años más tarde, habrían de ser las Conversaciones Internacionales de Cine. Mil novecientos cincuenta y ocho fue, a su vez, un año trascendental en la historia del certamen vallisoletano. En primer lugar, la Semana fue declarada oficialmente internacional, incorporando por vez primera a su marco filmes y cortometrajes de procedencia extranjera. De otra parte, dieron comienzo las I Conversacones Nacionales, que versarían en esta primera edición sobre las actitudes humanas ante la consideración del cine espiritual. Se daba así el primer paso trascedente en la historia de la muestra, paso que se revalidaría en la Semana siguiente con la creación de los Lábaros, trofeos destinados a premiar las mejores películas presentadas al certamen. Ese mismo año, 1 S 59, se elaboró un primer reglamento de la Semana procediéndose, asimismo, al nombramiento de un jurado internacional que, compuesto por representantes de Francia, Italia, Estados Unidos, Canadá y España, otorgó el primer Lábaro de oro al filme de Glenville The prissoner 1 certamen alcanzaba, de esta guisa, su mayoría de edad. Y Vatladolid se erigía, consecuentemente, en la capital mundial del cine católico. Como ya hemos apuntado, la Semana Internacional de Cine de Valladolid nadó como un especial modo de servicio al cine religioso, asi como a cuantas manifestaciones cinematográficas exaltasen o trataran de alguna manera el mundo de los valores hugnanos. Fruto de este esfuerzo los semanistas pudieron, así, contemplar fumes como E 1 séptimo sello de Bergman; San Francisco de Asís de Liliana Cavan! y El proceso de Juana de

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