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ABC MADRID 18-04-1972 página 51
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ABC MADRID 18-04-1972 página 51

  • EdiciónABC, MADRID
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ABC. MARTES 18 0 E A B R I L DE 1972. EDICIÓN DE LA MAÑANA PAG. 51. TEMPERATURAS DE LA CAPITAL Madrid Barajas Max. 15,6 Min. 4,6 16,0 4,0 CERCA DE MIL DENUNCIAS POR EXCESIVOS RUIDOS SE PRESENTARON POR ESCRITO AL AYUNTAMIENTO DURANTE EL AÑO PASADO En 684 casos se demostró que las reclamaciones eran fundadas y que la presencia de industrias en las proximidades eran perjudiciales para los vecinos HA COMENZADO EN LA CAPITAL LA II SEMANA TÉCNICA DEL AISLAMIENTO TÉRMICO Y ACÚSTICO, QUE ABORDA, ENTRE OTROS, ESTE PROBLEMA DE LAS GRANDES CIUDADES Madrid. (De nuestra Redacción. Cerca de mil escritos- -concretamente, novecientos setenta y nueve- -se presentaron durante todo el año pasado en el Ayuntamiento de Madiid corno denuncias por los propieta- rios e inquihnos át viviendas por las perturbaciones que producían los ruidos originados en industrias próximas a sus domicilios. De estas protestas formales, en seiscientos ochenta y cuatro casos se demostró que las reclamaciones eran fundadas, puesto que los técnicos municipales comprobaron que los niveles sonoros transmitidos a las viviendas reclamantes eran excesivos. El ruido, y esto está científicamente demostrado- -ha dicho el doctor Zumel, presidente de la Sociedad Española contra el ruido- puede provocar alteraciones del ritmo cardíaco y de los circuitos cerebrales. Se ha dicho frecuentemente, tras una serie de experimentos que lo han comprobado, que el ruido incide sobre la tensión psíquica de la persona e influye en su estabilidad emocional, ayudando a la aparición de neur o s i s, irritabilidad, reacciones violentas, agresivas o antisociales. También es a veces causa de la aparición de úlceras de estómago y de la pérdida no sólo de capacidad auditiva, sino también visual. EL RUIDO D E LA CALLE No hace falta decir que Madrid es una ciudad con ruidos. Todas las grandes ciudades producen ruidos por aquello de las obras, del tráfico rodado y de la presencia de industrias en muchas zonas cercanas al casco urbano. Sólo los automóviles y las motocicletas producen unos ruidos, superiores a lo que el oído humano está prepararado para soportar. En la II Semana Técnica del Aislamiento (tanto térmico como acústico) que se celebra durante estos días en Madrid, se abordan estos temas y se parte del establecimiento de cinco zonas en el nivel de ruidos: la audición normal con ambiente tranquilo es de uno a setenta decibelios; la audición normal en ambiente ruidoso, aunque no peligroso, es de setenta a ochenta decibelios; zona peligrosa, con riesgo de sordera en caso de exposición prolongada, se considera entre los ochenta y los noventa y cinco decibelios (una calle con intenso tráfico de vehículos puede registrar más de ochenta y cinco decibelios, de la misma manera que un coche deportivo emite ruidos de intensidad entre los ochenta y cinco y los noventa y cinco decibelios) es zona peligrosa, con riesgo de sordera en caso de exposición temporal, desde noventa y cinco a ciento veinte decibelios (el paso del Metro, un martillo automático y la bocina de ciertos automóviles) finalmente, es zona dolorosa, con riesgo de sordera en caso de exposición accidental, todo lo que exceda de los ciento veinte decibelios (un motor de aviación, ciertas explosiones, etcétera) NECESIDAD D E AISLAMIENTOS Con este planteamiento, no es extraño que se piense seriamente en la contaminación ruidosa de Madrid, así como en las de otras ciudades. El tema es de nuestros días. De ahí que arquitectos, ingenieros industriales y otros especialistas en el tema anuncien una serie de conferencias, a celebrar durante esta semana, donde la necesidad de aislamiento en las viviendas y en las industrias se van a recomendar, iunto con la protección antifuego, no sólo en el campo de la ¡sonorización, sino en el de la JJAN sido ya dos las ocasiones en que los ángeles bue nos de la Medicina tne han trasladado desde la posición aislada de mi casa- -agolados en ella los medios y recursos para mi supervivencia- -hacia ese reducto conocido por U. V. 1 (Unidad Coronaria de Vigilancia Intensiva) en que beneméritos doctores y enfermeras libran feroces batallas contra la Muerte, insaciable sitiadora de ese baluarte en que los facultativos, al unísono con los enfermos gravísimos, pero que aún mantienen los estímulos del instinto de conservación, viven en la constante esperanza de recuperarlos para la Vida. A veces, lo consiguen; otras, los enfermos se pierden en las escutas simas de la eternidad. Yo soy testigo de excepción de que cuando el tránsito llega, médicos y enfermeras lo sienten con la misma intensidad cotí que celebran sus victorias cuando salvan de la Muerte a tantos combatientes por la Vida que, como yo, cruzaron, y cruzan, la frágil linea alzada entre la Vida y la Muerte en la silenciosa casamata de la U. V. I. Yo no pude apercibirme en ninguna de mis dos experiencias- -dado el estado de coma en que me hallaba- -de cómo me llevaron a ese baluarte cuya consigna es salvad toda vida que aquí llegue en trance de acabarse Sí sé que el centro er que estuve, en ambas ocasiones, lleva el nombre alado de la Virgen, bajo cuya advocación está colocada la casita que milagrosamente fue transportada, y siempre por los caminos del aire, desde Nazareth a Tersatti (cerca de Fiume) posteriormente a Recanaii y, por último, a la cumbre que hoy ocupa en la ciudad de Loreto. Y que a sus doctores y enfermeras debo gratitud por sus cuidados y por la alegría que me causa el que hoy pueda escribir estas líneas de retorno a mi columna diaria de A B C. A todos ellos, a mis lectores de siempre que me han emocionado con sus cartas de cariño y aliento, así como al querido compañero que, con el seudónimo de Interinos, ha cubierto tan brillante como puntualmente mi ausencia, gracias, gracias, gracias. He que? ido contarles estas cosas porque cuanto me lia ocurrido lo ha sido en un tiempo en que, con desconocimiento de causa, se habla de deshumanización de la Medicina y de la asistencia sanitaria, de frialdad en las relaciones enfermo- médico. Y vo creo sea así. Yo sé bien de la sacrificada dedicación de doctores y enfermeras a s ¡u enfermos. Yo sé bien de sus gestos preocupados en los momentos agravatorios y de la alegría de sus ojos cuando ceden las crisis. Recientemente, el ministro de Trabajo, Licinio de la Fuente, decía que da relación entre médico y enfermo, que tiene un valor insustituible, debe mantenerse y acrecentarse en intensidad y humanidad, individualizándola, ya que la calidad humana que reviste la relación médico- enfermo, más que de la perfección técnica de las instalaciones, depende en último término el prestigio de las instituciones sanitarias Yo le aseguro, señor ministro, que en eso el televisivo doctor Marcus Welby tiene mucho que aprender de los médicos es í. -MARLASCA. MARQUES DEL RISCAL, Ü Teii 4197580 FAMOSAS enm mundo yM Exclusivamente para ustedes, y del 7 al 21 de abril. TALLERES ARTE GRANDA les invita a su exposición de modelos a extinguir a precios por debajo del coste. Se trata de dar salida a artículos aue no vamos a repetir HORARIO: Mañanas, de 10 a 2 Tardes, de 5 a 8. 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