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ABC MADRID 24-02-1972 página 21
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  • EdiciónABC, MADRID
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ABC. JUEVES 24 DE F E B R E R O BE 1973. EDICIÓN DE LA MAÑANA. PAG. 21. ACUERDO DE PRINCIPIO ENTRE N I M Y CHU EN- LAI H o r i z o n t e s inéditos para el equilibrio mundial de fuerzas EL APRETÓN DE MANOS DE M O Y NIXON HA A DESALENTADO A LOS MAOISTAS P W ASHINGTON 23. (Crónica de nuestro corresponsal, por télex. Esta capital sigue con una expectación explicable y un poco exasperada- -por causa del secretismo con que se realizan las conversaciones a alto nivel- -las jornadas, las muy importantes jornadas diplomáticas de su presidente en Pekín, corazón ideológico y supremo puesto de mando político de la enorme China comunista. Washington, cabeza del mundo occidental, tiene consciencia del alcance de la presencia de Richard Nixon en China y espera en silencio, cosa inusitada en el país, los resultados inmediatos de la misión de su presidente y las perspectivas del futuro nacional e internacional, ya transformadas por el mero hecho de que el viaje se haya realizado. Algún mínimo sector extremista a la derecha, como el puñado de seguidores del reverendo Mclntire, que sigue clamando por las victorias militares en Vietnam, que condena ruidosamente la iniciativa del presidente, pero la protesta es insignificante y ridicula, y no hace más que subrayar el expectante silencio nacional, inigualado desde la desventurada aventura cubana del presidente John Kennedy y la confrontación militar subsiguiente con la Ü. R. S. S. en el tenso otoño de 1962. Las primeras noticias concretas, filtradas hoy desde Pekín por corresponsales de Prensa responsables, afirman que se ha producido un acuerdo de principio entre Chu En- lai y Richard Nixon sobre el intercambio de universitarios, estudiantes y periodistas; una declaración de coexistencia pacifica y un intercambio diplomático a bajo nivel En los días inmediatos habrá probablemente más precisiones sobre estos acuerdos iniciales. Si se tiene en cuenta el estado de cosas entre Pekín y Washington en los años recientes, constituirían un interesante elemento de juicio en cuanto a la convivencia entre los dos colosos mundiales. A nadie, naturalmente, se le ha ocurrido que este país se encuentra en el dintel del reconocimiento diplomático formal de la China maoísta, y viceversa, pero es evidente que se ha producido, por el hecho del viaje de Nixon como tal, un estado de relación de lo que un profesor de Derecho Internacional de la Universidad Johns Hopkins, Stephen SchwebeL llama de conocimiento mutuo. En realidad, según la tesis del distinguido profesor, la situación de conocimiento- -a distinguir de la de reconocimiento -se había producido ya en las largas negociaciones del armisticio de Corea en Panmunjon, las ulteriores conversaciones entre diplomáticos americanos y chinos en Varsovia, la entrada de China en la O. N. U. la calculada coincidencia chino- americana en la guerra de diciembre del subcontinente indostánieo y la explícita admisión americana del principio de que los problemas territoriales de China tienen que ser resueltos exclusivamente entre las dos Chinas. Ello plantea horizontes inéditos y de gran alcance o cuanto al equilibrio mundial de fuer ¡sas, k geopolítica del Continente asiático EKÍN 3. (Crónica de Peter Usagor, en exclusiva para Chicago Daily News y ABC. En la clase de inglés en la escuela secundaria número 26 de Pekín los alumnos tenían abiertos los textos por la lección primera, titulada, en lengua inglesa, Larga vida para el presidente Mao La profesora, una delgada y nerviosa mujer de gafas, dirigía la enseñanza de los alumnos, entre los catorce 7 los dieciséis años, repitiendo a coro: -Presidente Mao, tú eres el sol rojo de nuestros corazones. -Nosotros somos girasoles. -Los girasoles siempre siguen al sol. -Pensamos en ti noche y día. -Te deseamos una larga vida. La profesora levantó una especie de cortina que cubría la pizarra y apareció una fotografía de Mao. Después preguntó: ¿Qué veis? -Vemos a nuestro amado dirigente, el presidente Mao- -respondieron al unísono los alumnos. Después el grupo de norteamericanos pasamos a otras clases. En cualquiera de ellas- -Química, Física, Arte y Artesanía (había un pequeño taller en el tercer piso) -la cabeza de Mao presidía la cotidiana tarea de los jóvenes estudiantes. Cada pregunta sugería un pensamiento de Mao, que la intérprete traducía mirando antes en un libro. ¿Qué quieres ser cuando obtengas el título? -se le preguntó a una muchacha en la sección artesanal. Ella estaba acoplando diversas partes de un transistor; realizaba la operación dentro de una caja de cristal y operaba a través de unos guantes que se introducían en la caja, para evitar que cayera polvo sobre el aparato. La muchacha respondió sin dudar: -Lo que beneficie al pueblo, lo que el partido quiera que haga. Nuestra visita a la escuela duró dos EM UNA ESCUELA CHINA horas, y todas las respuestas fueron idénticas. A cada respuesta resplandecía de alegría el director del centro, o director del Comité revolucionario de la escuela, un funcionario llamado Wang Chong- chi, que anteriormente había sido militar. -La educación debe estar al servicio de la política proletaria y combinarse con el trabajo productivo- -dijo un oficial de la escuela. En la escuela 26 de Pekín hay tres mil disciplinados jóvenes, de apariencia sombría, que no se mueven de sus asientos ni se atreven a retirar la mirada de la dirección donde se encuentra su profesor. Cuando los visitantes entrábamos en las aulas se levantaban como autómatas y aplaudían. Su comportamiento haría las delicias de cualquier madre norteamericana, molesta frecuentemente por el comportamiento de sus hijos. Al contemplar a estos jóvenes, sentados rígidamente y respondiendo como robots, uno no podía por menos de entristecerse un poco. Los chinos puede que estén creando una vasta sociedad de hormigas humanas, determinadas no sólo a alcanzar, sino á sobrepasar al Japón en la producción de transistores y las ventas en el extranjero gracias al liderazgo de Mao y al sistema socialista -P. L. y las relaciones entre Washington, Pekín y Moscú, el gran tercero en discorcia, clave de la paz o la guerra universal y nuclear. En un penetrante artículo exclusivo publicado el otro día en Los domingos de A B C Milovan Djilas, el teórico rebelde del titoísmo yugoslavo, decía que el viaje de Nixon a Pekín ALFOMBRAS PERSAS LEGITIMAS IMPORTANTES JREMESAS RECIÉN IMPORTADAS. ¡Inversión indiscutible! Serrano, 11- Madrid- i VENDO ÁTICO NUEVO BARRIO SALAMANCA Teléfono 225 49 28, 11 1 y 5 a 9 ANUNCIOS TARIFA OFICIAL CARLOS- MIME 25745 80 1 257 56 6 y la admisión de China en la O. N. U. puede significar indirectamente el prólogo de una futura y progresiva transformación del sistema ideológico chino... La amenazante y forzada división del mundo en dos bloques ideológicos empezaría a atenuarse y a desaparecer Este corresponsal preguntó anoche en una reunión a un ardiente activista de la llamada nueva izquierda americana, un joven profesor de Sociología, para quien el revisionismo ideológico y el imperialismo social de la Unión Soviética son una traición al marxismoleninismo, qué pensaba de la recepción encontrada en Pekín por Nixon con Mao Tse- tung y Chu En- lai. Me contestó que no cree lo que ve y escucha, que jamás hubiera imaginado a Mao dando la mano al presidente americano y que aquel gesto destruirá la fe de los jóvenes revolucionarios del maoísmo en todo el mundo Por algo- -me dijo- -eliminó a Lin Piao, el teórico de la guerra universal del guerrillerismo. ¿De qué nos sirve ahora- -me preguntó a sn vez el joven profesor con un gesto desalentado- -el pequeño Libro Rojo Todo esto es muy interesante en el contexto del viaje de Nixon a Pekín, sobre todo cuando se sabe, por ejemplo, que Chu En- lai ha ofrecido a los corresponsales americanos que acompañan al presidente que, si lo desean, pueden permanecer y visitar China después de la marcha de Nixon. Los corresponsales verán lo que Pekín quiera que vean, naturalmente, pero la oferta del primer ministro es muy significativa y demuestra que China, por lo menos tentativamente, esta dispuesta a entreabrir sus puertas al mundo exterior. -JosS María MdSSIi

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