ABC MADRID 11-02-1972 página 18
- EdiciónABC, MADRID
- Página18
- Fecha de publicación11/02/1972
- ID0001000570
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ABC. V I E R N E S 11 DE F E B R E R O DE 1972. EDICIÓN DE LA MAÑANA. PAG. 18. do muchas revoluciones dinásticas antes de la revolución de 1911. Tiene una civilización de 37 siglos. Es un país inquieto y propicio a someterse a señoríos regionales. (Quizás sea por eso por lo que Mao predica una revolución perpetua; la suya. Mao es el Confucio de la revolución, Confucio patriota (pese a su decantado internacionalismo) Confucio nacionalista, teórico absorbente; hombre que, como el verdadero Confucio, dicta sus doctrinas mundanas, terrenales, en un período caótico y desmelenado de la vida nacional china. Ellas son un modo de vida unos postulados dirigidos al pueblo, y no a los hombres de letras solamente, interpretación autóctona del marxismo y el leninismo. Uno de esos postulados dice que la revolución no ha concluido. Está en plena ebullición. Han concluido Confucio, las clases sociales y la intelectualidad. Priva, sobre todo, el puritanismo en las costumbres y la dispersión familiar, es decir, que aquella unidad de la familia y aquel culto a los antepasados que fueron como una religión- -la única en todo el país, entre pobres y potentados- -han desaparecido, verdaderamente desaparecido de la vida ostensible de la China. La revolución signe y seguirá, no se saba hasta dónde ni hacia dónde. Pero hay un hecho evidente. El sistema político y administrativo, desbaratado por la gran revolución cultural proletaria no ha sido rehecho y los cuadros del Ejército se están rehaciendo ahora, a hurtadillas. En 1969 se reunió por última vez el Congreso- -el noveno- -nacional del partido comunista chino y comunicó al mundo que el perpetuamente diferido Congreso del Pueblo- -el cuarto- -se reuniría inmediatamente después. Lo reclamaban las provincias y las regiones, las fábricas y las Universidades, las comunas y el campo. Pedían información. Recababan una intervención en los negocios públicos y una leal información, prometidas por Mao, por el desaparecido Lin Piao, por Chu En- lai, por la esposa de Mao, Chiang Ching, por el mariscal Yeh Chien- ying, militar izquierdista. De los 21 miembros con todos los derechos que el noveno Congreso del partHido de 1969 eligió, siete han desaparecido de plataforma pública. El Congreso del Pueblo quisiera saber lo que ha ocurrido al mariscal Lin Piao y al jefe del estado mayor, Lin Sien- nien. Han ascendido en la jerarquía administrativa dos hombres que no pertenecen siquiera al Politburó ni tienen tampoco su anuencia: Chi Peng- fei, como ministro de Asuntos Exteriores (retoño de Chu- En- lai, y Wu teh, como segundo secretario del Comité del partido de Pekín, puesto de confianza de Mao. La visita de Mr. Nixon, ¿calmará la agitación interna dentro del partido y los pleitos del partido con el Ejército? Mao, como queda dicho arriba, es el ídolo de las masas. En treinta y siete años incansables ha conseguido lo que Confucio en dos mil quinientos años. Sus iniciativas y pensamientos vencerán, mientras viva, la inmemorial tendencia del chino a la regionalización y aislamiento. Se calme o no se calme la convulsión interna que HongKong denuncia dentro de China, Mr. Nixon no se enterará de ella. Se le están agravando mucho las cosas. El Vietnam del Norte se lanza a la ofensiva del Tet año nuevo vietnamés (lo que llaman los chinos Sun niin) Los comunistas de Thailandia ganan terreno mientras la Reina Isabel de Inglaterra visita el país. El príncipe Sufanuvonar. jefe del Pathet I, ao comunista, vuelve al ataque. La China de Mao exalta, por los micrófonos, sus heroicas hazañas ¿Mao verificado con Confucio? Parece un poco hiperbólico. En el hospital del distrito de Polan, provincia china de Heilungkiang, los médicos han devuelto a la vida a una pobre campesina, cuyo corazón llevaba diez minutos sin latir. Los doctores afirman que lograron el milagro inspirándose en el aforismo Tsetung (nombre del aforismo) del presidente Mao: Todas las dificultades pueden ser vencidas con perseverancia y valor indomable Lo publican hoy las radios chinas. -Lr. l CALVO. ria de los grandes hechos militares del mundo, han empañado el curso zigzagueante de la revolución comunista y nacionalista de China. Allí, en Juichin, se comentó tan profundamente el prestigio de Mao aue ni sus fracasds ulteriores- -como el Movimiento de las Cien Flores o El Gran Salto Adelante -pudieron ensombrecerlo. Mao devolvió al pueblo chino, que es, como ningún otro, orgulloso y nacionalista, la sensación de un nuevo Chung- Kuo de un nuevo Reino de Enmedio, el centro del universo, el gigante rodeado de enanos. Mao predicaba y predica, como Trotsky, la revolución perpetua, y cuando sale de su voluntario ostracismo (del 60 al 66) y declara la revolución cultural es Lin Piao quien la define en el IX Congreso del Partido. Se trata de crear una nueva cultura, fundamentada en el concepto que Mao tiene del socialismo. Se trata de proseguir indefinidamente la revolución. Pero se trata también de conferir a Mao la jefatura total y personal de la revolución. Descartados sin piedad todos los primates comunistas de los años 60- 66, destituido y maltratado el presidente de la República, Liu Shao- chi, desarticulado el movimiento Que se llamó liuista no quedaban más que dos hombres: Mao, el indiscutido ídolo popular, y Lin Piao. Chu En- lai, hoy primer ministro y favorito de Mao, había rehuido la participación en la lucha sorda entre el liuismo y el maoísmo Es ladino, burócrata avezado y sutil (como los confucianos del tiempo del Imperio) buen diplomático (fue ministro de Asuntos Exteriores) excelente primer ministro. Pero no- -como Lin Piao- -el privado por antonomasia. ¿Qué ocurrió entonces? ¿Qué ocurrió entre Mao y su fiel Lin Piao. el dueño del Ejército? Esa es la incógni a que nadie puede desvelar. Mao buscó y obtuvo el apoyo del Ejército. Es famosa su teoría: El poder nace y se desarrolla en el cañón de la escopeta. ¿Hubo conato de bonapartismo? Poco a poco el régimen de Mao va ahora cercenando las jefaturas que todavía desempeñan en los partidos regionales los hombres del Ejército, y poco a poco- -firmemente asentado en su trono del Reino Central el centro del universo, el ChungKuos- Mao Tsé- tung, cortejado, como lo fueron las grandes dinastías imperiales, por el mundo entero y nunca rendido ni confiado, se sacude la hipoteca de las juventudes que hicieron la revolución cultural Es fama que Mao se quejaba: Me trataron (del 60 al 66) como a un padre cuyos funerales se están preparando, y Teng Hsiao- ping (secretario general del partido) ni siquiera me consultaba los asuntos políticos La revolución cultural fue la culminación de una lucha, dentro del partido, por el poder absoluto y personal. La ganó Mao, porque Mao. con Lin Piao. tuvo la iniciativa. China no fue nunca un país religioso. El pueblo (que no las clases gobernantes) imprimió al taoísmo (una especie de apéndice metafísico, pero también agnóstico, del confticianismo) imprimió al taoísmo y al confucianismo (éste en su forma Mahayana) o Gran Vehículo, sus pintorescas rutinas supersticiosas, desdeñadas por la sabia burocracia imperial, y aún agregó a ellas miríadas de corruptelas y pobreterías. El pueblo no sabía escribir (Hoy, en China, escribe todo el mundo) Escribir era un arte delicado; arte de pintor. No hay alfabeto. Cada palabra es un dibujo, Confucio imperó intelectual y moralmente sobre la vida de los chinos desde el siglo III anterior a Jesucristo (Dinastía Chou) hasta el primer decenio del siglo actual, en que viene la república de Sun Yat- seu y se acaba la Dinastía Mancho. Pues bien: Mao Tse- tung, en los treinta y siete años que van de la proeza de Juichin a la fecha de hoy, ha alcanzado un imperio intelectual que puede reputarse de más dilatado que el de Confu io, si se tiene en cuenta que posee también las oiasas. Pero la China h conoei- 14 de febrero... San Valentín Día de los Enamorados Una fecha feliz Tal vez el envío de un recuerdo sirva para anudar el débil hilo de un amor roto. Gran variedad de artículos seleccionados del mejor gusto, en todas nuestras secciones, de acuerdo con sus deseos y presupuesto. Galerías Preciados PLAZA DEL C A L L A O ARAPILES, 10 y 12. LISTA, 56