Archivo ABC
ArchivoHemeroteca
ABC MADRID 09-04-1972 página 151
ABC MADRID 09-04-1972 página 151
Ir a detalle de periódico

ABC MADRID 09-04-1972 página 151

  • EdiciónABC, MADRID
  • Página151
Más información

Descripción

En la actualidad, los hombres que se aontonan para construir conglomerados rbanos están, a partir de la segunda erra mundial, envueltos en el temor: tenor a amenazas nucleares, a explosiones demográficas, a contaminación de aires y s... El temor al futuro condiciona el atamiento semiológico de la arquitectura, jue, en sus últimas tendencias, se va aprocada vez más al bunker o a la fortaleza defensiva. Y, en las viviendas, vuelve a aparecer la tidencia a un espacio común cerrado que se eliminan las subdivisiones, con recuerdo inconsciente a las cavernas aleolíticas, que son signo de seguridad y de protección, en donde los habitantes- movidos por un miedo indefinible- -se agrupan para realizar unidos todas sus acividades. El signo de la caverna se proyecte, ya para ciudades enteras: Buckminster Puller oniza sus inmensas cúpulas transpaentes para cubrir comunidades urbanas áe más de cien mil habitantes, que viviaisladas de un mundo exterior al que emen, encerradas en una Naturaleza artificial, tratando de sustituir, con una ecología fragmentaria que fabrican, la universal ecología que destruyeron. No deja de er un signo interesante el observar que ites que se nos presentan enarbolando bandera del progreso sean en el fondo mentes cavernícolas. LAS CIUDADES ACTUALES En la ciudad la semiología trata de hacer política y plantea al proyectista de iudades el problema de elegir entre una titud conservadora de intentar resolver dificultades que resultan del modo actual de vivir en las ciudades, y otra revolucionaria que quiere hacer ciudades impongan a sus habitantes una nueva orma de vida y que serían expresión de nueva sociedad. Las grandes megalópolis actuales no po- demos abarcarlas de un sólo golpe de vista, y no es fácil el captar de una manera única y total su valor de signo como ocurría cuando la ciudad era una estructura serrada, limitada por murallas y coronada por sus templos y catedrales. Pero esa misma estructura amorfa e inabarcable en que nos perdemos es signo de una masificación humana y de un caos social. Las ciudades no están ya coronadas por edificios religiosos, sino por rascacielos de ofi 3i nas. Son estanterías de hombres, ficheros de actividades humanas. El hombre es ¡ólo un número en una masa que, más iue vivir, pulula en un marco urbano desnitificado, sin otros signos que los comerdales y propagandísticos, que constituyen ina nueva mitificación. Los edificios no ¡on, por sí mismos, signos de su función, f han de apelar a signos añadidos, como la cruz en las iglesias modernas, para diferenciarlas de los cines, los polideportivos o las piscinas Cubiertas, cuya forma tuede ser idéntica. El hombre, perdido j huérfano en la ciudad, debe guiarse por etreros, números, señales de circulación, ¡arteles comerciales y otros signos indicativos de la función de cada elemento. El binomio función- forma era suficiente n la ciudad antigua, pues la forma de un edificio era signo de su función. Ahora, in rascacielos puede ser oficinas, viviendas, wtel, hospital, Banco. La tipología actual ÍS muy limitada, ya que el número de fundones crece abrumadoramente, sin que den jrígen a nuevas formas que sean signo de illas. De aquí la necesidad de añadir el signo, como algo postizo, a una forma que lada significa. Luis BOBOBIO Dos modos diversos de entender el habitat humano y social: en los pueblos andaluces se vierte su sociabilidad en concavidades abiertas: unas, familiares- -los patios- y otras, ciudadanas- -las plazas y las caites llenas de rincones cálidos y amables- en las ciudades modernas, el hombre perdido y huérfano en ellas debe guiarse por letreros, números, señales de olroulaeión, carteles comerciales y otros signos indicativos de la función de cada elemento. Todo ello desoorazonador, triste y lamentable. MÉ.

Te puede interesar

Copyright (c) DIARIO ABC S.L, Madrid, 2009. Queda prohibida la reproducción, distribución, puesta a disposición, comunicación pública y utilización, total o parcial, de los contenidos de esta web, en cualquier forma o modalidad, sin previa, expresa y escrita autorización, incluyendo, en particular, su mera reproducción y/o puesta a disposición como resúmenes, reseñas o revistas de prensa con fines comerciales o directa o indirectamente lucrativos, a la que se manifiesta oposición expresa, a salvo del uso de los productos que se contrate de acuerdo con las condiciones existentes.