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ABC MADRID 20-02-1972 página 19
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ABC MADRID 20-02-1972 página 19

  • EdiciónABC, MADRID
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ABC. DOMINGO 20 DE F E B R E R O DE 1872. EBICION DE LA MAÑANA. PAG. 19 (VIENE DE LA PAGINA 17. sldente norteamericano ha decl d I d o retirar de Asia gran parte de las fuerza militares. Posiblemente también haya obedecido a la convicción de que la Unión Soviética, con un millón de hombres en la frontera septentrional china, ha reemplazado a Estados Unidos como el principal peligro militar. Los cimientos para este viaje de Nixon fueron su entrevista con el general De Gaulle en 1969. Nixon dijo a De Gaulle que la retirada de Vietnam era irreversible y que estaba decidido a normalizar las relaciones con Pekín. De Gaulle hizo llegar estas palabras a los chinos a través de un emisario, y cuando se intensificó la retirada de Vi e t n a m, comenzaron a llegar buenas noticias de Pekín. Nixon tomó una serie de iniciativas unilaterales en 1969 y 1970, como autorizar pasaportes para ir a China y levantar el embargo aplicado al comercio de determinados productos. En junio pasado, una semana después del levantamiento de tales restricciones, Pekín aprobó la visita secreta de Henry Kissinger para preparar el viaje de Nixon. Hemos terminado un período de veinticinco años de implacable hostilidad- -dijo Nixon en su mensaje sobre el mundo- A u n q u e frágil, la aproximación de la nación más populosa y la más poderosa puede tener una gran significación para las generaciones futuras. La semana próxima podrá revelar, en parte, si las palabras del presidente eran una exageración o el prólogo a un nuevo orden mundial. CONTACTOS PERMANENTES CHINA SIGUE SIENDO UN PAÍS POBRE, ATRASADO, SUBDESARROLLADO Los dirigentes maoístas optarán antes por la ayuda americana que por la de Japón de los últimos cien años, o quizá, incluso, de los últimos ciento cincuenta. Están bien alimentados y adecuadamente vestidos. La economía ha alcanzado una situación de equilibrio entre la agricultura y la industria, con énfasis en la agricultura, ya que el 85 por 100 de la población vive de la tierra. Los puntos débiles de la economía han sido reforzados. El país ha alcanzado nuevas cotas en la producción agraria e industrial Después de cinco años de crecimiento sostenido, parece que la economía ha llegado a un punto de autosuficiencia. La importación de grano, dato que primeramente alertó al mundo exterior sobre las dificultades chinas, ha sido reducida a casi la mitad. Por ves primera desde el humillante fracaso del gran salto adelante él régimen comunista siente confianza suficiente como para formular datos específicos de su producción. Lo más notable de los logros chinos es que han sido obtenidos sin ayuda exterior. La confianza en las propias fuerzas, virtud que en tiempos parecía consustancial a Norteamérica, ha sido apropiada por los chinos. De todas formas resulta oportuno recordar que cuando los comunistas se hicieron con el Poder en 1949, la situación era catastrófica; que cualquier solución representaba un avance. También es oportuno tener en cuenta que el salto adelante de Mao, un calamitoso intento de alcanzar una inmediata industrialización, significó un retraso de una década. Y que en la revolución cultural se perdieron probablemente otros dos años. Por último, como el primer ministro Chu En- lai ha señalado en presencia de algunos de sus más fervientes admiradores norteamericanos, China, a pesar de todo su progreso, sigue siendo un país pobre, atrasado y subdesarrollado. Aunque la población tiene lo suficiente para comer- y vestir, su nivel de consumo no está muy por encima del de subsistencia. Las comparaciones con algunos de los vecinos resultan odiosas Taiwan, con sólo 14 millones de habitantes, es una potencia económica comparada con China continental. Hong- Kong, con sólo cuatro millones de habitantes, ingresa cuatro veces más divisas que los 800 millones de chinos juntos. Japón, con sólo 100 millones de habitantes, hace que China, en comparación, parezca un pigmeo económico. Pekín asegura haber producido 21 millones de toneladas de acero en 1971, cantidad estimable para un país atrasado; pero teniendo en cuenta la vastedad demográfica china y la urgente necesidad de industrializarse, la cifra no representa demasiado. Es sólo un cuarto de la producción japonesa de acero y una sexta parte de lo que produce los Estados Unidos. Para ser efectivamente una gran potencia, no sólo de nombre, China debe industrializarse. Su actual índice de crecimiento, en términos reales, es del 4 por 100 al año. Una cifra considerable, teniendo en cuenta la magnitud de sus problemas. Pero a este ritmo nunca alcanzará al Japón o a Occidente. Los economistas occidentales ven tres vías posibles en el futuro económico chino: 1. Continuar por la vía actual, a u ritmo de progreso moderado, con el mismo sistema de incentivos y autosuficiencia. 2. Lámar al país en otro frenético sal- Guam 19. (Crónica de Keyes Beech, en exclusiva para Chicago Daily News y A B C. Hace poco más de una década, después del desastroso salto adelante la población china estaba al borde de la inanición. En la actualidad, con 200 millones de bocas más que alimentar, la población china se encuentra mejor que nunca desde qué los comunistas conquistaron China hace veintitrés años. De hecho, la situación china en este sentido es la mejor NIXON ESTUDIA A SUS INTERLOCUTORES En ruta hacia Pekín 19. (Crónica de Don Bacon, en exclusiva para Newhouse Newspaper y ABC. Nixon se siente animoso y confiado en vísperas de su llegada a China. Ayudantes de la Casa Blanca han señalado que el preeidente se maestra locuaz y optimista. Los dos aviones con los enviados de la Prensa partieron de Honolulú antes que lo hiciera el Air Forcé minier one y harán tan sólo una breve escala en Guam, para partir luego hacia Pekín. Antes sus aviones harán una breve escala en Sanghai para repostar y recoger a un navegante chino. Llegarán a Pekín a las tres cincuenta y cinco de la tarde del domingo, hora local; unas veinte horas antes que el avión presidencial. Debido a la incierta situación que le espera en China, el presidente se concentra durante estas últimas horas en el estudio de la personalidad de los dirigentes con los que va a negociar. Nixon relee el capítulo de las cAntimemorias de Malraux, en que éste describe sus encuentros con Mao y Chu. Nixon quiere ordenar sus pensamientos, al tiempo que discute con sus ayudantes diversos aspectos qne días atrás ha estado estudiando. Concretamente, se ha sabido que el presidente pasó dos horas y media el jueves discutiendo con Kiasinger las posibles posiciones que pueda adoptar Chu. De vez en cuando los ayudantes presidenciales Robert Haldeman y Ronald Ziegler salían en busca de material que aclarara alganos de los puntos tratados por el presidente y su asesor. Nixon cuenta especialmente con Kissinger para informarse sobre Chu, puesto que el ayudante presidencial tiene ya en su haber varias horas de conversación con el primer ministro chino. Sobre Mao, sin embargo, la oscuridad es total. Por citar mi ejemplo, Nixon desconoce cuándo se encontrará con Mao. -D. B. El presidente Nixon espera establecer durante su visita a China un circuito permanente de contactos con Pekín, según informes de la Casa Blanca. El secretario de Prensa, Ronald Ziegler. no quiso precisar qué tipo de canal diplomático tenía el presidente pensado, si un contacto personal en la forma de un embajador de facto o, simplemente, un teléfono rojo como el existente entre Moscú y Washington. En un momento de su conferencia de Prensa celebrada aquí, Ziegler indicó que Nixon haría una propuesta en este sentido durante la serie de entrevistas que celebrará con Chu En- lai y otros altos dirigentes. Más tarde Ziegler hizo una aclaración cuando recibió una nota de manos de un experto de la Casa Blanca en política exterior. Ziegler precisó que el presidente no iba a presentar una propuesta concreta, sino que estaba interesado en explorar tal posibilidad. Los consejeros presidenciales están muy preocupados en no indisponer a sus anfitriones chinos con la sugerencia que Nixon vaya a exigir condiciones para continuar los contactos entre los dos países. Nixon quiso también asegurar al pueblo norteamericano que no estará nunca aislado de Washington, a pesar del ambiente extraño que le rodeará en China Ziegler afirmó que Nixon no había establecido ningún acuerdo previo con los chinos. Era una respuesta obvia a los temores de Japón, Taiwan y Vietnam del Sur. El presidente ha prometido centrar sus conversaciones en problemas bilaterales y no en asuntos relacionados con terceros países. Ziegler hizo referencia a una reunión que el presidente había mantenido en Washington con los líderes de las Cámaras, en) a que precisó que no se debían exagerar las esperanzas sobre los resultados del viaje: que el éxito de la visita se debería de juzgar por sus efectos a largo plazo, y que no se establecerían relaciones con Pekín en el curso del viaje. Nixon insistió en que las diferencias entre los dos países eran tan amplias que no se podían eliminar en unos días. -T. R.

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