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ABC MADRID 11-03-1972 página 25
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ABC MADRID 11-03-1972 página 25

  • EdiciónABC, MADRID
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M D R, I D SABADO A 11 DE MARZO DIRECTOR; TORCÜATO LUCA DE TENA DEPOSITO LEGAL DE 1972 NUM. 20.581 CINCO PESETAS M- 13- 1958- 136 PAGS. LAS RELACIONES IGLESIA- ESTADO EN UN IMPORTANTE DISCURSO DEL NUNCIO DE SU SANTIDAD Monseñor Dadaglio comentó sus p r i n c i p i o s básicos ante la Conferencia Episcopal LA VIOLENCIA, EL ODIO, LA DIVISIÓN, SON FORMAS DE ACCIÓN INACEPTABLES PARA UN CRISTIANO CUANDO LA IGLESIA PIDE LÍBERTAD NO RECLAMA UN PRIVILEGIO, SINO QUE EXIGE ALGO ANTERIOR A TODOS LOS CÓDIGOS EN ESTE NUMERO Comisión Delegada SE APRUEBA EL PROYECTO DEL PLAN DE INFRAESTRUCTURA VIARIA DE BALEARES POR VALOR DE SIETE MIL MILLONES DE PESETAS (Pág. 39) E! Ferrol del Caudillo PROHIBIR A LA IGLESIA LA ENTRADA EN LA VIDA SOCIAL Y ENCERRARLA EN LA SACRISTÍA ES UNA POSTURA ANTICATÓLICA DOS MUERTOS Y VARIOS HERIDOS AL ENFRENTARSE LOS MANIFESTANTES CON LA POLICÍA ARMADA (Pág. 41) La obediencia a la justa autoridad es distintivo característico de Tos católicos No se pueden confundir los deseos de independencia de ia Iglesia con una forma de hostilidad hacia los Estados aquí y comentar brevemente los cuatro principios fundamentales en esta materia. I. LA LIBERTAD E INDEPENDENCIA DE LA IGLESIA Pocos puntos hay en toda la historia de la Iglesia y especialmente en el magisterio de los últimos Pontífices más repetidamente recordados que éste de la necesaria libertad de que la Iglesia debe disfrutar para el pleno desarrollo de su misión. El principio de que la Iglesia es independiente de todo poder temporal lo encontramos cientos de veces repetido en el magisterio pontificio hasta llegar a la afirmación conciliar de que la comunidad política y la Iglesia son independientes y autónomas cada una en su propio terreno V esta insistencia creciente sólo puede resnonder al hecho de que dicha independencia es necesario que hoy. más aue nunca ea real visible v manifiesta ¿De qué independencia se trata? De la lena libertad de la Iglesia tan insistentemente recordada por los Pontífices. La Fslesia. Heira a afirmar Pío XI. no puede existir ni desarrollarse si no croza de libertad de acción ¿Qué tiene, pues, de extraño que la Iglesia jerárquica reclame tantas veces y recuerde a veces con graves palabras, éste su derecho a la libertad? La Iglesia, dirá Pío XI, exige por derecho propio e irrenunciable la plena libertad e independencia respecto al poáer civil Quas primas, 19) Pero esta libertad ¿es acaso un regalo que hacen a la Iglesia los Estados? ¿Es, como alguna vez se escribe, un privilegio regalado a la Iglesia por los concordatos? Es claro que no. Un acuerdo o concordato no da v menos regala a la Iglesia la libertad; simplemente reconoce un derecho superior y anterior a todos los acuerdos humanos. Porque esta libertad e independencia de la Iglesia son de derecho divino, como claramente lo expresó en repetidas Encíclicas Barcelona CONFERENCIA DE DON MANUEL FRAGA IRIBARNE: TEORÍA DEL CENTRO (Pág. 47) León XIII (Inmortale Dei, 15; Diuturnum ülud, 19. Jesucristo no entregó las llaves del reino de los cielos al César, sino a Pedro (SapienUae Christianae, 14) JVo es el Estado, sino la Iglesia quien debe guiar a los hombres hacia la Patria celestial- (Inmortale Dei 5) Es claro, pues que cuando la jerarquía eclesiástica reclama su libertad no está pidiendo algo que no le corresponda. La libertad de pastorear a las almas, la libertad de elegir a sus pastores, que recordó el Concilio (Christus Dominus. 20) no son en modo alguno privilegios ni excepciones, sino la exigencia de algo anterior a todos los códigos. Y aún quisiera añadir, antes de acabar este apartado una afirmación más: esta libertad no la vide la Iglesia sólo ti avaramente para sí, despreocupándose de la justa libertad de la cual debe sosar todo hombre. La Iglesia quiere su libertad para ser también, mediante ella, un signo de libertad. Porque la Iglesia sabe muy bien que allí donde la libertad religiosa es anulada o recortada pronto toda otra forma de libertad dpsavarece. II. LA IGLESIA TIENE EL DERECHO I EL DEBER DE OCUPARSE DE LAS REALIDADES TEMPORALES ¿Pero cuál es el campo de esa libertad V de esa acción? Hay aquí un claro principio proclamado por él Concilio y recientemente reeordado por el último Sínodo: La misión de la Iglesia no es de orden político, económico o social, sino de orden religioso (Gaudíum et Spes, 42) Mas este claro principio suele ser mal entendido por quienes- -en tantos países del mundo- -consideran lo religioso como algo reducido a la piedad y el culto empequeñeciendo aún las mismas nociones de piedad 1 culto Permitidme que cite aquí un texto de Pió XII, algo amplio, pero definitivam nte (PASA A LA PAGINA 31 Madrid 10. (De nuestro Redacción. No se esperaban ayer grandes novedades en las tareas de la Conferencia Episcopal. Concluidas las elecciones (faltaba sólo el Comité ejecutivo que quedó constituido por el presidente, vicepresidente, secretario y los monseñores López Ortis y Romero de Lema) restaba únicamente el estudio de distribución de las conclusiones de la Asamblea conjunta, tema que sólo hoy concluirá y será conocido. Pero la novedad inesverada saltó. Y lo hizo en un discurso del nuncio de Su Santidad en España, cuya importancia medirán sin duda los lectores al leer su texto y que queda subrayada por la excepcionalidad de sus circunstancias: raramente monseñor Dadaglio hace larqos discursos en la Conferencia Episcopal por respeto- -como ayer explicó- de la autonomía propia de estas Conferencias que la Santa Sede reconoce y fomenta gustosamente Pero ayer monseñor Dadaqlio hizo una excepción en esta costumbre para esclarecer ideas de aran importancia- v para salir al paso de cosas que ahora es fácil leer en las páginas de la Prensa o en voces más autorizadas- Se trata evidentemente de una importante oma d postura v recogemos por ello, a continuación todos sus párrafos fundamentales, suprimiendo únicamente algunas de las muchas citas de doctrina vontificia que sostienen la arquitectura del texto Estas fueron las palabras del nuncio: Todos sabéis cómo ahora es fácil leer u oír en las páginas de la Prensa o por voces más autorizadas afirmaciones de que el nuncio hace política que los obispos hacen política o de que la Conferencia Episcopal se mete en política Creo que este tipo de frases- -aunque deben obligarnos a reexaminar nuestras conductas, va que nadie está exento de posibles extra limitaciones en su función- -provienen en la mayoría de los casos de un inexacto conocimiento sobre cuál sea la misión de la Iglesia y cuáles nuestros rea objetivos al realizarla. Por ello me parece oportuno recordar

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