ABC MADRID 23-03-1972 página 63

ABC. J U E V E S 23 DE MARZO DE 1972. EDICIÓN DE LA MAÑANA PAG. 63. POETAS MALDITOS DE LAS ARMAS A MONTEMOLÍN De Gabriel G. BADELL Destino, Barcelona 1971, 255 páginas. El destino de algunos seres de excepción consiste en atravesar su vida como un Por Anionio IGLESIAS LAGUNA desierto. Otros se laman sobre un abismo rocoso, flanqueado de crestas vertiginosas. ABRIEL G. Badell es un novelista descubierta, con Emeterio Zaldívar Algunos, en sus tribulaciones, se hacen esjoven y no demasiado afortunado Lames, guardia municipal experto en tilistas; otros se consagran al fuego oculto en sus actividades novelísticas. el ojeo y acoso de parejitas amorosas. de algún dios, a los pozos profundos de la Concurrente habitual a premios literaNi que decir tiene: Sanz Jambrina noche o a la soga que pende de un techo rios, quedó finalista en varias ocasiones. representa los principios de la santa herrumbrado. Para todos ellos, la soledad, Publicó una novela- Las manos de intolerancia, del fanatismo a machala desolación, la muerte. Pierre Seghers mi padre -sin que suscitara el intemartillo, de la moralidad puritana antepone estas palabras a una antología rés merecido. Tiene inéelevada al cubo (pero no al cubo de de poetas malditos que acaba de publicar ditas varias novelas corla basura) Y aquí es donde se le ve en París, y que recoge tas, cual Amaro dice que la oreja al autor, donde se pasa de rosla obra de doce autoDios existe Esta misma ca, donde acredita no ser un novelista res franceses fallecinovela larga que ahora enhecho, ducho en el arte de la comdos de 1946 a 1970. juiciamos, finalista del Decir que el libro no Nadal 1970, pasó por dies exhaustivo, como CRÓNICA se ha afirmado aduversas vicisitudes. ciendo que no incluye, SEMANAL Hace falta ser muy jopor ejemplo, a Georven para afrontar cierges Herment, nos padélas tos temas tabú con la recería de mal gusto franqueza, incluso con la si tenemos en cuenta LETRAS brutalidad, con que lo hala auténtica denomice Gabriel G. Badell en nación de poeta mal De las Armas a Montedito A los ochenta molín sin embargo, la años de la muerte de juventud raras veces apaVerlaine, como reconoce el propio Serece en el libro. Gabriel ghers al analizar la crisis del concepto G. Badell escribe con la desilusión, con hay que preguntarse seriamente qué factoel escepticismo, hasta con el cinismo res constituyen la fatalidad propicia para de un viejo de setenta años. El relareunir a doce poetas bajo esta denominato sabe a rejalgar, huele a podre, proción. No caigamos nosotros en la tentación duce una sensación de náusea y trisde pensar que si a España le ha corresponteza. Sin lugar a dudas, el autor exagedido el honor de elaborar actualmente una ra la nota, carga las tintas, se muesserie de antologías decadentes, a Francia le tra de un pesimismo exacerbado (y compete la gracia de Ifmsar otras de poetas esto, por romántico y negativo, denota malditos contemporáneos. El editor y anpasión juvenil) pero en cuanto dice tologo francés, sin embargo, aunque en su hay un fondo de verdad, bien que, en presentación exagera alguna nota en favor conjunto, diste mucho de la verdad. prensión y la matízación. Gabriel del malditismo habitual, logra reunir alG. Badell no escribe sobre algo, sino Como escenario toma una ciudad gunos nombres de auténtica significación, contra algo. En consecuencia, incutípicamente celtíbera: Zaragoza. No un alcanzada por sus autores en el ámbito más rre a menudo en la exageración y la burgo podrido ni una ciudad cosmocomún y disciplinado de la creación literacaricatura (sin perjuicio del fondo de ria. Desde Ilarie Voronca, muerto en 194 S, polita; una gran ciudad capital de una hasta Jean- Philippe Salabreuil, en 1969, se verdad) región clave. (El cosmopolitismo zaraenumeran Antonin Artaud, Jacques Prevel gozano, producto de la, Mariología, tieEl escritor ha mezclado buen número (no hay que confundirlo con Crevel ni con ne un matiz muy concreto. Dentro de los tópicos de la España negra: osJacques Prévert) muerto a los treinta y de Zaragoza enmarca la acción entre curantismo, religiosidad supersticiosa, seis años en el sanatorio de Sainte- Feyre; dos calles: Las Armas y Montemolín. moralidad quisquillosa, salacidad soAndré Frédérique, Jean- Pierre Duprey, RoDos calles típicas que podrían dar la terraña, incultura como banderín de ger- Arnould Riviére, Gilberte Dallas, Gétónica de la población (la tónica busenganche, cerrílidad, beatería; en fin, rald Neveu, desaparecido bajo el frío rumor cada por el novelista. Dos calles que cuanto hubiera hecho las delicias de de la leyenda, en 1960; Armand Robin, Anrecorre Carisio, hijo de un republicano cualquier autor hispanófebo dispuesto dré de Richaud, que fallece en 1968 en la español huido a Francia durante la a descubrirnos Frente a tales abeclínica Saint- Eloi, de Montpellier, y Roger guerra civil, cuya madre acaba de farraciones se alza Carisio. Carisio llega Müliot, poco antes de estallar los acontenllecer. Carisio, huérfano, intenta llea Zaragoza con una dosis notable de cimientos del mes de mayo del mismo año. gar a un moidus vivendi con su tío curiosidad. Muerta su madre- -doña Aún a nesgo de forzar cualidades difereny padrastro. Porque la madre, al enPilar Aragón Maqueta- deambula, ciadoras, queremos resaltar, casi a modo viudar, contrajo nupcias con el señor vaga, barzonea a la busca y captura de síntesis entre las actitudes literarias anSanz Jambrina, hermano de su espode la verdad. Carisio viene animado tologadas, a Prevel, Riviére, Dallas y Salaso, abjurando de ideales revolucionapor las mejores intenciones y quiere breuü. En los dos primeros, en frase de rios juveniles y convirtiéndose en esconvencerse de que la moralidad de Raymond Busquet, existe una grieta- -raposa ejemplar: callada, sumisa, honesZaragoza es tan perfecta como su cajadura o llaga enigmática que constituye ta, beata, convencional y partidaria lendario. Descubre odio, rencor, hipoquizá la esencia de la poesía- -que determiacérrima de todas las deficiencias na tanto su actitud estética como su comcresía, sensualidad morbosa, beatería mentales atesoradas por el señor Sanz portamiento ético, inextricablemente unidogmatizante, injusticia social, resenJambrinat Este caballero, que no sé dos Dallas inscribe la trayectoria de un timientos derivados de la guerra civil. por qué me recuerda al padre enlevidestino, desde las angustias de su infancia Opta por dejar de hacer averiguaciotado del inolvidable Juanito cuenta, hasta la premonición de su muerte, que nes y obra por su cuenta y riesgo. para la defensa y difusión de sus teoviene producida por un cáncer. Salabreuil, No rompe con nada, no critica nada. rías (o mejor, doctrinas, dogmas) con muerto a los veintinueve años, halla poco Se limita a vivir so vida. Ahora bien, la artillería pesada del padre Dionisio antes su propia forma, donde expresa adCarisio no tiene afana de Quijote. Es Reverter, con la caballería de Bibrián mirablemente sus contradicciones: el poeun hippie amigo de la Navarro, con las fuerzas auxiliares de ma en prosa, una perpetua confesión- -sebuena vida. Aceptando doña Asunción e inclusive, para la gún Alain Bosquet- -de dulce magia -la eosmovisión de su Ramón PEDROS. G